El síncope, definido sucintamente como la pérdida transitoria y brusca de conocimiento, es una de las patologías que provoca más consultas médicas en urgencias. Las causas del problema, tremendamente variadas, suponen en muchas ocasiones un auténtico reto diagnóstico, quedando, en un porcentaje elevado de los casos sin aclarar tras un completo estudio diagnóstico.
Ante su elevada frecuencia, considerando la importante ansiedad que suele producir en las personas que los padecen, las sociedades científicas han publicado diversos documentos o guías de práctica clínica encaminadas a hacer algo más fácil la tarea del médico que se enfrenta a dicha patología.
El artículo que comentamos esta semana busca establecer el pronóstico (respecto a fallecimiento o recurrencia sincopal) que tienen los pacientes con síncope siguiendo de manera estricta las guías de práctica clínica sobre el particular de la Sociedad Europea de Cardiología.
Con dicho propósito los autores, reclutan entre octubre y noviembre de 2004, en 11 hospitales italianos (Evaluation of Guidelines in Syncope Study 2. EGSYS 2), de manera prospectiva 465 pacientes. De ellos son capaces de seguir finalmente a 398 (86%) a los 2 años. De los cuales 18 son excluidos por ser calificados tras compltar su valoración de cuadro no sincopal. La edad media es de 66 años, con un predominio de varones (58%). Tras el seguimiento (media de 614 días), fallecen por cualquier causa 35 enfermos (9,2%), 6 de ellos durante el primer mes de seguimiento. Analizando los enfermos que fallecieron durante la duración del estudio se observó que eran mayores y tenían mayor incidencia de cardiopatía estructural o alteraciones electrocardiográficas.
El síncope recurre en el 16,5% de los pacientes (63), pero tan sólo en uno de ellos lo hizo durante el primer mes. La recurrencia fue independiente del mecanismo sincopal.
Finalmente, los investigadores concluyen que existe un pico de mortalidad cardiovascular, aunque no de recurrencia del síncope, durante el primer mes. Realmente parece que el pronóstico adverso de los enfermos que evolucionan peor se debe más a la existencia de comorbilidad cardiovascular más que al mecanismo del síncope en sí. De manera llamativa, señalan que la frecuencia de recurrencia no dependió del tipo de síncope.
Comentario
El síncope continúa siendo uno de los problemas clínicos más frecuentes en la práctica diaria. En esta dirección el artículo que nos ocupa nos indica los que podemos esperar de la evolución de los pacientes si se manejan de forma teóricamente correcta (siguiendo las guías), más que una historia natural de la enfermedad. Al respecto, hay que remarcar dos ideas, la primera es que en el estudio se utilizan las guías europeas del 2004, y ya contamos con una actualización de las mismas (Guías Europeas sobre síncope 2009). No obstante, aunque convenga tenerlo en cuenta, probablemente no supone un cambio fundamental en los resultados esperables. La segunda idea es que probablemente debamos ser más cuidadosos en pacientes con cardiopatía estructural y síncope, principalmente y además en las primeras semanas tras el acontecimiento agudo (17% de todas las muertes suceden el primer mes).
Referencia
- Ungar A, Del Rosso A, Giada F, Bartoletti A, Furlan R, Quartieri F, Lagi A, Morrione A, Mussi C, Lunati M, De Marchi G, De Santo T, Marchionni N y Brignole M.
- Eur Heart J. 2010; 31:2021-2026.