La estenosis aórtica es una valvulopatía muy frecuente en nuestro medio, que cuando alcanza un estadio grave conlleva una alta mortalidad y un gran deterioro funcional, salvo que sea intervenida. Aunque, clásicamente, la única opción ha sido el recambio quirúrgico, algunos enfermos, por presentar un riesgo quirúrgico muy elevado con mucha comorbilidad, han sido excluidos para este tratamiento.
La reciente aparición de la técnica transcatéter (transapical o transfemoral), cada vez más desarrollada, supuso un cambio en el pronóstico de este tipo de enfermos.
El estudio PARTNER (Placement of Aortic Transcatheter Valves), en su rama B, comparó el tratamiento médico convencional con la TAVI, demostrando un beneficio claro en la supervivencia a corto plazo, según se comentó entonces en este blog.
Los investigadores del PARTNER publican en esta ocasión, un subanálisis preespecificado respecto a la evolución de la calidad de vida de los enfermos reclutados en su estudio original. Así, valoran la calidad de vida mediante el cuestionario de Kansas y los SF12 (short form questionnaire) en el momento basal y a los meses 1, 6 y 12 de la aleatorización.
Basalmente, encuentran que los resultados de los cuestionarios muestran una calidad de vida en los enfermos marcadamente deprimida. Posteriormente, en resumen, los autores encuentran un beneficio estadísticamente significativo en el grupo que fue sometido a la TAVI, ya a partir del primer mes. Además, llevan a cabo un análisis por subgrupos (edad más o menos de 85 años, género, riesgo quirúrgico, FEVI, etc.) donde comprueban que los resultados se repiten en la misma línea.
Asimismo, además de observar que los resultados del cuestionario de Kansas se mantienen a los 12 meses de seguimiento, describen cómo los enfermos del grupo TAVI logran mejores puntajes tanto en el SF12 físico como en el SF mental que se mantienen para el final del seguimiento.
Comentario
Los estudios existentes, observacionales, ya habían demostrado como el reemplazo valvular aórtico quirúrgico convencional, incluso en octogenarios, era capaz de producir marcadas mejorías en la calidad de vida de los pacientes con estenosis valvular grave (severa). Sin embargo, estos trabajos solo incluían, por diseño, aquellos pacientes aceptados para cirugía. Recientemente, algún estudio menor, sin grupo control, había señalado el efecto beneficioso de las TAVI en este aspecto.
En el artículo, aunque nos encontramos con un caso claro de compartimentalización de un estudio en varios fragmentos para publicar en muchos sitios, el trabajo que nos ocupa tiene interés porque ofrece la demostración de la mejoría en calidad de vida de los enfermos TAVI del que fue el primer estudio aleatorizado para dicha técnica (vs. rechazados para cirugía), y que ya demostró un evidente beneficio de supervivencia (20% aunque con importantes complicaciones ulteriores).
No obstante, tiene ciertas limitaciones. La primera que, desde luego, no fue un estudio ciego para nadie; otras son que los porcentajes de pacientes que rellenan los cuestionarios son obviamente decrecientes con el seguimiento –entre otras cosas por la alta mortalidad de las dos cohortes de comparación-, y que solo considera los enfermos que salieron vivos del hospital, tras el ingreso para TAVI.
Veremos qué ocurre a más largo plazo, pero el hecho de poder conseguir mejorar la calidad –y supervivencia- de vida en unos pacientes antes prácticamente desahuciados es reconfortante. El punto negro es el coste de esta técnica, puesto en tela de juicio últimamente por algunos autores dada la carestía de las TAVI y sus complicaciones derivadas. Posiblemente, la previsible generalización de la técnica, con una mayor experiencia de los operadores y mejoría de los resultados, junto a la esperable disminución de precio de los dispositivos pueda equilibrar la balanza. El tiempo lo dirá.
Referencia
- Reynolds MR, Magnuson EA, Lei Y, Leon MB, Smith CR, Svensson LG, Webb JG, Babaliaros VC, Bowers BS, Fearon WF, Herrmann HC, Kapadia S, Kodali SK, Makkar RR, Pichard AD, y Cohen DJ; investigadores del Placement of Aortic Transcatheter Valves (PARTNER).
- doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.111.040022.