El estudio de Rosenson y colaboradores se realizó con el objetivo de conocer la proporción de pacientes beneficiarios del Medicare a los que se prescribió estatinas de alta intensidad tras el alta hospitalaria por un evento coronario.
Para ello se hizo un estudio retrospectivo en el que se incluyeron a 8.762 pacientes de entre 65 y 74 años a los que se prescribió una estatina tras un evento coronario (infarto de miocardio o revascularización coronaria) entre 2007 y 2009. Se consideraron estatinas de alta potencia a la atorvastatina a dosis de 40-80 mg, rosuvastatina a dosis de 20-40 mg y simvastatina 80 mg. De los pacientes incluidos, solo en el 27% de las primeras hospitalizaciones se prescribieron estatinas de alta potencia. Hubo una clara relación entre el tipo de estatina que el paciente tomaba antes del ingreso y el porcentaje de pacientes a los que se prescribieron estatinas de alta potencia. De esta forma, las estatinas de alta potencia se pautaron en el 23,1% de los pacientes que no tomaban estatinas antes del ingreso, en el 9,4% de los sujetos que tomaban previamente estatinas de baja/moderada intensidad, y en el 80,7% de los pacientes que tomaban estatinas de alta intensidad. En el análisis multivariante, en comparación con los que no tomaban estatinas antes del evento, la razón de riesgo para tomar estatinas de alta intensidad tras el alta fue 4,01 (3,58-4,49) en los sujetos que antes tomaban estatinas de alta potencia, y 0,45 (0,40-0,52) en los pacientes que tomaban previamente estatinas de baja-moderada intensidad.
En definitiva, a pesar de lo que indican las guías de práctica clínica, la mayoría de los pacientes no recibieron estatinas de alta potencia tras un evento coronario, si bien la prescripción de las mismas dependió en gran medida del tratamiento hipolipemiante previo al evento.
Comentario
Diferentes registros han mostrado que en más del 80% de los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio o a los que se ha realizado una revascularización coronaria, se les prescribe una estatina (J Am Coll Cardiol 2010;56:254–63; Am Heart J 2008;156:1045–55). En España, en el estudio CINHTIA, en el que se incluyeron a 2.024 pacientes hipertensos con cardiopatía isquémica crónica atendidos en las consultas de cardiología, el 74,9% tomaba hipolipemiantes (Rev Clin Esp. 2008;208:400-4). Sin embargo, pocos estudios han analizado el porcentaje de pacientes a los que se les prescribe una estatina de alta intensidad tras un evento coronario.
Varios ensayos clínicos han demostrado que reducir el colesterol LDL con estatinas de alta potencia tras un síndrome coronario agudo reduce de manera importante el riesgo de recurrencia (N Engl J Med. 2004;350:1495-504). Más recientemente, el estudio IMPROVE IT demostró que la adición de ezetimiba a simvastatina en pacientes con un colesterol LDL basal de 95 mg/dL produjo beneficios adicionales tras un síndrome coronario agudo. De hecho, de este estudio se desprende que reducir el colesterol LDL a límites en torno a 50 mg/dL sigue siendo beneficioso, sin un aumento significativo de efectos adversos.
Por otra parte, también se ha demostrado lo contrario. En pacientes que han presentado un síndrome coronario agudo, el cambio de una estatina de alta potencia por otra de menor potencia o bien reducir la dosis de la misma durante el seguimiento, se asocia con un aumento en los niveles de colesterol LDL, pero más importante, con un incremento en el riesgo de presentar nuevos eventos cardiacos (Int J Cardiol. 2011;152:56-60).
En consecuencia, en la práctica clínica el problema no es tanto si se prescriben estatinas tras un evento coronario, ya que, aunque mejorable, el porcentaje es elevado, sino la dosis/potencia de las mismas, como demuestran los resultados del estudio realizado por Rosenson y colaboradores. De hecho, esto concuerda con que en un gran porcentaje de pacientes con cardiopatía isquémica no se logren los objetivos de control de colesterol LDL a pesar de que los pacientes estén tomando estatinas (Rev Clin Esp. 2008;208:400-4). Aunque las evidencias indican que tras un evento coronario hay que pautar estatinas de alta potencia, desafortunadamente, la realidad nos indica que hay muchos médicos que con pautar una estatina es suficiente, independientemente de la potencia o la dosis de la misma, lo que sin duda acaba ocasionando un perjuicio al paciente.
Referencia
High-Intensity Statin Therapy After Hospitalization for Coronary Heart Disease
- Rosenson RS, Kent ST, Brown TM, Farkouh ME, Levitan EB, Yun H, et al.
- J Am Coll Cardiol. 2015; 270-277.