Estudio prospectivo holandés donde se analiza la relación entre ejercicio durante o alrededor de 1 hora antes de la parada cardiaca extrahospitalaria (PCEH), su pronóstico y la incidencia de dicho cuadro en la población general.
Aunque la actividad física regular ha mostrado efectos cardiovasculares beneficiosos, el ejercicio puede desencadenar una episodio cardiaco agudo. El objetivo de los autores fue determinar la incidencia y el pronóstico de la parada cardiaca extrahospitalaria relacionada con el ejercicio en población general.
La metodología empleada fue la siguiente: se recogieron prospectivamente todas las PCEH en personas con edades entre 10-90 años desde enero 2006 a enero 2009 en la provincia holandesa de North Holland. La relación entre ejercicio durante o alrededor de 1 hora antes de la PCEH y el pronóstico fueron analizados mediante regresión logística multivariable, ajustada por edad, sexo, localización, vista por testigos, reanimación cardiopulmonar (RCP) por testigos, uso de desfibrilador externo automático (DEA), ritmo inicial, y tiempo de respuesta del Sistema de Emergencias Médicas.
Los resultados fueron los siguientes: de las 2.524 PCEHs, 143 (5,7%) fueron relacionadas con el ejercicio (7 ≤35 años, 93% hombres). La incidencia de PCEH relacionada con ejercicio fue de 2,1 por cada 100.000 personas-año en total y de 0,3 por 100.000 personas-año en aquellos ≤35 años. La supervivencia tras PCEH relacionada con el ejercicio fue claramente mejor que tras la PCEH no relacionada con ejercicio (46,2 vs. 17,2%) [odds ratio (OR) no ajustado 4,12; IC 95% 2,92-5,82; P <0,001], incluso tras el ajuste por las variables mencionadas previamente (OR 2,63; IC 95% 1,23-5,54; P = 0,01). En las 69 víctimas con edades ≤35 años, el ejercicio no estaba asociado con una mejor supervivencia: 14,3 vs. 17,7% en la PCEH no relacionada con ejercicio (OR 0,77; IC 95% 0,08-7,08; P = 0,82).
Ante estos resultados, los autores concluyen que la PCEH relacionada con el ejercicio tiene baja incidencia, particularmente en los jóvenes. Las paradas cardiacas que ocurren durante o muy poco tiempo después del ejercicio conllevan un pronóstico marcadamente mejor que las paradas no relacionadas con el ejercicio en mayores de 35 años. Este estudio establece el favorable pronóstico de la PCEH relacionada con el ejercicio y podría tener implicaciones directas en los programas de salud pública para prevenir la muerte súbita relacionada con el ejercicio.
Comentario
Aunque el ejercicio físico reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, el riesgo de un episodio cardiaco agudo está incrementado transitoriamente durante e inmediatamente después de un ejercicio principalmente vigoroso/extenuante, conociéndose esto como la paradoja del ejercicio. A pesar de esta paradoja y la discusión mundial al respecto de la prevención de episodios relacionados con el ejercicio, la información basada en poblaciones al respecto de la incidencia y pronóstico de la PCEH relacionada con el ejercicio es escasa. Es un tema de gran importancia debido a que las recomendaciones actuales indican realizar screening en atletas de competición hasta 35 años, ya que en estos es donde la PCEH se va a deber a una causa cardiaca heredable (como cardiomiopatías, enfermedad eléctrica del corazón).
Las principales fortalezas del estudio son que la valoración de los pacientes que sufrieron PCEH provenía de una recolección de datos estricta, contemporánea y se valoraba la incidencia de PCEH más que muerte súbita exclusivamente. Los autores afirman que son los primeros en hablar de una relación favorable en el pronóstico si la PCEH es relacionada con el ejercicio, pero esto debe confirmarse en más estudios, así razonan que aunque el ejercicio puede desencadenar un episodio agudo como PCEH los resultados sugieren que los efectos favorables del ejercicio mitigan esa paradoja del ejercicio, y la actividad física regular debe permanecer como el eje de cualquier iniciativa para mejorar la salud cardiovascular, pero que los síntomas específicos o quejas (e.j. molestia torácica, mareo durante el ejercicio, fatiga inexplicable, síntomas tipo gripe) no deben ser ignorados.
En un editorial acompañante al artículo, Kjetil Sunde, destaca que las paradas cardiacas por deporte son raras respecto a las no relacionadas con ejercicio, y esta información debe usarse para limitar la ansiedad en relación con las emergencias mortales relacionadas con el ejercicio. Por ello, se debe animar al público en general a realizar ejercicio a distintos niveles según su preparación física e insistir que un reconocimiento precoz de una parada, pedir ayuda, y un inicio precoz de la RCP por testigos mejora el pronóstico. Citando a Sunde no existe una cadena mejor que el eslabón más débil, el sistema y la supervivencia no van a ser mejores mientras el eslabón más débil siga siendo débil. Esto solo cambiará si las autoridades responsables identifican y entienden el problema, y si los proveedores son capaces de centrarse y entrenar para convertirse en algo aún mucho mejor.
Referencia
Exercise-Related Out-of-Hospital Cardiac Arrest in the General Population: Incidence and Prognosis
- Jocelyn Berdowski, Margriet F. de Beus, Marieke Blom, Abdennasser Bardai, Michiel L. Bots, Pieter A. Doevendans, Diederick E. Grobbee, Hanno L. Tan, Jan G.P. Tijssen, RudolphW. Koster, and Arend Mosterd.
- Eur Heart J (2013) 34 (47): 3616-3623.