La diabetes es un importante factor de riesgo de aparición de eventos cardiovasculares, por lo que en el paciente diabético es vital no solo el control de la glucemia, sino el de todos los factores de riesgo. Se ha demostrado que el tratamiento intensivo de múltiples factores puede reducir a la mitad la mortalidad de estos pacientes, pero se desconoce su efecto si éste se realiza precozmente.
Para investigar el efecto del control intensivo precoz de los factores de riesgo en el paciente diabético se diseñó el estudio ADDITION-Europe, en el que previo a la inclusión, se realizó un screening poblacional entre sujetos de riesgo no diabéticos. Aquellos en los que tras el screening y las pruebas de confirmación se llegó al diagnóstico de diabetes mellitus fueron aleatorizados a recibir el tratamiento estándar que recibe un paciente diabético o un tratamiento intensivo de todos los factores de riesgo, basado en el algoritmo del estudio Steno-2 y con los objetivos de control establecidos en las guías de actuación.
El objetivo primario fue el primer evento cardiovascular, incluida la mortalidad y la morbilidad cardiovascular (infarto no mortal y ACV no mortal), revascularización y la amputación no traumática en los 5 años posteriores a la inclusión. El análisis se realizó por intención de tratar.
El screening identificó 3.233 pacientes con diabetes tipo 2, de los cuales 3.057 aceptaron participar, obteniéndose información acerca del objetivo principal del estudio para 3.055 (99,9%) de los pacientes. La edad media fue de 60,3 años y la duración media el seguimiento fue de 5,3 años. El control de los factores de riesgo (concentraciones de HbA1c, colesterol y presión arterial) fue significativamente mejor en el grupo de tratamiento intensivo. La incidencia del primer episodio cardiovascular fue del 7,2% (13,5/1000 personas-años) en el grupo de tratamiento intensivo y 8,5% (15,9/1000 personas-años) en el grupo de tratamiento habitual (HR 0,83; IC 95%: 0,65 -1,05), y la incidencia de mortalidad de todas las causas de 6,2% (11,6/1000 personas-años) y 6,7% (12,5/1000 personas-año) respectivamente (HR 0,91; IC 95% 0,69 -1, 21). Los HR para los componentes individuales de la variable combinada favorecían al grupo de tratamiento intensivo, aunque ninguno alcanzó significación.
Con estos resultados los autores concluyen que el tratamiento intensivo precoz de los pacientes con diabetes tipo 2 se asocia con una pequeña reducción no significativa en la incidencia de eventos cardiovasculares y muerte.
Comentario
En este estudio, a pesar de un tratamiento intensivo precoz en el paciente diabético, tras 5 años de seguimiento no se consiguió una reducción significativa de los eventos respecto a un control rutinario. Las tasas de eventos cardiovasculares, no obstante, parecen divergir tras 4 años de seguimiento. Es posible que en este grupo de pacientes con diabetes diagnosticada mediante screening sea necesario un seguimiento más amplio para obtener resultados significativos. Lo que está claro es que los pacientes incluidos en este estudio fueron de menor riesgo, ya que la incidencia de eventos cardiovasculares en el grupo de tratamiento habitual (8,5%) fue menor de lo esperado en comparación con la de los pacientes recién diagnosticados en el estudio UKPDS (12,1%), lo mismo que la mortalidad global fue inferior que la reportada en otros estudio, y comparable con la mortalidad de la población general de la misma edad y no diabética.
Aunque los resultados de este estudio siguen sin ser concluyentes, se demuestra que el screening para la diabetes mellitus a nivel poblacional es factible y que el tratamiento precoz consigue que la tasa de eventos cardiovasculares o mortalidad sea similar a la de la población no diabética. En el estudio Steno-2 en el que se demostró que una intervención multifactorial era muy eficaz en la reducción de eventos, se incluyeron pacientes con diabetes de más larga evolución y con presencia de microalbuminuria, por lo que se trata de una población de mayor riesgo que la incluida en el estudio actual.
Referencia
- Simon J Griffin, Knut Borch-Johnsen, Melanie J Davies, Kamlesh Khunti, Guy EHM Rutten, Annelli Sandbæk, Stephen J Sharp, Rebecca K Simmons, Maureen van den Donk, Nicholas J Wareham y Torsten Lauritzen.
- Lancet 2011;378:156-167.