Este artículo recoge los resultados del estudio PROBE, un ensayo aleatorizado, prospectivo y ciego diseñado con la intención de evaluar la influencia de la vacunación antigripal en la aparición de nuevos eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad coronaria.
Los autores incluyeron 439 pacientes que habían sido ingresados por un episodio coronario agudo (manejado con el mejor tratamiento posible en función del criterio de los cardiólogos clínicos) en las ocho semanas previas, y los distribuyeron de forma aleatorizada a recibir vacunación antigripal o placebo. Los pacientes fueron seguidos durante un año en el que se analizó la aparición de nuevos eventos cardiovasculares, incluyendo muerte, hospitalización por un nuevo episodio coronario agudo, por insuficiencia cardiaca o por un accidente cerebrovascular. Tras el periodo de seguimiento, la tasa de eventos fue llamativamente menor (9,5% frente a 19,3%, RR 0,70, IC 95% 0,57-0,86, p=0,004) en el grupo de pacientes que recibieron la vacuna antigripal, aunque no hubo una diferencia significativa en la tasa de mortalidad cardiovascular (2,3 % frente a 5,5% RR 0,39, IC 95% 0,14-1,12, p=0,088).
Comentario
Una de las hipótesis clásicas en la fisiopatología de la enfermedad coronaria sugiere que la exposición de la pared arterial a algunos procesos infecciosos podría contribuir al proceso inflamatorio crónico que es la base de la arteriosclerosis. Existen trabajos clásicos que han sugerido una relación entre las infecciones periodontales o de la presencia de Chlamidia pneumoniae con el desarrollo de placas de ateroma. Sin embargo, el fracaso de los ensayos clínicos con el empleo de antibióticos frente a Chlamidia ha hecho que el interés por el estudio de la relación entre infección y eventos cardiovasculares se haya reducido de forma notable.
Los autores de este estudio plantearon la hipótesis de que, en contraste con un proceso inflamatorio crónico, un proceso inflamatorio agudo podría ser el disparador que causara un cambio brusco en las placas de ateroma que llevara a la rotura y a la aparición de eventos. Los datos del estudio son muy sugestivos y muestran que la vacunación antigripal se asocia con una reducción llamativa de un 10% del riesgo absoluto de nuevos eventos cardiovasculares en el plazo de un año.
En el editorial que acompaña al artículo, el Dr. Cannon nos recuerda los dos trabajos principales previos en este campo. El estudio FLUVACS analizó un grupo muy heterogéneo de 301 pacientes con enfermedad coronaria y mostró que los pacientes sometidos a un intervencionismo electivo no obtenían beneficio de la vacunación antigripal, pero que en el grupo de pacientes reclutados tras un infarto de miocardio la vacunación antigripal se asociaba a un riesgo menor de muerte cardiovascular o infarto recurrente. El segundo estudio, el estudio FLUCAD, que es más reciente, no mostró beneficio de la vacuna antigripal en un grupo de 658 pacientes con enfermedad coronaria estable. Un análisis combinado de estos dos artículos parecía sugerir que la vacunación antigripal se asociaba a una reducción de la mortalidad cardiovascular. Sin embargo, está claro que los trabajos son demasiado pequeños, escasos y heterogéneos para obtener conclusiones claras . Nuestro artículo de hoy añade algo de luz y sugiere que los pacientes con eventos recientes serían los que tendrían el máximo beneficio de la inmunización; sin embargo, faltan muchos más datos antes de poder dar este tema por zanjado. Lo que sí parece claro, ya que deriva de un estudio con una cohorte de más de 40.000 pacientes en los que se administró la vacuna de la gripe del neumococo o del tétanos, es que la vacunación por sí misma es segura y no se asocia a problemas cardiovasculares.
Referencia
Influenza Vaccination Reduces Cardiovascular Events in Patients With Acute Coronary Syndrome
- Phrommintikul A, Kuanprasert S, Wongcharoen W, Kanjanavanit R, Chaiwarith R, y Sukonthasarn A.
- Eur Heart J (2011) 32 (14): 1730-1735.