El 25 de agosto de 2001, por primera vez, un equipo de investigadores y médicos de Düsseldorf acometió con éxito el primer tratamiento de un infarto de miocardio con la administración intracoronaria de células madre adultas de médula ósea del propio paciente.
Un año después, el 22 de septiembre de 2002, se realizaba el primer implante en España, concretamente en el Hospital Clínico de Valladolid, con células madre de médula ósea administradas intracoronarias en un paciente con infarto de miocardio. Se desataba entonces una apasionada carrera por demostrar que esta nueva vía podía prevenir la insuficiencia cardiaca, que muchos pacientes que sobreviven a un infarto padecen.
Ha pasado más de una década, han sido miles los pacientes tratados, y sin embargo, este tratamiento no figura dentro de las terapias recomendadas en las guías de práctica clínica. ¿Ha fracasado la terapia celular?
Mi respuesta es NO. Como en muchos ejemplos de la medicina, hemos errado los investigadores. Todavía recuerdo que hace pocos años no se contemplaba el tratamiento con betabloqueantes en la insuficiencia cardiaca. Solo los grandes ensayos clínicos aleatorizados, con estudio de dosis, demostraron que los betabloqueantes salvaban vidas en la insuficiencia cardiaca. En la terapia celular tras el infarto de miocardio ha ocurrido lo mismo. Aunque han sido numerosos los ensayos aleatorizados, cada estudio ha utilizado diferentes tipos celulares, diferentes protocolos de procesado celular, diferentes tiempos de administración y diferentes formas de medir la eficacia de la terapia celular. En consecuencia, a día de hoy el interrogante principal de la terapia celular sigue sin respuesta.
BAMI es un estudio europeo, con 11 países implicados, (más información en los link siguientes: http://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT01569178 y http://www.bami-fp7.eu), que analizará en 3.000 pacientes con infarto de miocardio si la inyección intracoronaria de células madre autólogas procedentes de médula ósea salva vidas. Este estudio aclarará si estamos en lo cierto o equivocados respecto a la terapia con células mononucleares de médula ósea en el infarto. En España, en los 25 centros que se prevé incluyan pacientes, se estima necesario reclutar 500.
Es un buen momento para dar un paso adelante en esta terapia y demostrar que en este país, en investigación, sabemos remar todos juntos. El Hospital Universitario de Salamanca cogerá uno de los remos.