Subanálisis del estudio multicéntrico observacional OBELICA que intenta encontrar diferencias en cuanto al riesgo de pacientes con insuficiencia cardiaca, según presenten o no la función sistólica preservada, en una muestra bastante homogénea.
La mayoría de los trabajos han puesto de manifiesto que el pronóstico de la insuficiencia cardiaca con función sistólica conservada (FSC) es tan malo como el de la insuficiencia cardiaca con función sistólica deprimida (FSD), aunque estos resultados pueden estar sesgados debido a que estos dos tipos de insuficiencia cardiaca tienen características distintas (edad, comorbilidades, tratamiento) que pueden influir en el pronóstico.
El objetivo del presente trabajo es evaluar si la morbimortalidad a corto plazo es distinta en estos dos subgrupos de insuficiencia cardiaca, con pacientes homogéneos en cuanto a edad, comorbilidad y tratamiento recibido.
Para ello se analizaron dos grupos de pacientes mayores de 70 años y que podían recibir bloqueadores beta, dados de alta consecutivamente tras un ingreso por insuficiencia cardiaca, en 53 hospitales españoles (FSC=245; FSC= 374), y se comparó la morbimortalidad cardiovascular a los 3 meses del alta.
Las medias de edad fueron similares (77,5 ± 4,8 frente a 78,2 ± 5,5 años). La fracción de eyección ventricular izquierda fue de 56,2 ± 8,1% frente a 33 ± 6,9% (p <0,001). La incidencia del evento combinado (muerte, ingreso por insuficiencia cardiaca, síndrome coronario agudo o ictus) a los 3 meses del alta fue menor en los pacientes con insuficiencia cardiaca y función sistólica conservada (el 13,4 frente al 20,6%; p =0,026). Tener la función sistólica deprimida fue predictor independiente de mayor incidencia de eventos (odds ratio = 1,732; p=0,048).
Los autores concluyen que en pacientes de edad similar que reciben el mismo tratamiento, el pronóstico a corto plazo es mejor en los pacientes con insuficiencia cardiaca y FSC que en aquellos con FSD.
Comentario
La función sistólica es uno de los parámetros más importantes a tener en cuenta para valorar el riesgo de mortalidad y de episodios cardiovasculares en la mayoría de las enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, arritmias e insuficiencia cardiaca). Sin embargo, en los grandes registros de insuficiencia cardiaca, el subgrupo de pacientes con FSC tenían el mismo mal pronóstico que aquellos con la FSD. Probablemente, y tal y como comentan los autores de este estudio, esto es debido a que las características demográficas, así como otros factores extracardiacos de los pacientes con FSC, incrementan el riesgo. Es decir, habitualmente los pacientes con FSC son mayores con más comorbilidades y reciben menos tratamientos, y por tanto, se agrava su pronóstico por dichas características y no por la propia enfermedad cardiaca. En este estudio en el que se intenta evitar este sesgo de selección, mediante el análisis de una población más homogénea (mayores de 70 años, con comorbilidades y tratamientos similares), los resultados de morbimortalidad son mejores en los pacientes con FSC que en los que presentan FSD.
El escaso seguimiento, la exclusión de pacientes del Servicio de Medicina Interna y el elevado uso de betabloqueo en el subgrupo de FSC (algo inusual en los registros) son las limitaciones principales del estudio.
Referencia
- Manuel Anguita, Juan C. Castillo, Martín Ruiz, Francisco Castillo, Manuel Jiménez-Navarro, Marisa Crespo, Luis Alonso-Pulpón, Eduardo de Teresa, Alfonso Castro-Beiras, Eulalia Roig, Remei Artigas, Antonio Zapata, Ignacio López de Ullibarri y Javier Muñiz, en representación de los investigadores del estudio OBELICA.
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Rev Esp Cardiol. 2012;65(1):22–28.