Se randomizó consecutivamente a los sujetos a uno de estos grupos: dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra (AOVE), dieta mediterránea enriquecida con nueces y consejo dietético de una dieta baja en grasas (grupo control). Los sujetos incluidos no tenían enfermedad CV establecida, pero eran diabéticos o tenían al menos 3 factores de riesgo CV (tabaquismo, sobrepeso/obesidad, HDL bajo, dislipemia, HTA, historia familiar de cardiopatía isquémica precoz). Se comprobó durante el seguimiento la adherencia a la dieta con determinaciones analíticas en sangre y orina.
La identificación de los casos de FA se determinó con la realización de ECG durante el seguimiento, descartándose los casos en que aparecía en el contexto de otros eventos CV (objetivo primario de PREDIMED) o aquellos con historia previa de FA.
Se incluyeron 6.705 pacientes (2.292 en el grupo AOVE, 2.210 en el de nueces y 2.203 en el control), con un seguimiento de 4,7 años. Aparecieron 253 casos de FA: 72 en el grupo AOVE (6,8 por 1.000 personas-año), 92 en el de nueces (9,9 por 1.000 personas-año) y 89 en el control (10,1 por 1.000 personas-año). En el grupo de AOVE se vio una reducción en la incidencia de FA con respecto al control (HR 0,62; IC 95% 0,45-0,85), pero no en el grupo de nueces (HR 0,89; IC 95% 0,65-1,20). Estos resultados se mantuvieron tras ajustar por distintas variables.
Los autores concluyen que la dieta mediterránea suplementada con AOVE protege a los pacientes de la aparición de FA (reducción del riesgo relativo de aparición de FA de un 38%).
Comentario
Según los resultados de este subánalisis del PREDIMED, la dieta mediterránea suplementada con una cantidad determinada de AOVE (al menos 50 g al día), reduce la incidencia de FA en pacientes seleccionados con riesgo CV intermedio-alto.
Estos resultados arrojan luz en un campo poco estudiado, como es el de la prevención en la aparición de FA. Los mecanismos por los que el AOVE puede reducir la incidencia de FA se desconocen, aunque los autores creen que podría estar relacionado con la disminución de mediadores inflamatorios y del estrés oxidativo.
La principal implicación de este estudio, liderado además por un grupo español, es resaltar la importancia que tienen los hábitos de vida en la prevención de los eventos CV, en este caso de FA, algo que muchas veces no se tiene en cuenta en la práctica clínica. Además, estos resultados pueden ayudar a conocer mejor los posibles mecanismos que subyacen en la aún no bien conocida fisiopatología de la FA, y ampliar la perspectiva de su tratamiento considerando también las medidas higiénico-dietéticas.
Este trabajo tiene algunas limitaciones: la aparición de FA no era el objetivo primario del ensayo, el diagnóstico de FA se realiza en un ECG rutinario (se puede infraestimar la incidencia de FA, especialmente en el caso de FA paroxística) y la población seleccionada en PREDIMED no representa al global de la población (lo que dificulta la generalización de los resultados).
Siguiendo en esta línea, hacen falta futuros estudios que ahonden más en el papel del AOVE en la prevención de la enfermedad CV (y especialmente de la FA), y determinar la cantidad, frecuencia y tipo de AOVE que podemos recomendar a nuestros pacientes en la práctica diaria. Para ello, es importante impulsar la investigación desde las diferentes instituciones, máxime cuando existen grupos españoles de prestigio internacional y otros muchos con potencial para ello.
Referencia
- Martínez-González MÁ, Toledo E, Arós F, Fiol M, Corella D, Salas-Salvadó J, Ros E, Covas MI, Fernández-Crehuet J, Lapetra J, Muñoz MA, Fitó M, Serra-Majem L, Pintó X, Lamuela-Raventós RM, Sorlí JV, Babio N, Buil-Cosiales P, Ruiz-Gutierrez V, Estruch R, Alonso A; PREDIMED Investigators.
- Circulation. 2014 Jul 1;130(1):18-26. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.113.006921.