Revisión sistemática específica sobre la epidemiología de la esclerosis aórtica, su progresión a estenosis aórtica y sus riesgos.
La esclerosis aórtica es el engrosamiento y/o calcificación de la válvula aórtica sin una obstrucción significativa al flujo (velocidad máxima menor de 2-2,5 m/s) mediante técnicas de diagnóstico por la imagen (ecocardiografía transtorácica [ETT] o tomografía computarizada [TC]), siendo un hallazgo frecuente en población anciana.
El presente trabajo realiza un metaanálisis observacional epidemiológico sobre trabajos prospectivos de esclerosis aórtica, excluyendo todos aquellos en relación con estenosis aórtica o cardiopatías específicas, por ejemplo, valvulopatía bicúspide. Tras una búsqueda amplia en EMBASE y MEDLINE, localizando 14.750 trabajos; incluyen finalmente en el análisis 22 trabajos de esclerosis aórtica (19 de prevalencia, 5 de incidencia, 5 de progresión y 6 con seguimiento y valoración de eventos).
Los resultados arrojaron una prevalencia asociada a la edad (R2 0,55) de forma independiente a la técnica empleada en el diagnóstico, con un aumento de 1,5% por año de edad de los participantes y siendo menor del 10% en menores de 60 años. La incidencia resultó variable según la técnica utilizada: 1,7-4,1% con TC frente a un 7,5-8,8% con ETT. La progresión a estenosis aórtica resultó del 1,8-1,9%/año y en el seguimiento se observó un aumento en el riesgo de padecer eventos entre los pacientes con esclerosis aórtica respecto pacientes con válvulas normales: i) Hazard Ratio (HR) eventos coronarios 1,68 (IC 95% 1,31-2,15); ii) HR accidente cerebro-vascular 1,27 (IC 95% 1,01-1,80); iii) HR mortalidad cardiovascular 1,69 (IC 95% 1,32-2,15); iv) HR mortalidad global 1,36 (IC 95% 1,17-1,59).
Los autores concluyen que la esclerosis aórtica es un hallazgo prevalente en la población anciana, y a pesar de mostrar una tasa baja de progresión a estenosis aórtica se comporta como un predictor independiente de morbimortalidad.
Comentario
En el presente trabajo los autores llevan a cabo un metaanálisis epidemiológico observacional, siguiendo la metodología aceptada para este tipo de trabajos, centrado de forma específica sobre la esclerosis aórtica. Tras un proceso de búsqueda y selección, localizan un total de 22 trabajos que analizan de forma prospectiva esta entidad nosológica.
De entre los resultados citados, cabe destacar la baja tasa de progresión a estenosis aórtica, aproximadamente un 2% anual. Si bien la esclerosis aórtica es un signo de daño valvular, parece necesaria la interacción de más factores para su progresión a una enfermedad hemodinámicamente significativa, y por tanto, para la explicación de los eventos detectados. En relación a estos, podrían ser explicados por un mayor perfil de riesgo clínico en los pacientes con esclerosis valvular, así como por la propia calcificación valvular y vascular. La calcificación a nivel cardiovascular se comporta como marcador de daño arterioesclerótico con relevancia pronóstica respecto pacientes sin estos marcadores. Por analogía con el comentado daño vascular, algunos trabajos han estudiado el efecto de estatinas en el curso natural de la estenosis aórtica, sin variar el curso natural de la enfermedad.
Con los datos expuestos en el presente trabajo, al detectar una esclerosis aórtica en nuestros pacientes sabremos que es un hallazgo frecuente en la población mayor de 60 años y que un pequeño porcentaje evoluciona a estenosis aórtica; pero no podemos olvidar que dichos pacientes presentan un aumento significativo en su morbimortalidad, probablemente en relación con un riesgo cardiovascular más elevado que por una obstrucción hemodinámica a nivel valvular.
Referencia
- Sean Coffey, Brian Cox, Michael J.A. Williams.
- J Am Coll Cardiol. 2014;():. doi:10.1016/j.jacc.2014.04.018.