Estudio israelí en el que se analiza el impacto de una estrategia de screening en deportistas para reducir la muerte súbita.
Ante el problema de la muerte súbita en el deportista, un número creciente de países están incluyendo en sus normativas la obligación de realizar un estudio previo a la realización del deporte, consistente en al menos un electrocardiograma (ECG) de reposo, para detectar posibles cardiopatías asociadas con un incremento del riesgo de muerte súbita. La evidencia favorable de esta estrategia se limita a los resultados positivos de un estudio llevado a cabo en Italia.
El estudio publicado esta semana en JACC tiene como objetivo determinar si una estrategia de screening sistemático en los atletas antes de iniciar la competición, con ECG y ergometría es capaz de reducir el riesgo de muerte súbita.
El estudio está realizado en Israel, donde en 1997 se promulgó la Ley Nacional del Deporte que incluye la obligatoriedad de realizar a los atletas un cuestionario, una exploración física, un ECG y una prueba de esfuerzo. Para analizar el impacto de esta estrategia se hizo una búsqueda sistemática en los dos principales diarios de Israel para determinar el número anual de eventos de paro cardiaco entre los deportistas de competición desde el año 1985 hasta el 2009 (dos periodos de 12 años antes y después de la ley). El tamaño de la población en riesgo se obtuvo de la Autoridad Israelí de Deportes y se extrapoló a los cambios en el tamaño de la población a través del tiempo.
Se documentaron 36 eventos potenciales de muerte súbita, de los cuales 12 fueron excluidos (por ser consecuencia de traumatismos craneales, sangrado intracraneal, traumatismo torácico o bien por haber ocurrido antes del periodo asignado por el estudio o haber ocurrido en árbitros o entrenadores). El número final de eventos de muerte súbita o paro cardiaco fue de 24. Once se produjeron antes de la legislación de 1997 y 13 después de ella. La incidencia media anual de muerte súbita o paro cardiaco fue de 2,6 eventos por cada 100.000 personas y año (1 evento por cada 38.000 atletas/año); en la década antes de la legislación fue de 2,54 y en la posterior de 2,66 eventos por cada 100.000 personas / año (p = 0,88). Cuando se repitieron los cálculos asumiendo que la proporción de personas que se inician en la competición se duplicó durante las dos últimas décadas, se obtuvieron los mismos resultados.
Con estos resultados, los autores concluyen que la realización obligatoria de ECG y ergometría en los atletas no tuvo ningún efecto aparente sobre el riesgo de muerte súbita.
Comentario
La muerte súbita en el deportista es un tema muy importante, y para su prevención se están realizando estudios dirigidos a la detección de cardiopatía subyacente que implique un riesgo para el deportista. Las estrategias se basan fundamentalmente en la realización de un ECG y cada vez más una ergometría. A pesar de los resultados favorables reportados en el estudio italiano, no está claro si la estrategia de estudio consigue una reducción de la mortalidad. En Europa las guías recomiendan la realización de ECG sistemático teniendo en cuenta los resultados italianos, pero en EEUU no se realiza esta recomendación en base fundamentalmente a razones de coste-beneficio.
Existen varios problemas respecto al screening sistemático. Por un lado, la prevalencia de muerte súbita es muy bajo, y por otro, en deportistas son frecuentes las alteraciones en el ECG sin significado patológico, pero que sin embargo llevaría a la realización de otras pruebas que incrementan el coste. Por otro lado, un resultado falsamente positivo llevaría por otro lado a la descalificación del deportista para la práctica deportiva.
En definitiva, la prevención de la muerte súbita en el deportista continúa siendo un reto y no está clara la estrategia más adecuada que además sea coste-efectiva y se pueda aplicar a toda la población.
Referencias
- Arie Steinvil, Tamar Chundadze, David Zeltser, Ori Rogowski, Amir Halkin, Yair Galily, Haim Perluk y Sami Viskin.
- J Am Coll Cardiol 2011;57:1291-1296.
Making or Breaking Athletic Careers
- Alfred A. Bove.
- J Am Coll Cardiol 2011;57:1297-1298.