En este estudio prospectivo observacional de tres años de duración realizado en 174 centros estadounidenses, se analizó el empleo actual de digoxina en pacientes con FA. Se estratificó a los pacientes en dos grupos: con o sin antecedentes de IC. Se realizó un intento de caracterización de los predictores de uso e inicio de tratamiento con digoxina y su correlación con el pronóstico.
Entre casi 10.000 pacientes incluidos durante un seguimiento cada 6 meses hasta completar 3 años, el 23,6% recibía digoxina en el momento del reclutamiento, 7,1% iniciaron tratamiento con digoxina a lo largo del seguimiento y el 69,4% nunca la recibieron. Después de ajustar por el efecto de otras medicaciones, la frecuencia cardiaca fue de 73 latidos/minuto entre los usuarios de digoxina y 71,5 latidos/minuto en los que no recibían tratamiento.
El empleo de digoxina en el momento de la inclusión no se asoció a la presenta de síntomas, hospitalizaciones o mayor mortalidad (pacientes con IC: RR ajustado para mortalidad=1,04; sin IC RR=1,22). El inicio de tratamiento con digoxina durante el seguimiento no se asoció con mayor mortalidad en pacientes con IC pero sí en aquellos pacientes sin historia de IC (RR en pacientes con IC=1,05 y sin IC=1,99).
Después de ajustar por numerosos factores clínicos, los autores de este registro concluyen que el empleo de digoxina en pacientes con FA tiene un efecto neutral sobre los objetivos estudiados (empeoramiento sintomático, mortalidad y hospitalizaciones). Existen numerosos y conflictivos resultados obtenidos en otros estudios observacionales sobre la seguridad del fármaco, especialmente en determinadas situaciones clínicas, y es necesario un ensayo experimental con un gran número de pacientes en FA.
Comentario
Los resultados del estudio ORBIT AF (Outcomes Registry for Better Informed Treatment of Atrial Fibrillation) se han publicado recientemente, y han motivado un editorial de la revista JACC. Desde el DIG (Digitalis Investigation Group) existían pocas novedades y mucha incertidumbre sobre las propiedades y riesgos de este fármaco. Además, los pacientes incluidos en este ensayo presentaban características muy diferentes de los que vemos en nuestra práctica diaria y que reciben digoxina (principalmente para control de frecuencia en FA).
La inclusión de pacientes de la práctica diaria es uno de los puntos fuertes de este estudio prospectivo. Los resultados hablan a favor de la seguridad del fármaco. No es posible extraer conclusiones sobre su eficacia, ya que habitualmente se utilizó combinado con otros fármacos como betabloqueantes o calcio antagonistas, y en pacientes con FA de peor control. El efecto neutro sobre la mortalidad y hospitalizaciones ocurrió en todos los subgrupos salvo en aquellos pacientes sin historia de IC a los que se inició este fármaco.
Como limitación del registro destacan las propias de un estudio observacional y que no se reflejaron ciertos datos como la posología y concentración sérica de digoxina, ni los motivos de inicio o suspensión del fármaco. Aunque poco realista por motivos éticos y económicos, sería necesario un ensayo clínico aleatorizado que permitiera aclarar su verdadera efectividad y seguridad. Esta prioridad podría ser clave, teniendo en cuenta que existen más de 33 millones de pacientes afectos de FA en el mundo
No obstante, a raíz de estos resultados podemos decir que la digoxina conserva un lugar en la farmacopea cardiovascular actual, sobre todo en aquellos pacientes con FA y descompensación de IC que presenten mal control de respuesta ventricular, por su efecto frenador sobre el nodo y aumento de inotropismo.
Referencia
Digoxin Use and Subsequent Outcomes Among Patients in a Contemporary Atrial Fibrillation Cohort
- Larry A. Allen, Gregg C. Fonarow, DaJuanicia N. Simon, Laine E. Thomas, Lucas N. Marzec, Sean D. Pokorney, Bernard J. Gersh, DPhil; Alan S. Go, Elaine M. Hylek, Peter R. Kowey, Kenneth W. Mahaffey, Paul Chang, Eric D. Peterson, Jonathan P. Piccini.
- J Am Coll Cardiol. 2015;65(25):2691-2698. doi:10.1016/j.jacc.2015.