Por primera vez en el blog publicamos un artículo original. Se trata de un trabajo de investigación sobre la posible causa de la muerte de Lope de Vega por endocarditis infecciosa, basado en sus escritos y los de sus biógrafos.
En 1981 Willoughby D. Miller afirmaba que los microorganismos originados en la boca y sus productos eran capaces de acceder tanto a zonas anatómicas adyacentes como a zonas situadas a distancia de la boca originando diferentes enfermedades1; en 1900 William Hunter expuso como la periodontitis podían originar problemas intestinales, endocarditis, nefritis y meningitis entre otras infecciones sistémicas2 ;en 1909 Thomas J. Horder consideraba que la bacteriemia de origen oral jugaba un importante papel en el desarrollo de la endocarditis infecciosa3 ; y en el siglo XVI nace Lope de Vega, uno de los literatos más importantes del Siglo de Oro español, expresaba en sus cartas la alta frecuencia con la que padecía de procesos patológicos dentales.
Tras revisar las cartas personales que se recogen en su Epistolario y en las biografías de cuatro biógrafos de Lope, dos de ellos médicos, se observa como el literato sufre varios episodios inflamatorios bucodentales a lo largo de su vida, y como pueden ser la causa principal de la enfermedad cardiaca que finalmente lo lleva a su fallecimiento a las edad de 73 años.
Lope de Vega solo describe sus procesos infecciosos bucales en cuatro de sus cartas del Epistolario; la primera carta en 1611 a la edad de 48 años, describe un proceso inflamatorio doloroso de una hemicara tras padecer en días previos importante dolor dental; que podría corresponder a una celulitis facial secundaria a un flemón dental o a un absceso periodontal. En una segunda carta, escrita en 1615, Lope, a la edad de 42 años, comenta simplemente que el dolor de muelas y las afecciones bucodentales han sido “los males que más han acabado con mi vida y mi salud” (Cód. II, núm. 60). En otra carta en 1618, Lope hace referencia de manera más directa a que el decaimiento que padece es debido a un dolor de muelas, comentando que lleva un mes con procesos bucodentales recurrentes y que ha enviado llamar a un hombre para le saque una muela, pero que frente a tanta inflamación no es capaz de definir cual es la “culpable” del dolor (Cód. IV, núm. 9) 4. Y en la última carta en la que Lope refiere de manera directa una patología bucodental, escrita a principios de 1627, a la edad de 73 años, comenta una gran hinchazón en el rostro (Códice. IV, núm. 120).
La única referencia que se tiene a su enfermedad cardiaca causante de la muerte de Lope de Vega, la recoge su discípulo, Juan Pérez de Montalbán, en lo que es la primera biografía del poeta. En ella Pérez de Montalbán describe los últimos días de Lope desde que enfermó hasta que falleció el 27 de Agosto de 1635. Días antes de que el escritor cayese enfermo, Pérez Montalbán comenta que “era tanta la congoja que le afligía, que el corazón no le cabía en el cuerpo. […] Había de morir Lope muy presto, y su corazón que profeta, lo adivinaba, enviábale los suspiros adelantados, porque tuviese los desengaños prevenidos”. El día que enfermó, sufre un síncope y escribe su discípulo “presentaba el pulso muy débil y gran fatiga en el pecho, pasó muy mala noche levantándose al día siguiente con el pecho ya levantado y con falta de respiración, falleciendo poco después5.
Tres de los biógrafos de Lope de Vega afirman que el poeta falleció a causa del corazón. El primero es González de Amezúa A., quien dice que Lope murió de una enfermedad cardiaca aguda y adquirida; y que conserva facultades mentales íntegras hasta en su misma serena y escalonada agonía “Lope muere seguramente del corazón, como Cervantes”6. El segundo es el médico Albarracín Teulón A. que comenta que el poeta pudo haber fallecido a causa de una endocarditis, consecuencia de un reumatismo poliarticular originado por un foco dentario7. Y el tercero Rico-Avelló C.; otro médico, dice que la muerte de Lope fue consecuencia de una “insuficiencia cardio-circulatoria con asistolia”, relacionada directamente con sus antecedentes reumáticos y focos sépticos bucales crónicos8.
Dentro de los microorganismos que ocasionan la endocarditis infecciosa, aparte de los estreptococos y estafilococos, se encuentran los enterococos y cocobacilos gramnegativos que habitan en la cavidad bucal y la parte superior del aparato respiratorio9. Las bacterias orales que con mayor frecuencia se aíslan en hemocultivos tras intervenciones odontológicas son los Streptococcus seguidos de bacterias anaerobias como Porphyromonas gingivalis y Microsomas micros10,11.
