Traemos hoy al blog los resultados de un estudio, un tanto técnico, en el que se trata la mejor forma de hacer la revascularización con bypass coronarios, pero lo suficientemente interesante, como para que el editor de Circulation haya dejado un acceso libre y gratuito a la versión completa del artículo.
Todo el mundo tiene en mente a la hora de plantear una revascularización quirúrgica que se va a emplear la mamaria interna izquierda como uno de los bypass, ya que es el injerto más duradero y seguro. Sin embargo, a partir de ahí las cosas están menos claras; los bypass arteriales son superiores a los venosos, pero no está nada claro si se sebe usar la otra mamaria o es mejor hacer bypass con una de las arterias radiales.
Los autores del estudio se plantearon comparar los resultados quirúrgicos y la evolución de los pacientes en función de que se hubiera empleado una segunda mamaria o una radial. Analizaron los datos de una serie consecutiva de 1.001 pacientes sometidos a cirugía de revascularización coronaria no urgente entre 2001 y 2010, en la que se encontraron 277 pacientes en los que se empleó la mamaria derecha y 724 pacientes en los que se uso la arteria radial (por supuesto además del bypass de mamaria izquierda). Se emplearon además otros bypass de safena en función de las necesidades de los pacientes.
El análisis estadístico mostró que la tasa de eventos adversos cardiacos y cerebrovasculares en el periodo preoperatorio fue significativamente menor en el grupo en el que se emplearon las dos arterias mamarias (1,4% frente a 7,6%, p>0,001). Tras un seguimiento promedio de 5 años, la supervivencia (RR 0,23, IC 95% 0,066-0,81, p=0,022) y la supervivencia libre de eventos (cardiacos y cerebrovasculares, RR 0,18, p>0,001) fue significativamente mejores en el grupo de pacientes en el que se emplearon las dos mamarias en comparación con el grupo de pacientes en los que se usó mamaria y radial.
Comentario
Existe evidencia firme de que el uso de la mamaria izquierda en la cirugía de revascularización coronaria reduce la mortalidad y los eventos cardiovasculares en comparación con el uso de bypass de safena. El problema viene a la hora de elegir cómo hacer los siguientes bypass que puedan ser necesarios. La arteria radial suele ser el conducto de elección; sin embargo, también se conoce que la permeabilidad a largo plazo es peor que la de la mamaria e incluso hay datos que sugieren que no es mejor que la de los bypass de safena a un año de evolución tras la cirugía. Por otra parte, existen trabajos previos sobre el empleo también de la segunda mamaria que han mostrado que la técnica se asocia a reducción de la mortalidad perioperatoria y a una reducción del 60% de la necesidad de una nueva revascularización quirúrgica en el seguimiento. A pesar de esto, el empleo de la segunda mamaria no es una técnica de uso muy común, ya que por una parte tiene su complejidad técnica y por otra existe la duda de que pueda afectar de forma negativa a la cicatrización de la esternotomía e incluso favorecer la aparición de una mediastinitis. Los datos de nuestro estudio de hoy apoyan de forma firme la técnica de la segunda mamaria; los autores no encontraron un mayor número de complicaciones de la esternotomía y sí vieron un menor número de eventos cardiacos y cerebrovasculares, que podrían estar en relación con una mayor fiabilidad y durabilidad del injerto por un lado y de la menor manipulación de la aorta por otro. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el estudio no es ni prospectivo ni aleatorizado, por lo que las conclusiones aún no se deben considerar como definitivas.
Referencia
- E, Fischler N, Sakic A, Chevtchik O, Alber H, Schistek R, Ulmer H, y Grimm M.
- Circulation. 2011; 124:1321-1329.