Este estudio trató de evaluar el impacto clínico de la revascularización completa frente a la incompleta tras el tratamiento con stents farmacoactivos o con cirugía de revascularización de la enfermedad coronaria multivaso.
Los autores estudiaron a 1.914 pacientes consecutivos con enfermedad multivaso que fueron tratados con el implante de stents farmacológicos (en 1.400 casos) o con cirugía de bypass (en los 514 casos restantes) y compararon la evolución clínica de los pacientes en los que se consiguió la revascularización completa frente a los pacientes en los que quedó alguna lesión sin tratar.
Se consiguió una revascularización completa en 917 pacientes (47,9%), de los cuales 573 se trataron de forma percutánea y 344 pacientes de forma quirúrgica (66,9%). Los pacientes con revascularización completa eran más jóvenes y tenían una enfermedad coronaria más extensa. A los 5 años de evolución, la tasa de mortalidad (8,9% frente a 8,9%) fue similar en ambos grupos. La aparición de eventos (muerte, infarto o ictus) también tuvo tasas similares en pacientes con revascularización completa (12,1%) frente a pacientes con revascularización incompleta (11,9%, RR 1,04, IC 95% 0,76 a 1,43 p=0,81). Sin embargo, sí hubo una tendencia a que los pacientes con enfermedad multivaso y revascularización incompleta tuvieran más eventos cuando dentro de la definición de evento se incluyó también las nuevas revascularizaciones (30,3% frente 22,1% RR 1,27 IC 95% 0,97 a 1,66).
Comentario
Una de nuestras principales preocupaciones habituales a la hora de tratar a los pacientes con enfermedad coronaria es conseguir una revascularización coronaria completa y duradera. Esta actitud clínica tiene sus raíces en datos de los años 80 que mostraron que los pacientes con revascularización incompleta tenían una reducción absoluta de un 15% de la mortalidad a 5 años. Sin embargo, años después y con nuevas técnicas (en especial los stent recubiertos), en nuestro estudio de hoy los autores encuentran que la mortalidad a 5 años no varía si se ha conseguido una revascularización completa o no, aunque sí que hay una tendencia muy marcada a que pacientes con revascularización incompleta necesiten nuevos procedimientos de revascularización en el seguimiento. En el editorial que acompaña al artículo, y aunque este es un concepto que claramente va a ser causa de debate, se sugiere que este estudio está en la línea del espíritu de las guías actuales, y que el objetivo, más que una revascularización completa, debe ser una revascularización “razonable” en la que se traten lesiones que comprometan territorios extensos o tengan una repercusión funcional evidente, ya que el tratamiento de todas y cada una de las lesiones, en especial cuando las lesiones no se asocian a isquemia, tampoco ha demostrado un beneficio clínico claro.
Referencia
- Kim YH, Park DW, Lee JY, Kim WJ, Yun SC, Ahn JM, Song HG, Oh JH, Park JS, Kang SJ, Lee SW, Lee CW, Park SW y Park SJ.
- Circulation. 2011;123:2373-2381.