Estudio poblacional realizado en la región canadiense de Ontario que investiga los posibles efectos adversos de los tratamientos hormonales de fertilidad en el riesgo cardiovascular de la mujer a largo plazo.
En los países desarrollados se considera que aproximadamente el 1% de los nacimientos actuales se consiguen gracias a las terapias de fertilidad. Los efectos adversos sobre la salud cardiovascular a largo plazo de estos tratamientos hormonales se desconocen.
Este estudio se llevó a cabo analizando a todas aquellas mujeres que dieron a luz entre julio de 1993 y marzo de 2010, distinguiéndose aquellos casos en los que las mujeres recibieron algún tipo de tratamiento hormonal de fertilidad. El objetivo primario fue un objetivo compuesto de muerte, evento coronario, ictus, tromboembolismo e insuficiencia cardiaca. De 1.186.753 de mujeres que dieron a luz en ese periodo, 6.979 lo hicieron con la ayuda de las terapias de fertilidad.
Después de 9,7 años de seguimiento se observó que las mujeres sometidas a terapia de fertilidad presentaban menos eventos cardiovasculares (103 vs. 117 eventos por 100.000 persona-año), equivalente a una hazard ratio no ajustada del 0,96 (IC 95% 0,72 a 1,29, p 1⁄4 0,79) y hazard ratio ajustada de 0,55 (IC 95% 0,41 a 0,74, p <0,0001). Este menor riesgo se observó en los diferentes grupos de edad y también en los diferentes grupos socioeconómicos. Además, estas mujeres sometidas a terapia presentaron un menor riesgo de mortalidad, de eventos tromboembólicos, depresión, alcoholismo e intento de autolisis (p <0,01).
Las conclusión más importante del estudio es demostrar que la terapia hormonal aplicada en un tratamiento de fertilidad y seguida de un embarazo exitoso, no se asocia con un aumento del riesgo cardiovascular a largo plazo.
Comentario
La principal cuestión en este trabajo es poder demostrar el no aumento del riesgo cardiovascular en relación con el uso de una terapia hormonal de fertilidad. El tratamiento hormonal de fertilidad con estrógenos ha demostrado en anteriores estudios, por ejemplo, aumentar el riesgo de diabetes gestacional y de hipertensión arterial y producir disfunción endotelial. Teniendo en cuenta estos hallazgos parecería lógico pensar que estos tratamiento se podrían asociar a complicaciones cardiovasculares en un seguimiento a largo plazo.
El diseño de los estudios relacionados con el embarazo no es nada fácil, ya que no es posible la aleatorización ni tampoco la realización de estudios de casos-controles. Es por ello que un estudio poblacional de estas características parece a priori una opción muy correcta, y haber conseguido evaluar a más de un millón de mujeres gestantes es de una gran notoriedad. Ahora bien, las conclusiones que podemos sacar de todos estos resultados no dejan de ser algo confusas. Un dato importante a tener en cuenta es que el riesgo solo se evalúa en aquellos tratamientos que tuvieron éxito en conseguir un embarazo, por lo que en este sentido tenemos una pérdida de datos notable.
La conclusión más llamativa del estudio es que, aquellas mujeres que dan a luz después de haber sido sometidas a una terapia hormonal de fertilidad van a tener aproximadamente un 50% menos de riesgo cardiovascular y riesgo de muerte en los próximos diez años, si se compara con aquellas mujeres que no han recibido dicho tratamiento. Los mismos investigadores ofrecen varios argumentos para justificar estos hallazgos. Uno de los argumentos sería que realmente el tratamiento hormonal de fertilidad tuviese algún tipo de efecto pleitrópico positivo cardiovascular, aunque atribuirle a esta terapia un efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular de la mujer es algo que no parece demasiado lógico. Otro argumento es que, las mujeres que han superado con éxito un embarazo tras someterse a un tratamiento de fertilidad posiblemente opten por un estilo de vida más saludable y tengan menos factores de riesgo cardiovascular. De la misma manera también se puede argumentar que, las mujeres con unos hábitos de vida poco saludables optan en menor medida a un tratamiento de fertilidad. Es decir, y esta opción parece bastante plausible, aquellas mujeres con un estilo de vida no tan sano son las que menos van a optar a este tratamiento hormonal de fertilidad y son las que mayor riesgo cardiovascular van tener a largo plazo. ¿Cuál es el mensaje que los autores nos dan finalmente? Pues un mensaje muy claro: la terapia de fertilidad llevada con éxito no se asocia a un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida.
Referencia
Long-Term Cardiovascular Risk in Women Prescribed Fertility Therapy
- Udell JA, Lu H, Redelmeier DA.
- J Am Coll Cardiol 2013;62:1704-12.