Salen a la luz los resultados del estudio CONFIRM, uno de los más importantes en imagen cardiaca de este año, y uno de los más esperados desde su comunicación preliminar en el congreso de la American Heart Association.
El estudio CONFIRM es básicamente un gran registro internacional y multicéntrico que incluyó los datos de 24.475 pacientes con sospecha de enfermedad coronaria con un riesgo bajo o intermedio, que fueron estudiados con un TC coronario con un equipo convencional de 64 detectores y en el que se analizó el pronóstico de los pacientes a través de la tasa de mortalidad global en función de los hallazgos del estudio no invasivo de las coronarias.
Tras un seguimiento promedio de 2,3 ± 1,1 años se produjeron 404 fallecimientos. Tanto la presencia de enfermedad coronaria obstructiva (riesgo relativo 2,6) como de enfermedad coronaria no obstructiva (RR 1,6) se asociaron a un riesgo mayor y estadísticamente altamente significativo de mortalidad durante el seguimiento en comparación con los pacientes sin enfermedad coronaria. La mortalidad se asoció con la carga de enfermedad, de tal manera que el riesgo aumentó de forma clara con el número de vasos con lesiones obstructivas (RR 2,0 en pacientes con enfermedad de un vaso, RR 2,92 en pacientes con enfermedad de dos vasos y RR 3,70 en pacientes con enfermedad de tronco o tres vasos). También fue importante comprobar que la ausencia de enfermedad coronaria demostrable por TC se asoció a una tasa muy baja de mortalidad (incidencia anual de 0,28%). En el análisis de subgrupos, se comprobó que la misma carga de enfermedad se asociaba a una mayor tasa de mortalidad en sujetos jóvenes y en mujeres
Comentario
El TC cardiaco es una técnica que ha tenido un crecimiento explosivo en los últimos años. Su desarrollo vertiginoso ha ido de la mano con la polémica entre defensores entusiastas, encantados con la posibilidad de descartar de forma no invasiva y fiable la enfermedad coronaria y detractores igualmente apasionados preocupados por el uso de una técnica que emplea radiaciones ionizantes. Esta controversia ha hecho que el TC cardiaco haya sido la técnica de imagen cardiaca a la que se le ha exigido más para demostrar su utilidad clínica.
En nuestro artículo de hoy se publican los resultados del estudio CONFIRM, un registro con datos de casi 25.000 pacientes, lo que lo convierte en el estudio de mayor tamaño y con el mayor número de pacientes de toda la literatura en imagen cardiaca, con una magnitud al menos 10 veces mayor con respecto a estudios previos en este campo. Los resultados que proporciona no son nuevos, ya que los datos se conocen desde hace mucho tiempo gracias a la coronariografía convencional. Lo que sí es novedoso es la demostración de que es posible obtener información diagnóstica y pronóstica de utilidad indudable de forma no invasiva con el TC. En este sentido es muy importante comprobar que la ausencia de enfermedad coronaria apreciable en TC se asocia a un riesgo muy bajo de mortalidad ya que demuestra, por enésima vez, que la técnica es fiable para descartar la enfermedad coronaria.
Por supuesto que existen muchas preguntas por contestar. Probablemente la incorporación a la clínica de los nuevos equipos capaces de hacer un estudio de coronarias con menos de 1 mSv reduzca la preocupación por el uso de radiaciones ionizantes. Un problema más difícil es saber qué hacer en los pacientes en los que se demuestra enfermedad más o menos severa, ya que en el momento actual la técnica no permite demostrar si las lesiones se asocian o no a isquemia, una pregunta especialmente importante cuando se tiene en cuenta que la demostración de isquemia es la base de las indicaciones de revascularización. La última pregunta importante es saber qué hacer con los pacientes asintomáticos en los que se demuestra arteriosclerosis coronaria; la tendencia que han adoptado muchos clínicos de forma empírica es iniciar medidas de prevención secundaria, incluyendo tratamiento con estatinas. Todavía no existe ningún estudio clínico que respalde esta actitud y desde luego el día que se demuestre que el tratamiento de la arteriosclerosis coronaria diagnosticada con el TC cardiaco mejora el pronóstico de los pacientes será el día en el que se acabará la controversia sobre el TC coronario.
Referencia
- Min JK, Dunning A, Lin FY, Achenbach S, Al-Mallah M, Budoff MJ, Cademartiri F, Callister TQ, Chang HJ, Cheng V, Chinnaiyan K, Chow BJ, Delago A, Hadamitzky M, Hausleiter J, Kaufmann P, Maffei E, Raff G, Shaw LJ, Villines T, y Berman DS; investigadores del estudio CONFIRM.
- J Am Coll Cardiol. 2011;58:849-860.