Subestudio del Framingham Heart Study que evalúa de forma prospectiva la relación entre los depósitos de grasa visceral cuantificados mediante tomografía y la incidencia de enfermedad cardiovascular, cáncer y mortalidad global.
La mortalidad asociada al sobrepeso varía entre individuos con similares índices de masa corporal. Esta diferencia podrían atribuirse a la presencia de mayor o menor grasa visceral. Aunque el tejido adiposo visceral ha sido asociado a mayor riesgo cardiovascular y de cáncer en diversos estudios trasversales(1,2), son pocos los trabajos prospectivos que confirman estos hallazgos. El objetivo del trabajo fue examinar la relación entre la cantidad y distribución de tejido adiposo visceral, evaluados mediante tomografía y la incidencia de enfermedad cardiovascular, cáncer y mortalidad global.
Se sometió a los participantes del Framingham Heart Study (n= 3.086; 49% mujeres; edad media 50,2 años) a una evaluación de los depósitos grasos (tejido adiposo visceral, tejido adiposo pericárdico y tejido adiposo periaórtico, así como tejido adiposo subcutáneo) mediante tomografía axial computarizada, tras lo cual se realizó un seguimiento medio de 5,0 años para establecer la relación entre la cuantía de dichos depósitos y la incidencia de eventos cardiovasculares, cáncer y mortalidad global. Completado el seguimiento, se registraron 90 eventos cardiovasculares, 141 canceres y 71 muertes. El análisis multivariado incluyó los principales factores de riesgo (edad, sexo, presión arterial sistólica, diabetes, tabaquismo, colesterol LDL), así como el índice de masa corporal. Tras dicho análisis, se encontró una relación estadísticamente significativa entre la incidencia de eventos cardiovasculares y la grasa visceral (Hazard ratio [HR]: 1,47; intervalo de confianza (IC) 95%: 1,09 a 1,98; p=0,012), pero no se observó en relación con la grasa subcutánea. Respecto a la incidencia de cáncer, también se observó una relación estadísticamente significativa con la grasa visceral (HR: 1,43; IC 95%: 1,12 a 1,84; p = 0.005), sin alcanzar tampoco la significación estadística con la grasa subcutánea. El análisis multivariado no mostró una relación estadísticamente significativa entre los depósitos adiposos y la mortalidad global.
Los autores concluyen que el tejido adiposo visceral se asocia con un incremento en la incidencia de eventos cardiovasculares y cáncer. Estos hallazgos apoyan las recientes tesis acerca del papel patogénico de los depósitos ectópicos viscerales de tejido adiposo.
Comentario
En este estudio observacional de cohortes prospectivo se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la incidencia de enfermedad cardiovascular y cáncer y la grasa visceral, relación que, además, se mostró independiente del índice de masa corporal y del perímetro abdominal. El interés del estudio radica sobretodo en que se trata de un trabajo prospectivo que incluyó más de 3.000 pacientes, ya que la relación entre grasa visceral y riesgo cardiovascular y de cáncer ya había sido documentada previamente, pero sobre todo en estudios transversales.
En este trabajo, la grasa visceral se comportó como predictor de riesgo vascular pero en cambio el perímetro abdominal no lo hizo. Este dato es importante y podría reflejar el hecho de que el perímetro abdominal cuantifica tanto la grasa visceral como subcutánea, que no ha mostrado asociarse a un incremento del riesgo. Numerosos estudios experimentales apoyan la relación entre la grasa visceral y la fisiopatología de múltiples enfermedades. Las adipoquinas secretadas en el tejido adiposo, se han mostrado como componentes fundamentales implicados en la activación de citoquinas proinflamatorias, factores angiogénicos y componentes de la matriz extracelular(3). Además, la secreción de adipoquinas parece diferir entre los distintos tejidos adiposos, siendo en la grasa visceral donde en mayor medida se expresan los genes proinflamatorios y proangiogénicos en comparación con la grasa subcutánea(4).
Los hallazgos de este trabajo cobran mayor interés a nivel práctico en el contexto epidemiológico actual, en el que se observa un incremento progresivo en la prevalencia de obesidad. La discriminación e identificación de los individuos de mayor riesgo será cada vez más importante, ya que permitirá establecer medidas preventivas y terapéuticas de forma precoz.
El trabajo tiene algunas limitaciones, entre las que se encuentra el hecho de que no se registraran datos evolutivos importantes como los cambios en el peso durante el seguimiento. Además, estos hallazgos no implican que la cuantificación de la grasa visceral mediante tomografía deba usarse en la práctica clínica habitual.
Referencia
Body Fat Distribution, Incident Cardiovascular Disease, Cancer, and All-Cause Mortality
- Kathryn A. Britton, Joseph M. Massaro, Joanne M. Murabito, Bernard E. Kreger, Udo Hoffmann, Caroline S. Fox.
- JACC Vol. 62, No. 10, 2013 September 3, 2013:921-925.