Estudio prospectivo y observacional que analiza la relación entre la frecuencia cardiaca en reposo, asociada a eventos cardiovasculares y mortalidad, con la incidencia de fallo ventricular izquierdo e insuficiencia cardiaca.
La frecuencia cardiaca en reposo está asociada a eventos cardiovasculares y mortalidad. Sin embargo, durante muchos años no se ha incluido entre los principales factores de riesgo cardiovascular, parcialmente a causa de su interdependencia con otros factores. Otra razón puede haber sido la falta de completo conocimiento sobre los factores que los interrelacionan: hiperactividad simpática, aterosclerosis o vulnerabilidad de la placa.
Numerosos estudios previos han demostrado la asociación entre la frecuencia en reposo y la disfunción de ventrículo izquierdo en estudios epidemiológicos y en pacientes con enfermedad cardiovascular. En contraposición a ello, pocos son los estudios diseñados para explorar la relación entre la FC en reposo y el posterior desarrollo de disfunción ventricular en individuos asintomáticos sin historia de enfermedad cardiovascular.
Durante las fases tempranas de la disfunción ventricular izquierda y la progresión hacia la insuficiencia cardiaca, se instaura una sutil reducción de la función del ventrículo izquierdo que podría verse acompañada más delante de un incremento compensatorio de la frecuencia cardiaca en reposo. A este respecto, no existen estudios que hayan analizado la frecuencia en reposo con la incidencia de fallo cardiaco y disfunción miocárdica en una larga cohorte de hombres y mujeres sanos. Por tanto, los autores de este artículo emitieron las siguientes hipótesis para el estudio: 1) la frecuencia cardiaca en reposo puede estar relacionada con la insuficiencia cardiaca, independientemente de la HTA, DM y ECV. 2) un aumento de la frecuencia cardiaca en reposo podría ser un marcador precoz de disfunción ventricular izquierda que precedería a los tradicionales índices de fallo izquierdo y enfermedad clínica.
Exploraron así la relación entre la frecuencia basal y la incidencia de disfunción miocárdica en una gran población multiétnica de ambos sexos libre de enfermedad cardiovascular en el momento del reclutamiento. También investigaron si esta frecuencia estaba asociada al desarrollo de disfunción ventricular izquierda tanto global como segmentaria, independientemente de los factores de riesgo tradicionales.
Con este fin usaron los datos extraídos del estudio MESA; estudio multiétnico de la aterosclerosis, que buscaba describir nuevos factores de riesgo cardiovascular como la inflamación sistémica, obesidad y resistencia a la insulina. Para ello, unos siete mil hombres y mujeres sin historia de enfermedad cardiovascular previa fueron reclutados. Las edades abarcaban desde los cuarenta y cinco hasta los ochenta y cinco años. Distintos orígenes en cuanto a estados norteamericanos y diversas etnias; la blanca la más frecuente. Todos estos pacientes se siguieron durante siete años. Al cabo de cinco años se les repitió la resonancia, y se midieron los cambios de FEVI y el acortamiento circunferencial. Asimismo, durante el seguimiento se contactó cada seis u ocho meses con ellos para anotar los casos incidentes de insuficiencia cardiaca.
Los análisis de la frecuencia en reposo, ajustados como una variable continua, demostraron que por cada incremento de un latido/min, el riesgo de incidencia de insuficiencia cardiaca aumentaba un 4%. Comparando con el cuartil más bajo, el más alto demostraba asociación con mayor riesgo relativo, más del triple, para la incidencia de disfunción ventricular y alteraciones de la contractilidad regional.
Se ajustaron los resultados por todos los factores demográficos y de riesgo cardiovascular clásicos así como el estado de insuficiencia cardiaca crónica ya establecida, no observando diferencias tras ajustar los resultados en cada uno de los grupos. En ambos se obtuvo una relación positiva y estadísticamente significativa.
Este estudio ha demostrado que la frecuencia cardiaca en reposo se relaciona positivamente con la incidencia de insuficiencia cardiaca, independientemente de la HTA, diabetes, marcadores de aterosclerosis subclínica y hábito tabáquico. Esta asociación se mantiene incluso tras excluir a los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica. Se postula por tanto, el papel que puedan tener otros mecanismos en el desarrollo del fallo; otras vías tales como la inflamación, o la taquimiocardiopatía.
Este estudio es el primero en demostrar asociación entre la disfunción regional del ventrículo izquierdo y la frecuencia cardiaca basal en individuos sanos. Ha puesto de manifiesto el valor predictor de las alteraciones incipientes de contractilidad, así como de aumento de masa muscular ventricular en la incidencia de disfunción cardiaca a largo plazo.
Referencia
- Anders Opdahl, Bharath Ambale Venkatesh, Veronica R. S. Fernandes, Colin O. Wu, Khurram Nasir, Eui-Young Choi, Andre L. C. Almeida, Boaz Rosen, Benilton Carvalho, Thor Edvardsen, David A. Bluemke, João A. C. Lima.
- J Am Coll Cardiol. 2014;63(12):1182-1189.