En este artículo se publican los datos del registro británico de implante transcatéter de prótesis valvular aórtica. El artículo resulta interesante, ya que evalúa tanto las características de la población como el impacto del procedimiento, independientemente de la tecnología o la ruta de acceso, en la práctica clínica real fuera del ámbito controlado de los ensayos clínicos.
Los autores analizaron los datos del registro UK TAVI (United Kigdom Transcatheter Aortic Valve Implantation), un registro diseñado con la finalidad de obtener todos los datos clínicos asociados al procedimiento de implante valvular transcatéter en el país. El estudio incluyó de forma prospectiva los datos de 877 procedimientos realizados en 870 pacientes hasta diciembre de 2009 y consiguió obtener los datos de mortalidad de al menos un año en todos los pacientes.
La supervivencia a los 30 días fue del 92,6% a un año del 78,6% y a dos años del 73,7%, con una caída marcada en el periodo comprendido entre el primer mes y el primer año. El análisis estadístico mostró que la supervivencia estuvo significativamente influenciada por la presencia de insuficiencia renal, de enfermedad coronaria o de un abordaje diferente al femoral. Sin embargo, los únicos factores que demostraron en el modelo multivariado ser predictores independientes fueron la presencia de disfunción ventricular severa, de insuficiencia aórtica moderada/severa y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Comentario
Hemos seguido en nuestro blog con mucho interés el desarrollo del implante transcatéter valvular aórtica prácticamente desde su aparición. Aunque la técnica está aún en sus inicios, existe ya un número importante de más de 30.000 pacientes tratados, fundamentalmente pacientes con estenosis aórtica severa y alto riesgo quirúrgico, y un cuerpo amplio de publicaciones en la literatura soportando el valor del procedimiento. Nuestro estudio de hoy añade una pieza más de información, con la publicación de los datos de un registro que analiza la utilidad global de la técnica (con los dos modelos de prótesis disponibles actualmente y todos los abordajes femoral apical e incluso axilar, lo que tiene un sentido clínico claro) en una población real y de nuevo con resultados más que positivos.
Aunque el seguimiento "a largo plazo" que hace el artículo está en realidad limitado a un año y existen aún pocos datos del rendimiento de este tipo de prótesis con seguimientos más prolongados, el artículo es interesante porque remarca los principales predictores asociados a mala evolución tras el procedimiento, que resumen los puntos difíciles que hay que tener en cuenta. El primero de ellos es cardiaco, la presencia de disfunción ventricular severa. Aunque existen datos sobre la utilidad de las prótesis percutáneas también en este grupo de pacientes, también es cierto que algunos estudios clínicos importantes (entre ellos el famoso ensayo PARTNER) los han excluido en su diseño, por lo que está claro que es un grupo especialmente complejo en el que hace falta mayor experiencia clínica. El segundo predictor importante es no cardiaco, la enfermedad pulmonar crónica; este factor remarca la importancia de evaluar con cuidado la comorbilidad del paciente y la presencia de problemas que vayan a limitar la recuperación tras el implante. Finalmente, el último predictor está relacionado con el procedimiento y es la presencia de insuficiencia aórtica importante, lo cual remarca la relevancia tanto de la medición adecuada del anillo valvular y la selección del dispositivo adecuado.
Referencia
- Moat NE, Ludman P, de Belder MA, Bridgewater B, Cunningham AD, Young CP, Thomas M, Kovac J, Spyt T, Maccarthy PA, Wendler O, Hildick-Smith D, Davies SW, Trivedi U, Blackman DJ, Levy RD, Brecker SJ, Baumbach A, Daniel T, Gray H, y Mullen MJ.
- J Am Coll Cardiol. 2011;58(20):2130-2138.