El infarto agudo de miocardio (IAM) es una patología frecuente y con una alta tasa de mortalidad. Esto ha propiciado una intensa labor investigadora que ha permitido el desarrollo y la mejoría de las estrategias terapéuticas de los enfermos que lo padecen. Dichos avances se han ido incorporando paulatinamente a las guías de práctica clínica y por ende a la asistencia habitual, o al menos en teoría.
Teniendo en cuenta estos cambios, y con el objetivo de determinar la evolución en la mortalidad a corto y medio plazo por infarto agudo de miocardio con elevación del ST en España y los factores terapéuticos específicos relacionados, un grupo de investigadores de varios centros analizan los datos disponibles en nuestro medio de los registros PRIAMHO I, II y el estudio MASCARA, que recogieron los datos de enfermos con infartos en los años 1995 (3.516 pacientes), 2000 (4.080 pacientes) y 2005 (2.353 casos), respectivamente. Estos trabajos incluyeron síndromes coronarios agudos tanto con como sin elevación del segmento ST.
Sin entrar mucho en pormenores de la metodología de los diversos registros, los autores presentan inicialmente tanto las características basales como los tratamientos de los pacientes incluidos en cada uno de ellos.
De esta manera, Arós et al muestran que en el periodo 1995-2005 aumenta (p<0,001) el porcentaje de pacientes que presentan hipertensión, hiperlipemia e infarto anterior, pero no el de mujeres ni la edad.
La mortalidad a corto plazo, 28 días, también fue cambiando, con unos porcentajes del 12,6, el 12,3 y el 6% en 1995, 2000 y 2005 respectivamente y del 15,3, el 14,6 y el 9,4% a los 6 meses (en ambos casos con p<0,001).
Se pudo objetivar también cómo los pacientes de 2005 presentaron menos mortalidad ajustada por confusores que los de 1995, tanto a los 28 días (OR=0,62; intervalo de confianza del 95%, 0,44-0,88) como a los 6 meses (HR=0,4; intervalo de confianza del 95%, 0,24-0,67). Otras variables asociadas con menor mortalidad a los 28 días fueron: reperfusión coronaria y uso en la unidad coronaria de antitrombóticos, bloqueadores beta e inhibidores del sistema renina-angiotensina. A corto y medio plazo, la reperfusión coronaria y la prescripción al alta de antiagregantes bloqueadores beta e hipolipemiantes explicaron la menor mortalidad en 2005.
En conclusión, como idea importante, el presente estudio indica que tanto la mortalidad precoz como a los 6 meses del infarto con elevación del ST disminuyó en el periodo comprendido entre 1995 y 2005 en España. Los factores terapéuticos relacionados son probablemente: incremento de la reperfusión y mayor utilización de antitrombóticos, bloqueadores beta, inhibidores del sistema renina-angiotensina e hipolipemiantes.
Comentario
Nos encontramos ante un estudio tremendamente pertinente por la importancia de la patología que analiza. Aunque posiblemente lo hacemos mejor y los resultados de este trabajo publicado en la Revista Española de Cardiología, podemos pensar que son halagüeños merece la pena resaltar, al menos, ciertos aspectos, para no despegar mucho los pies de la tierra.
Los datos más modernos que maneja son los del estudio MASCARA, del 2005, en los que los enfermos recibieron principalmente fibrinólisis como tratamiento revascularizador inicial. En España, en 2011, es esperable que el porcentaje de angioplastia primaria, que es mejor que la fibrinólisis, es con toda probabilidad superior, más teniendo en cuenta las redes de atención al IAM con elevación instauradas por algunas autonomías (Galicia, Cataluña...). Sin embargo, aún así, no podemos dormirnos en los laureles ya que muchos países, algunos de ellos con menor renta per cápita, continúan teniendo tasas de angioplastia primaria muy superiores al nuestro. En este sentido es importante resaltar la iniciativa STENT FOR LIFE, que intenta optimizar este asunto en toda Europa.
El lector puede encontrar datos adicionales sobre esta iniciativa, en la que está comprometida la SEC desde 2009, entre otras sociedades científicas, gubernamentales y privadas, en la página web de la sociedad (http://www.secardiologia.es/practica-clinica-investigacion/stent-for-life) y en un reciente número monográfico suplementario de la Revista Española de Cardiología (Volumen 11, Fascículo C, 2011).
Referencia
- Fernando Arós, Magda Heras, Joan Vila, Héctor Sanz, Ignacio Ferreira-González, Gaietà Permanyer-Miralda, José Cuñat, Lorenzo López-Bescós, Adolfo Cabadés, Angel Loma-Osorio y Jaume Marrugat.
- Rev Esp Cardiol. 2011;64:972-980.