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¿Quo vadis, cardiología?
Dr. Ignacio Fernández Lozano
Cardiología Hoy
Pocas especialidades médicas han avanzado tanto en los últimos años como la nuestra. Si miramos hacia atrás y vemos cómo era la práctica clínica de la cardiología hace 20 años y cómo es ahora, nos daremos cuenta de la profunda transformación que ha experimentado.
Hemos avanzado en todo, fármacos, técnicas, imagen etc; contribuyendo enormemente al avance de la medicina, siendo modelo de otras especialidades y asentando la "medicina basada en la evidencia". Pero ese innegable avance ha provocado que el cardiólogo sea especialmente crítico con los nuevo avances que no sean 100% eficaces y seguros, mientras que no lo es tanto con tratamientos establecidos que nunca han sido objeto de un estudio randomizado serio. Un buen ejemplo, es como tratamos a la dronedarona. La dronedarona es un fármaco químicamente parecido a la amiodarona, por lo tanto un derivado del benzofurano, al que se ha retirado la molécula de yodo y se ha añadido un radical metilsulfonamida. Esta modificación la hace más hidrosoluble y evita su acumulación en el tejido graso, una de las características farmacocinéticas de la amiodarona, en parte responsable de sus efectos secundarios.
Su desarrollo se vio impulsado por la necesidad de disponer de un fármaco antiarrítmico más seguro, sin las posibles toxicidades tiroideas, neurológicas o pulmonares asociadas con frecuencia a amiodarona. Para su puesta en el mercado se desarrolló un completo programa de estudios clínicos que desde el primer momento demostraron que la dronedarona es algo más que un fármaco antiarrítmico más seguro. La serie de ensayos clínicos realizados con dronedarona constituye el programa clínico más completo llevado a cabo con un fármaco antiarrítmico para la fibrilación auricular. Ha demostrado claramente su eficacia en el control de la frecuencia y el ritmo, y beneficios en end-points clínicos como la mortalidad cardiovascular o los ingresos hospitalarios por causa cardiaca, algo que no se había demostrado antes con ningún otro fármaco antiarrítmico. Es cierto que no todos los estudios le dan un resultado positivo. Se ha demostrado que es peligrosa su administración en pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada y también en los pacientes con fibrilación auricular permanente. Sin embargo, los resultados del estudio ATHENA son plenamente vigentes en pacientes con FA no permanente. El ATHENA es el estudio más grande que nunca se ha realizado con un fármaco antiarrítmico y el único que ha demostrado un beneficio en end-point clínicos. No disponemos de estudios comparativos que nos den información de la eficacia de la dronedarona con otros fármacos de grupo 1. Únicamente algunos datos que provienen de metaanálisis y algunos datos de ensayos pequeños o no randomizados que hablan de una eficacia similar con menos efectos secundarios.
En conclusión la dronedarona se demuestra como un fármaco útil en el tratamiento de pacientes con FA no permanente. Su eficacia es similar a la de la mayoría de fármacos que empleamos en nuestra práctica clínica habitual, aunque menor que la amiodarona. Por eso lo llamativo, en mi opinión, es porque la usamos poco en los pacientes en los que tiene indicación. Máxime cuando las alternativas que tenemos son peores. Los europeos no somos tontos del todo, si no se ha comercializado el ibutilide en Europa es porque su incidencia de arritmias malignas lo convierte en un fármaco peligroso y lo mismo puede decirse de ibutilide e incluso del sotalol. Si aplicáramos el nivel de exigencia existente hoy en día, tal vez fármacos que hoy en día usamos como la quinidina o la amiodarona no habrían obtenido la aprobación de las autoridades sanitarias.
En resumen, los cardiólogos lo queremos todo, en el fondo somos como niños. Queremos un fármaco 100% efectivo, sin efectos secundarios y además que sirva para todas las arritmias. Es hora de levantarse e ir al cole. Ese fármaco no existe, no se ha inventado, y mientras alguien lo haga debemos hacer una valoración racional de lo que tenemos y dar a nuestros pacientes la mejor opción en cada caso.
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