Este año se ha realizado la cuarta edición del Examen Europeo de la Especialidad. Como representante de los tutores he recibido un resumen de los resultados, que se muestran en el gráfico siguiente.
Al ver las gráficas de la evolución de los resultados podemos extraer varias conclusiones. Algunas positivas como el aumento progresivo de los médicos que se han presentado y el porcentaje superior al 75% de aprobados, incluso en el peor año. Otras negativas, como el alto absentismo de los que se inscriben y, si se quiere ser más pesimista, casi un 25% de los que se presentaron en 2015 suspendieron. ¿Debemos rasgarnos las vestiduras? ¡No!. Debemos reflexionar en las posibles explicaciones de este último dato y buscar soluciones.
A mi entender, en los resultados obtenidos concurren varios factores.
Factor examen: el sistema M.I.R. realiza una evaluación continuada y semi-cuantitativa de los conocimientos adquiridos por el especialista en formación. Quizás han pasado demasiados años desde el último examen tipo test. Otro problema añadido es el idioma, aunque nuestro conocimiento del inglés sea alto, si las preguntas son largas, 6 o más líneas, puede que el tiempo sea corto para poder responder y repasar las 120 preguntas.
Factor candidato: los excelentes resultados de los primeros años se debe a la preselección de los candidatos. Probablemente eran especialistas en formación más motivados, de centros en contacto estrecho con las sociedades científicas y conocedores de los objetivos de aprendizaje como es el ESC core curriculum (European Heart Journal (2013) 34, 2381–2411) en el que se basa la redacción de las preguntas del examen.
Factor tutores: Si se presentaron los candidatos es porque los tutores conocían la existencia del examen, el contenido de la formación necesaria básica. Lo que nos puede hacer pensar que la mayor motivación de los tutores se vea reflejada en los candidatos.
Factores locales: En el momento de redactar esta carta, no nos ha sido posible el realizar un estudio de las notas y el sitio de formación, pero probablemente es más persona dependiente. Sirva como ejemplo que la mejor nota del año 2015 ha correspondido a un hospital insular.
Probablemente, a medida que aumente el número de residentes que se presentan al examen, la fotografía de la formación de la especialidad en España será más fiel a la realidad.
Los resultados de este año nos deben incentivar a:
- Difundir el Core Curriculum de la ESC entre los residentes y tutores para que conozcan el temario del examen y puedan adaptar la rotación al aprendizaje requerido.
- Reconocer el mérito de los candidatos que aprueban el examen.
- Reconocer el esfuerzo de los centros y tutores de los candidatos que aprueban.
Con lo que esperamos que la formación en el territorio nacional sea lo más homogénea posible y acorde a lo que nos pide la sociedad en general y las sociedades científicas como es la Sociedad Europea de Cardiología.
Las preguntas que lanzamos al aire para el futuro son:
- ¿Debe constar la valoración obtenida en el título de especialista como aparece en el título de licenciado o doctor en medicina?
- ¿Cómo formar a los tutores?
- ¿Qué estatus debe tener el tutor en las instituciones sanitarias? ¿Qué repercusión debe tener en su curriculum y salario?
- ¿Se debe revisar el sistema de evaluación nacional?
- ¿La respuesta a estas preguntas nos hará mejorar los resultados?
No me gustaría acabar sin agradecer a todos a todos aquellos que se han sufrido el examen, porque, en el fondo, con su esfuerzo nos han examinado a todos.