Estudio que analiza el papel de la telemonitorización de pacientes con insuficiencia cardiaca con función sistólica deprimida frente al seguimiento estándar.
La insuficiencia cardiaca (IC) crónica es una enfermedad con una esperanza de vida baja, deterioro de la calidad de vida y frecuentes hospitalizaciones por descompensaciones. Un seguimiento estrecho del paciente se puede traducir en una mejoría de la calidad de vida y del pronóstico, y por tanto la telemedicina se podría utilizar en este grupo de pacientes con estos fines.
En la última década, varios ensayos clínicos se han realizado para evaluar la eficacia de la vigilancia médica a distancia para mejorar los síntomas o la calidad de vida y dos recientes metaanálisis sugieren que la telemedicina en pacientes con IC crónica puede mejorar la supervivencia global entre un 17% a un 47% a los 6 - 12 meses de seguimiento. Hasta el momento estos datos no han podido ser comprobados en ningún estudio prospectivo aleatorizado.
El estudio publicado esta semana en Circulation fue diseñado para determinar si la monitorización remota del paciente mediante telemedicina, en comparación con la atención habitual se traduciría en reducción de la mortalidad en pacientes ambulatorios con IC crónica. Se incluyó a 710 pacientes con IC crónica estable en clase funcional NYHA II o III, con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo menor del 35% con antecedente de al menos una descompensación por IC en los últimos dos años que precisara ingreso hospitalario o tratamiento diurético intravenoso o bien con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo menor o igual al 25%. Los pacientes fueron asignados de forma aleatoria (1:1) a telemonitorización o la atención habitual. La monitorización remota mediante telemedicina utilizó dispositivos portátiles de ECG, presión arterial, y mediciones de peso mediante un asistente personal digital que enviaba de forma automática los datos cifrados por vía telefónica a la central de telemedicina. Los centros de telemedicina prestaban apoyo al paciente los 365 días del año durante las 24 horas.
El objetivo primario del estudio fue la muerte por cualquier causa y el objetivo secundario fue una combinación de muerte cardiovascular y hospitalización por IC.
Las características basales fueron similares entre el grupo asignado a telemonitorización (n = 354) y el grupo control control (n = 356). De los pacientes asignados a telemedicina, 287 (81%) cumplieron al menos el 70% de las transferencias de datos diarias y no tuvieron interrupciones en las transmisiones superiores a 30 días (excepto durante las hospitalizaciones). La mediana de seguimiento fue de 26 meses.
En comparación con la atención habitual, la telemonitorización no tuvo ningún efecto significativo en la mortalidad por cualquier causa (razón de riesgo 0,97; IC 95% 0,67 a 1,41; p = 0,87) o en la muerte cardiovascular o la hospitalización por insuficiencia cardiaca (hazard ratio 0,89; IC 95% 0,67 a 1,19; p = 0,44).
Con estos resultados, los autores concluyen que en los pacientes ambulatorios con IC crónica, la telemonitorización en comparación con la atención habitual no se asoció con una reducción de la mortalidad por cualquier causa.
Comentario
Los resultados del estudio TIM-HF sugieren que cuando se aplica la telemonitorización a pacientes ambulatorios con IC que se encuentran estables y óptimamente tratados no se consigue una reducción de la mortalidad. Estos resultados son similares a los del estudio Tele-HF en el que, en comparación con el grupo de cuidado habitual, no hubo una reducción en el riesgo de reingreso hospitalario (por cualquier motivo) o mortalidad por cualquier causa en pacientes con IC recientemente hospitalizados por empeoramiento de la IC, pero contrastan con los resultados de los metaanálisis. Todos los estudios realizados hasta el momento difieren en los métodos de monitorización a distancia, en el seguimiento y en las características de los pacientes. Además el número de pacientes incluidos y el poder estadístico no es suficiente para detectar diferencias, por lo que el papel de la telemedicina en la insuficiencia cardiaca no está todavía definida y en futuros estudios se deberá definir que grupo de pacientes es el que se puede beneficiar de ésta técnica.
Referencia
- Friedrich Koehler, Sebastian Winkler, Michael Schieber, Udo Sechtem, Karl Stangl, Michael Böhm, Herbert Boll, Gert Baumann, Marcus Honold, Kerstin Koehler, Goetz Gelbrich, Bridget-Anne Kirwan y Stefan D.
- Circulation 2011;123:1873-1880.