Traemos al blog de "Cardiología Hoy" un estudio un poco alejado de nuestro campo, pero que creemos muy interesante debido a que cada vez tenemos más contacto con el TC gracias a los estudios de coronarias.
Una de las grandes controversias en oncología y neumología es si existe la posibilidad de detectar precozmente el cáncer de pulmón con la realización de estudios de TC a grupos de pacientes de alto riesgo asintomáticos. Existen ya publicaciones en la literatura, pero los resultados no se han considerado concluyentes.
En esta publicación se recogen los datos del National Lung Screenig Trial, un gigantesco estudio multicéntrico realizado en 33 hospitales de Estados Unidos patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer. Los autores incluyeron entre 2002 y 2004 un total de 53.454 pacientes de entre 55 y 74 años con una historia de tabaquismo de al menos 30 paquetes-año (aquí hay que recordar que el concepto de paquete-año es una forma de medir el tabaco consumido en un periodo de tiempo que equivale a multiplicar el número de paquetes de cigarrillos consumidos por día por el número de años en los que el paciente ha fumado; estaríamos hablando de, por ejemplo, un consumo de dos cajetillas de cigarrillos al día durante al menos 15 años para cumplir con el criterio de entrada); en el caso de ex-fumadores debían haber dejado el tabaco en algún momento de los últimos 15 años. Se excluyeron los pacientes con historia previa de cáncer de pulmón o en estudio por hemoptisis o cuadro constitucional.
Los pacientes fueron divididos de forma aleatoria a ser estudiados (de forma anual durante tres años) con una radiografía de tórax convencional o con el TC. Los estudios de TC se hicieron con equipos multidetector y con un protocolo de baja dosis (que por supuesto no tiene nada que ver con el estudio de las arterias coronarias) en que la máquina se ajustaba para emplear aproximadamente 1,5 mSv de radiación. Se recogieron los datos de incidencia de cáncer de pulmón y de muerte por cáncer de pulmón que ocurrieron en el periodo transcurrido hasta diciembre de 2009, es decir, se obtuvieron datos de seguimiento de aproximadamente 5-7 años de evolución tras el primer estudio de screening.
La prueba de screening fue positiva en el 24,2% en los pacientes estudiados con TC y del 6,9% en pacientes estudiados con radiografía simple. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los pacientes este resultado fue un falso positivo (96,4% en el grupo de TC, 94,5% en el de radiografía). Se diagnosticó un mayor número de casos de cáncer de pulmón en los pacientes estudiados con TC (1.060 casos, que corresponden a 645 casos por 100.000 pacientes y año) que en los pacientes estudiados con radiografía (941 casos, 572 por 100.000 pacientes y año; riesgo relativo 1,13, con IC 95% de 1,03 a 1,23). Sin embargo, el dato realmente importante es que hubo un número significativamente menor de muertes por cáncer de pulmón en pacientes estudiados con TC (247 por 100.000 pacientes y año) en comparación de los pacientes estudiados con radiografía (309 por 100.000 pacientes y año); con unas cifras que suponen una reducción relativa de la mortalidad del 20% (IC 95% 6,8 a 26,7, p=0,004). La tasa de muerte de cualquier causa también se redujo en un 7% en los pacientes estudiados con TC.
Comentario
No cabe duda de que el TC es una de las herramientas básicas en la rutina clínica diaria. Aunque su incorporación en cardiología es relativamente reciente, se piensa que es una de las técnicas que va a crecer más en el futuro debido a la posibilidad de estudiar de forma no invasiva las arterias coronarias. Tampoco cabe ninguna duda, por desgracia, que la radiación administrada en los estudios médicos es una de las fuentes principales de radiación en la actualidad. Este estudio es un buen ejemplo de cómo las indicaciones del TC van a crecer todavía aún más en el futuro al apoyar la utilidad del screening del cáncer de pulmón en pacientes de riesgo; existen estudios similares que han mostrado que el TC puede ser útil en el screening del cáncer de colon y existen campos de utilidad prácticamente para todas las especialidades. Por tanto, el uso responsable de las pruebas que utilizan radiaciones ionizantes va a convertirse muy pronto en una de las necesidades de la práctica clínica; se debe tener siempre en cuenta que aunque la radiación es una preocupación importante, debe serlo mucho más (como todo en medicina) indicar la prueba en un paciente en el que el beneficio sea superior al riesgo.
Referencia
Reduced Lung-Cancer Mortality with Low-Dose Computed Tomographic Screening
- The National Lung Screening Trial Research Team.
- N Engl J Med 2011; 365:395-409.