Para que la colonización cardiaca se produzca, es necesario la existencia de una bacteriemia. Las bacteriemias de origen dental pueden suceder a causa de procedimientos invasivos, como son las exodoncias dentales, tratamiento que estaba a la orden del día en la época de Lope de Vega y que a través de las cartas escritas por el poeta, sabemos que alguna vez tuvo que someterse a dicho tratamiento. Las exodoncias son consideradas como el procedimiento odontológico que presenta mayor riesgo de bacteriemia, siendo esta inversamente proporcional al buen estado de salud periodontal previa del paciente12,13. Algunos autores apuntan a que la prevalencia de las bacteriemias es mayor en las exodoncias de dientes con procesos infecciosos agudos14. Recientemente se ha comprobado que procedimientos comunes y no invasivos como la masticación o el cepillado dental, son capaces de emitir bacterias hasta la circulación15.
Comentario
Tras la revisión bibliográfica de cartas y biografías de Lope de Vega, podemos concluir que la probable endocarditis infecciosa que padeció el poeta, pudo ser consecuencia de una bacteriemia con origen dental y colonización de una válvula nativa probablemente degenerada por un proceso reumático. La complicación más importante de la endocarditis infecciosa aguda es la insuficiencia cardiaca ya que ejerce influencia crítica sobre el pronóstico pudiendo llegar a causar la muerte, como le pudo ocurrir a Lope de Vega, según afirma Rico-Avelló en su obra.
Bibliografía
- Miller WD. The human mouth as a focus of infection. Dental Cosmos. 1891;33:689-7132.
- Hunter W. Oral sepsis as cause of disease. Br Med J. 1900;28:215-216.
- Horder TJ. Infective endocarditis: with an analysis of 150 cases and with special reference to the chronic form of the disease. Q J Med. 1909;2:289-324.
- García Barbero J. Patología y terapéutica dental. Madrid: Síntesis; 2005. p. 244.
- Pérez de Montalbán J. Fama Póstuma a la vida y muerte del doctor frey Lope Félix de Vega Carpio y elogios panegíricos a la Inmortalidad de su nombre. Pisa: 2001. pp. 25-26.
- González de Amezúa A. Epistolario de Lope de Vega Carpio. Madrid: Real Academia Española; 1989. p. 44
- Albarracín Teulón A. La medicina en el Teatro de Lope de Vega. CSIC ed. Madrid: Diana Artes Gráficas; 1954. p. 180.
- Rico-Avelló y Rico C. Lope De Vega (Flaquezas y Dolencias). Madrid: Aguilar; 1973. pp. 280, 353.
- Karchmer AW. Endocarditis infecciosa. En: Braunwald E, editor. Tratado de Cardiología. Barcelona: Elsevier España, S.L; 2009. p. 1713-1737.
- Sande MA, Kartalija M, Anderson J. Endocarditis infecciosa. En: Hurst JW, editor. El corazón. Madrid: McGraw-Hill-INTERAMERICANA DE ESPAÑA; 2002. p. 2153-2193.
- Olsen Ingar. Update on bacteraemia related to dental procederes. Transfus Apher Sci. 2008;39:173-178.
- Parahitiyawa NB, Jin L, Leung WK, Yam WC, Samaranayake LP. Microbiology of Odontogenic Bacteremia: beyond Endocarditis. Clin Microbiol Rev. 2009;22:46-64.
- Bahrani-Mougeot FK, Paster, BJ, Coleman S, Ashar J, Barbuto S, Lockhart PB. Diverse and Novel Oral Bacterial Species in Blood following Dental Procedures. J Clin Microbiol. 2008;46:2129-2132.
- Teresa E, Noguerol Rodríguez B. Patología periodontal y cardiovascular. Madrid: Panamerica; 2011. p. 164.
- Lockhart PB, Brennan MT, Thornhill M, Michalowicz BS, Noll J. Bahrani-Mougeot FK, et al. Poor oral hygiene as a risk factor for infective endocarditis-related bacteremia. J Am Dent Assoc. 2009;140:1238-1244.
Autores
Borja Aguilar1, Fernando Lozano2, Natalia Pinilla2, Antonio H. Madrid3, Antonio del Valle1, Martín Romero1
- Departamento de Estomatología; Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Alcorcón (Madrid), España
- Servicio de Cardiología; Hospital General Universitario de Ciudad Real.
- Servicio de Cardiología; Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Sobre el autor
Borja Aguilar Fernández-Abellán
Licenciado en Odontología por la Universidad Alfonso X El Sabio. Master Oficial en Odontología Integrada, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Experto en Periodoncia, Universidad Complutense de Madrid. Doctorando por la Universidad Rey Juan Carlos. Profesor Becario de la Universidad Rey Juan Carlos.