Este es un estudio muy interesante que profundiza en la relación entre sexo y síntomas de isquemia miocárdica, y en el que los autores aprovecharon un modelo que tenemos muy cercano: la oclusión controlada de la arteria coronaria que se produce durante la angioplastia.
Se incluyeron de forma prospectiva 305 pacientes (39,7% mujeres, edad media 63,9 ± 10 años) en los que se realizó una angioplastia programada y que no tenían datos de inestabilidad hemodinámica (incluyendo la presencia de bloqueo de rama izquierda o sospecha de oclusión coronaria aguda). Estos pacientes rellenaron un cuestionario antes del procedimiento describiendo los síntomas que habían motivado la prueba. Durante el intervencionismo, el balón de angioplastia se mantuvo inflado durante dos minutos o hasta la aparición de síntomas o datos de repercusión hemodinámica; en este periodo se tomaron datos ECG y se interrogó de forma exhaustiva a los pacientes sobre sus síntomas. El dolor torácico fue el síntoma más frecuentemente referido (69,8%). Sin embargo, el análisis estadístico mostró que la aparición de dolor torácico era tan frecuente en hombres como en mujeres; únicamente hubo dos síntomas que aparecieron de forma significativamente más frecuente en mujeres: la irradiación del dolor a mandíbula, garganta o dientes (OR 2,91 con respecto a los hombres) o la presencia de dolor únicamente fuera del tórax.
Comentario
Una de las preocupaciones clínicas importantes en el tratamiento de la enfermedad coronaria es que las mujeres solicitan atención sanitaria más tarde que los hombres cuando padecen un episodio coronario agudo, retraso que tiene un impacto indudable en su evolución clínica. Las razones por las que se produce este retraso no se conocen por completo, pero una de las hipótesis principales es que las mujeres podrían tener una sintomatología diferente a la de los hombres, lo que haría en primer lugar que se dieran cuenta más tarde del problema, y en segundo lugar que el diagnóstico fuera más difícil.
Nuestro trabajo de hoy aborda el estudio de los síntomas que produce la enfermedad coronaria de forma drástica. El planteamiento es bastante sencillo, y consiste en cerrar una arteria coronaria de forma controlada durante el intervencionismo para poder registrar de forma exhaustiva los síntomas del paciente. Los datos parecen en principio bastante claros: las mujeres padecen dolor torácico típico en un porcentaje de casos similar al de los hombres, y la única diferencia estaría en la presencia o irradiación del dolor en cuello, mandíbula o dientes. Sin embargo, como refleja el editorial que acompaña al artículo, la situación no es ni mucho menos tan sencilla. Un problema importante es que los pacientes con sospecha de enfermedad coronaria 'aprenden' a través de los medios o de los médicos que los atienden el tipo de vocabulario a emplear o la forma de referir los síntomas, lo cual hace que su respuesta no sea espontánea; esta ha sido la razón de que los mejores estudios que han tratado de valorar el tipo de síntomas en función del sexo se hayan hecho en pacientes que han sufrido su primer infarto de miocardio y que tratan de describir sus experiencias por primera vez; en nuestro estudio los pacientes pasan un cuestionario dos veces, lo que multiplica este sesgo en la comunicación. Más importante todavía es recordar los datos del estudio WISE que mostró la proporción de pacientes con coronarias sin lesiones en pacientes con un síndrome coronario agudo era significativamente mayor en mujeres (15% a 30%) que en varones (10%). Estas mujeres presentaban de forma más frecuente un dolor más atípico o prolongado (más de 30 minutos). Muchas de ellas tenían isquemia demostrable (RMN, isótopos o eco) y un peor pronóstico a largo plazo a pesar de no tener lesiones obstructivas; obviamente este grupo con mayor frecuencia de síntomas atípicos fue excluido en nuestro estudio actual, en el que solo se recogieron datos en los pacientes que se hizo angioplastia. Por tanto, probablemente hayamos aprendido algo más sobre la relación entre sexo y síntomas de enfermedad coronaria, pero la situación no está ni mucho menos resuelta por completo.
Referencia
Gender Differences in Symptoms of Myocardial Ischaemia
- Mackay MH, Ratner PA, Johnson JL, Humphries KH, y Buller CE.
- Eur Heart J (2011) 32 (24): 3107-3114.