Las enfermedades cardiovasculares suponen la principal causa de muerte en Estados Unidos y en otros muchos países. En las últimas décadas se han hecho grandes avances a la hora de definir, identificar y modificar factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, dislipemia, obesidad, diabetes, etc.), así como a la hora de desarrollar mejores tratamientos (betabloqueantes, angioplastia, etc.).
Todos estos esfuerzos han conllevado un declinar –ajustado por edad- de la mortalidad cardiovascular. Asimismo, existe actualmente la posibilidad de detectar de manera subclínica ciertas enfermedades cardiovasculares, tanto mediante pruebas bioquímicas, como de imagen, meses o incluso años antes de la primera manifestación clínica. Sin embargo, a pesar de los grandes avances en todos los aspectos, todavía hay puntos que no se comprenden del todo.
En este artículo de revisión, publicado recientemente en New England Journal of Medicine, los autores de centros estadounidenses, repasan los estudios genéticos y genómicos más actuales en cuanto a medicina cardiovascular se refiere, y que han contribuido en los últimos años a aclarar los oscuros mecanismos de este tipo de enfermedades. Se incluye una interesante gráfica con una perspectiva histórica sobre el particular y un completo -pero breve- glosario con los términos más importantes que tenemos que conocer. En orden, el manuscrito revisa los siguientes apartados:
- Herencia mendeliana. El desarrollo del proyecto Genoma Humano, hace 10 años, entre otros, ha permitido una mayor compresión de la contribución de la genética a las enfermedades cardiovasculares. Antes del mismo, se habían identificado ya multitud de genes con herencia mendeliana (principalmente monogénica) asociados a enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, estas enfermedades concretas así producidas eran raras y afectaban a una parte de la población muy pequeña (algunos infartos prematuros, displasia arritmogénica del ventrículo derecho, algunos QT largos, algunos aneurismas aórticos, dislipemias, algunas DM2…).
- Genómica del riesgo y las enfermedades cardiovasculares. La mayor parte de las enfermedades cardiovasculares son poligénicas, con una amplia influencia ambiental. Los intentos para acercarse a las causas de estas enfermedades poligénicas fueron infructuosos antes de concluir la secuenciación del genoma humano. Una década después cientos de loci asociados con muchas enfermedades cardiovasculares fueron identificados. De una manera algo más detallada, aunque sucinta, el trabajo analiza los datos disponibles sobre:
- Enfermedad coronaria e infarto de miocardio. Se han identificado alrededor de 30 loci asociados.
- Insuficiencia cardiaca. Los estudios han identificado multitud de loci, pero con baja reproducibilidad, destacando el bajo número de personas incluidos y la heterogeneidad de los trabajos.
- Arritmias, incluyendo fibrilación auricular, fibrilación ventricular, muerte súbita y la enfermedad del seno.
- Enfermedad vascular periférica y TVP y cerebrovascular, incluyendo los ictus isquémicos, aneurismas intracraneales y aórticos, entre otros.
- Factores de riesgo modificables (HTA, dislipemia, DM2, tabaquismo, obesidad) y enfermedad subclínica, considerando como tal la elevación, por ejemplo, de ciertos biomarcadores (fibrinógeno, PCR, homocisteína…) y el grosor íntima carotídeo.
- Secuenciación de ADN dirigida. Explica los genes diana más interesantes para su estudio y los avances en el área de laboratorio que permiten unos niveles de secuenciación y de análisis genético impensables hace tan solo unos años atrás.
- Rutas de las enfermedades cardiovasculares y estudios de asociación genómica.
- Predicción, prevención y tratamiento.
- Direcciones futuras.
Comentario
Artículo de revisión, que versa sobre un campo al que habitualmente los clínicos no nos encontramos muy habituados, pero en el que nos tendremos que mover de manera creciente, sin duda, en los próximos años. Cada vez más relevante, merece la pena dedicar un tiempo y algo de esfuerzo a intentar ponernos algo al día, porque la genética-genómica cada vez es más importante y resolutiva. Además, se trata de un artículo de acceso gratuito, por lo que ya no hay excusa.
Aunque hay que decir que el trabajo no entra de manera muy profunda en la materia, parece que sí puede aportar una visión bastante general al lector que le permite sacar una conclusión global de por dónde andan las cosas a día de hoy, permitiendo un punto de partida adecuado para aquellos interesados en profundizar más sobre el tema.
Referencia
Genomics of Cardiovascular Disease
- Christopher J. O'Donnell y Elizabeth G. Nabel.
- N Engl J Med 2011; 365:2098-2109.