Estudio observacional prospectivo unicéntrico, que evalúa la utilidad de la RMC para predecir la evolución de 206 pacientes tras un síndrome coronario agudo con elevación del ST.
Se ha demostrado el valor pronóstico de varios índices de resonancia magnética cardiaca a medio plazo tras un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. La extensión de la necrosis transmural permite una predicción simple y exacta de viabilidad miocárdica. Sin embargo, se desconoce su valor pronóstico a largo plazo más allá de una completa evaluación clínica y por resonancia. La hipótesis de trabajo de los autores fue que la evaluación semicuantitativa de la extensión de la necrosis transmural es el mejor índice de resonancia para predecir el pronóstico a largo plazo tras un infarto con elevación del segmento ST. Para ello se realizó un estudio cuantitativo con resonancia a 206 pacientes consecutivos tras un infarto con elevación del segmento ST. También se evaluó semicuantitativamente (número de segmentos alterados, modelo de 17 segmentos) edema, contractilidad basal y tras dobutamina, perfusión de primer paso, obstrucción microvascular y extensión de la necrosis transmural. Durante el seguimiento (mediana, 51 meses), 29 pacientes sufrieron un primer evento cardiaco adverso (8 muertes cardiacas, 11 infartos y 10 reingresos por insuficiencia cardiaca). Estos eventos se asociaron con mayor alteración de los índices de resonancia. Tras un ajuste multivariable, la extensión de la necrosis transmural fue el único índice de resonancia con asociación independiente con los eventos cardiacos adversos (razón de riesgos = 1,34 [1,19-1,51] por cada segmento con necrosis transmural > 50%; p < 0,001).
El estudio concluye que un sencillo análisis semicuantitativo de la extensión de la necrosis transmural es el índice de resonancia cardiaca más potente para predecir el pronóstico a largo plazo tras un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST.
Comentario
Se trata de un estudio observacional, prospectivo y unicéntrico que intenta valorar la utilidad de diversos mediciones obtenidas por RMC en adición a los marcadores pronósticos clásicos en los pacientes que han sido ingresados por SCACEST (seguimiento a 2 años).
En múltiples estudios se ha investigado un gran número de parámetros de la RMC que se puede obtener en una sola exploración (función y los volúmenes ventriculares, el tamaño del infarto, el edema miocárdico, el miocardio recuperable, la perfusión miocárdica y la obstrucción microvascular. Los autores de este estudio valoran múltiples parámetros de la RMC y los enfrentan a variables clínicas. En concreto se realiza un análisis multivariable en el que se incluyeron 11 variables clínicas y 15 variables de RMC, los autores llegaron a la conclusión de que, además de la edad y la elevación de la frecuencia cardiaca, la extensión transmural del infarto era el único índice de la RMC que predecía de manera independiente la aparición de MACE. Incrementándose el estadístico C de una manera discreta (de 0,75 a 0,83) lo cual demostraba la mejora del valor predictivo al valorar la extensión transmural del infarto más allá de los predictores del riesgo clínicos. Se trata por tanto del estudio unicéntrico con más pacientes y con mayor seguimiento que obtiene estos hallazgos en la literatura. Otra de las bondades del trabajo es que la utilización de dobutamina (más compleja y requiere más tiempo) no aporta nada más allá que la extensión del infarto o la FEVI, por lo que una conclusión importante sería que no es necesaria su realización para orientar el pronóstico de estos pacientes.
Como limitaciones importantes, tal y como comentan los autores, a pesar de incluir más de 200 pacientes, los episodios clínicos obtenidos son escasos y ponen en duda los análisis multivariantes que se han realizado con tantas variables (en general se recomiendan al menos 10 episodios adversos por cada variable incluida en el modelo). Por otro lado, el incremento de la precisión obtenido por el estadístico C del modelo que incluye dichas variables de RMC, es dudoso que justifique la realización de dicha técnica en el global de los pacientes con SCACEST dados los tiempos actuales, y por tanto, habría que seleccionar aquellos pacientes que se van a beneficiar más de su poder predictor, pero para ello necesitamos análisis de subgrupos que en este caso son impracticables por la escasez de episodios adversos, pero abre la puerta para estudios de colaboración y estudios multicéntricos que se están llevando a cabo (Euro-CMR).
Referencia
- Pilar Merlos, Maria P. López-Lereu, Jose V. Monmeneu, Juan Sanchis, Julio Núñez, Clara Bonanad, Ernesto Valero, Gema Miñana, Fabián Chaustre, Cristina Gómez, Ricardo Oltra, Lorena Palacios, Maria J. Bosch, Vicente Navarro, Angel Llácer,Francisco J. Chorro, Vicente Bodí
- Rev Esp Cardiol. 2013;66:603-5.