Uno de los artículos más curiosos del número de JACC de esta semana, que es un monográfico dedicado en exclusiva al tratamiento percutáneo de diferentes tipos de cardiopatía estructural, es la descripción de un nuevo método para cerrar la orejuela de la aurícula izquierda con un parche que se puede colocar y fijar con adhesivo quirúrgico de forma percutánea.
El sistema de parche transcatéter está formado por un catéter con un balón sobre el que se monta un parche de poliuretano y por el que se puede inyectar adhesivo quirúrgico para fijar el parche. El sistema es flexible y se adapta con relativa facilidad a orejuelas de diferente tamaño y morfología. Los autores probaron la factibilidad del método en un grupo de 20 pacientes con fibrilación auricular en los que se consideró que la anticoagulación no era posible por un alto riesgo de sangrado. El procedimiento se monitorizó en 17 pacientes con fluoroscopia y ecocardiograma transesofágico; en otros 3 también se empleo la angiografía. El procedimiento básicamente se resume en avanzar el dispositivo en su vaina hasta la orejuela, inflar el balón con contraste diluido hasta estirar la orejuela e inyectar adhesivo quirúrgico por la luz central del catéter; tras esperar 45 minutos a que el adhesivo deje colocado firme el parche se retiran guía y vaina. Tras el procedimiento los pacientes recibieron tratamiento con aspirina a dosis de 300 mg/día.
Se consiguió cerrar la orejuela de la aurícula izquierda en 17 pacientes. En los 3 casos en los que se realizó la angiografía se demostró que el parche no se había fijado correctamente por lo que se retiró. En 1 caso, el dispositivo se colocó más allá de la boca de la orejuela, que quedó cerrada de forma solo parcial. Únicamente hubo una complicación asociada al procedimiento, ya que en un paciente en el que hubo dudas sobre la estabilidad del parche y se realizaron maniobras de seguridad vigorosas, se formó un trombo que precisó tratamiento agresivo. Tras el procedimiento (en un periodo de evolución no especificado) no hubo accidentes cerebrovasculares recurrentes o complicaciones hemorrágicas.
Comentario
El cierre percutáneo de la orejuela es una de las posibilidades en pacientes con fibrilación auricular con alto riesgo de ictus que a la vez llenen también un riesgo muy elevado de complicaciones hemorrágicas con la anticoagulación. Se han probado diferentes dispositivos con resultados variables; la experiencia más importante que tenemos en la literatura es con el dispositivo Platoo, que demostró a la vez ser eficaz y no tan sencillo de colocar, ya que el procedimiento se asoció a un riesgo inesperado de derrame pericárdico severo. El nuevo sistema que se prueba en este artículo tiene la ventaja teórica de ser más sencillo de colocar, ya que el balón al inflarse se adapta a la forma de la orejuela y esto se traduce en que no hubo complicaciones por derrame pericárdico. Un resultado inesperado es el fallo del procedimiento en los tres pacientes en los que se hizo angiografía, lo que hace sospechar a los autores que el contraste pudiera causar algún tipo de interferencia con la activación del adhesivo quirúrgico. Por otra parte, todos los pacientes tratados tenían una orejuela de tamaño relativamente pequeño, lo que indica que el grupo estaba muy seleccionado. Por tanto, aunque el procedimiento es factible, estamos ante los primeros pasos de una técnica para la que necesitan muchos nuevos datos clínicos y que tendrá que competir con un abanico cada vez más amplio de opciones de tratamiento farmacológico.
Referencia
- Toumanides S, Sideris E, Agricola T, y Moulopoulos S.
- J Am Coll Cardiol, 2011; 58:2236-2240.