El presente artículo tiene como objetivo actualizar e informar sobre los trabajos relacionados con la muerte súbita (MS) en atletas. El artículo se estructura en cinco puntos que permiten enfocar los principales problemas relacionados con el abordaje global de la MS en deportistas.
El primer punto que plantea es intentar responder a la pregunta de si realmente existe un riesgo más elevado de MS en los atletas. La cuestión no es respondida con la información disponible. Por un lado, algunos estudios advierten de un incremento del riesgo de MS en atletas, otros concluyen que existe un mayor riesgo en la población general comparado con este grupo, mientras otros indican que la incidencia en ambos grupos es similar y baja. El artículo concluye que se necesitan trabajos más exhaustivos y que utilicen definiciones estandarizadas. Por lo tanto, sigue sin aclararse cuál es realmente la magnitud del problema.
El segundo punto tratado es en relación al cribado y prevención del problema. El objetivo es reducir el riesgo de MS mediante la identificación de enfermedades cardiacas potencialmente letales. Como ejemplo, comentan el programa nacional que se lleva a cabo desde 1982 en Italia. Se trata de un programa con carácter de obligatoriedad y que lleva implícita una estrategia restrictiva para la práctica deportiva y participación en competiciones en aquellos casos detectados mediante las pruebas de cribado (ECG 12 derivaciones con prueba de estrés y ecocardiograma electivos). Dos países se sumaron a esta iniciativa: EEUU e Israel. Y finalmente el Comité Olímpico Internacional. Los programas se apoyan en los resultados obtenidos en cuanto a la reducción del riesgo de muerte súbita en estos países. No obstante, el artículo resalta que los resultados obtenidos provienen de estudios observacionales. Es decir, que seguimos sin disponer de argumentos en los que se apoye una decisión basada en la evidencia.
En el tercer punto se abordan las principales causas de muerte relacionadas con el deporte. La información obtenida de un registro publicado recientemente pone de manifiesto que los accidentes ocupan el primer puesto (51%), seguidos de la MS cardiaca (16%). Pero si nos centramos en el tipo de actividad deportiva nos encontramos que son los accidentes la primera causa de muerte en deportes como el alpinismo, ciclismo o natación. Aunque la primera causa de mortalidad en otros deportes como el fútbol, baloncesto o corredores de maratón, es la MS. Concluyendo que existe una relación entre el tipo de deporte y la causa de la muerte. Y que ese aspecto también debería tenerse en cuenta a la hora de dirigir un programa de cribado y prevención.
El cuarto punto trata el tema del acceso a desfibriladores y programas de emergencia. La primera cuestión es que estos programas no solo deberían abarcar los problemas derivados de los eventos cardiacos. Otro aspecto tratado es acerca del entrenamiento y certificación tanto en la realización de la reanimación cardiopulmonar básica como en el empleo del desfibrilador. Además se comenta la necesidad de disponer de un rápido acceso a los servicios médicos de emergencias.
En el último punto se reflexiona sobre las posibles consecuencias en el deportista acerca de la restricción y abandono de la actividad deportiva. Por un lado, son muchos los trabajos que ponen de manifiesto los beneficios de la práctica regular de ejercicio físico (dichas evidencias son recogidas en las recomendaciones de las más importantes guías de práctica clínica). Y por otro, se advierten de las posibles consecuencias físicas y psicológicas relacionadas con el abandono de la práctica deportiva. También se plantea la necesidad de evaluar el impacto generado por este tipo de decisiones y revisar si se ha identificado una condición realmente predisponente de MS.
Comentario
No es infrecuente que los medios de comunicación informen de la noticia de una MS en un deportista durante una competición. Dicha noticia provoca una serie de reacciones en la población general que van desde el miedo a la indignación. Y en último término, la población demanda una respuesta concreta a la pregunta ¿no se podía haber prevenido?
El presente artículo de revisión, sin profundizar exhaustivamente en todos los trabajos comentados, pretende informar y actualizar de todos los aspectos relacionados con la MS en el atleta. El primer y más importante problema es la cuantificación de la magnitud del problema. En este punto existe información contradictoria. Posiblemente sería necesario estandarizar conceptos y definiciones como por ejemplo: atleta-deportista y muerte súbita. Otro aspecto es la fuente de información (estudios poblacionales, registros, encuestas, medios de comunicación...) e incluso tipo de deporte (competición, recreacional…). En resumen, la obtención de la información es primordial y es la clave para obtener el dato del numerador (atletas con MS) y del denominador (número de atletas practicando una actividad deportiva durante un tiempo de observación).
En nuestro medio se han publicado algunos trabajos: un artículo publicado en la Revista Española de Cardiología en el 2002 y un estudio retrospectivo que recogía 180 casos de MS obtenidos a partir de un Registro Nacional de muerte súbita y accidental publicado en 2007.
Unos aspectos interesantes no abordados en el presente artículo son las principales causas de MS, según grupos de edad de los deportistas, así como establecer los límites fisiológicos del deporte. Desde hace muchos años se describió el “corazón del atleta” como una respuesta adaptativa al ejercicio físico y al entrenamiento regular. Hoy sabemos que existen zonas grises entre la adaptación y la existencia de una verdadera patología cardiaca estructural. Además sería interesante no solo definir cuál sería exactamente la población que se beneficiaría del cribado, sino también poder aclarar qué pruebas deberían realizarse. Actualmente en Europa se considera necesario la historia familiar, historia clínica personal, exploración física y realización de un ECG. El Comité Olímpico Internacional y la mayoría de Sociedades científicas europeas y Federaciones deportivas aconsejan este modelo. También la Sociedad Española de Cardiología y el Consejo Superior de Deportes lo avalan. No obstante, el debate persiste en la literatura. Los que se oponen lo justifican con la escasa incidencia de MS, la baja sensibilidad/especificidad del ECG y las situaciones provocadas por un resultado falso positivo; sin olvidar las connotaciones culturales, del Sistema de Salud disponibles e incluso políticas que influyen en este debate.
Concluir que el artículo aborda un tema de gran interés social, reclamando estudios más rigurosos y exhaustivos con la finalidad de establecer medidas y recomendaciones más concretas y basadas en la evidencia.
Referencia
Sudden Cardiac Death in the Athlete. Brinding the Gaps Between Evidence, Policy, and Practice
- Mark S. Link, Mark Estes III.
- Circulation.2012; 125: 2511-2516.