Estudio que pretende establecer la percepción del paciente con enfermedad coronaria estable sobre la urgencia y el beneficio del intervencionismo coronario percutáneo (ICP), y cómo cambia según el centro o el profesional que lo realiza.
Se trata de un estudio descriptivo transversal realizado en 10 hospitales (centros universitarios o comarcales) de 9 estados de los Estados Unidos, que realizan procedimientos de revascularización percutánea entre 2009 y 2011. Participaron 991 pacientes con enfermedad coronaria sometidos a procedimientos de ICP programados por 135 hemodinamistas diferentes.
La medida de percepción del paciente se realizó mediante una entrevista estructurada llevada a cabo por un investigador entrenado, de 4 a 6 horas del procedimiento, y los resultados se analizaron por un modelo de regresión logística ajustado a las características clínicas y socioeconómicas del paciente.
Los resultaron mostraron que un 20% de los pacientes consideraban su procedimiento como urgente. El beneficio del ICP que con mayor frecuencia fue señalado por los pacientes fue que prolongaba la vida (90%, n=892) y que prevenía futuros ataques cardiacos (88%, n=872). Aunque cerca de dos tercios de los pacientes (n=661) señalaron la mejoría de la sintomatología como un beneficio del ICP, solo un 1% (n=9) identificaron este como posible único beneficio.
Se observaron marcadas diferencias en cómo se obtenía el consentimiento informado en cada centro, pudiendo ser realizados por médicos o enfermeras, en horas o semanas antes del procedimiento y en algunos casos acompañados de material informativo. Tras realizar un ajuste según las características del médico y del paciente, las diferencias en la percepción del paciente sometido a ICP eran significativas en función del centro (range 1,4-3,1), pero no entre médicos del mismo centro.
Los autores concluyen que los paciente tienen un bajo entendimiento de los beneficios de los procedimientos coronarios realizados de forma electiva, con variaciones significativas según los centros. Ningún centro tiene un porcentaje elevado de pacientes que entiendan los beneficios del procedimiento al que son sometidos. Existe una amplia variabilidad en el modo en que el consentimiento informado es obtenido en cada hospital y de lo que percibe el paciente dependiendo de cada organización y estructura. En consecuencia, existen importantes oportunidades de mejora de los procesos de petición del consentimiento informado.
Comentario
Todos coincidimos en que el paciente debe ser informado y participar en las decisiones sobre el tratamiento de su enfermedad, para lo que es imprescindible que comprendan las alternativas, los posibles beneficios que pueden obtener y qué riesgos debe asumir.
Este es el estudio multicéntrico más amplio publicado sobre la percepción del paciente en enfermedad coronaria estable, que aunque aspectos del método pueden ser discutidos (objetividad de la encuesta, diferentes entrevistadores según los centros, etc.), los resultados deben hacer que revisemos qué información transmitimos al paciente cuando le proponemos un cateterismo en presencia de cardiopatía isquémica crónica estable, ya que muestra que en la mayoría de las ocasiones, la percepción y conocimientos del paciente no se ajustan a la realidad.
En este trabajo se observa como una mayoría de los pacientes que acuden a procedimientos de revascularización programados por enfermedad coronaria estable, sobreestiman los beneficios que van a obtener, sobrevaloran la necesidad de realizar el procedimiento, sin comprender que la mejoría de los síntomas es el motivo principal por el que el ICP se lleva a cabo. Lo más frecuente es que el paciente crea que el tratamiento de su cardiopatía isquémica crónica estable con la revascularización coronaria, va a alargar la vida y prevenir un infarto. Por otra parte, un aspecto a tener en cuenta, es como ha cambiado la percepción sobre la información dada a lo largo del tiempo en el paciente, antes y después del ICP, ya que una vez realizada la revascularización puede que en la entrevista el paciente responda centrándose en lo que desea obtener del procedimiento realizado más que en la información recibida.
Los resultados de este estudio deben ser valorados teniendo en cuenta las fechas de realización, ya que coincide con la publicación del estudio COURAGE, y por lo tanto, en un momento en que la evidencia sobre la aportación de la revascularización en la enfermedad coronaria estable frente al tratamiento médico se centraba en mejorar la sintomatología y no en alargar la vida.
Por otra parte, en este estudio no se valora la percepción de los médicos que solicitan la revascularización o de los hemodinamistas que llevan a cabo el procedimiento. Sería muy interesante conocer el beneficio que creen pueden aportar al paciente. Probablemente en muchas ocasiones los profesionales que atendemos al paciente sobreestimemos los beneficios que le aportamos con el ICP y se lo transmitimos.
Las diferencias objetivadas en el procedimiento de recoger el consentimiento y en la percepción del paciente sobre la necesidad del ICP, que son más marcadas entre los diferentes hospitales que entre los profesionales de un mismo centro, apoyan una cultura y forma de trabajar de cada hospital, una idiosincrasia en aspectos de relación médico-paciente difícil de reconocer por los profesionales que trabajamos en cada centro.
Referencia
- Faraz Kureshi, Philip G Jones, Donna M Buchanan, Mouin S Abdallah, John A Spertus.
- BMJ 2014; 349 doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.g5309 (Published 08 September 2014.