El estudio parte de una gran base de datos histórica (pacientes tratados antes de 1986) con 3.162 niños que sobrevivieron al menos 5 años tras el diagnóstico de cualquier tipo de cáncer sólido (lo que es lo mismo que decir que no se incluyeron niños tratados por leucemia). Los investigadores buscaron datos de seguimiento en todo tipo de fuentes: consiguieron contactar con muchos de estos pacientes, analizaron registros médicos, buscaron en todo tipo de bases de datos y en el registro nacional de causas de muerte. Se analizaron los datos disponibles sobre la patología de base, el tipo y las dosis de quimioterapia y radioterapia recibidas y se relacionaron con la presencia de patología cardiaca.
Se encontraron 234 pacientes con patología cardiaca, entre los cuales 156 tenían una enfermedad lo suficientemente importante para necesitar tratamiento o poner en peligro la vida. El análisis de regresión calculó que en estos niños con tratamiento oncológico previo el riesgo de tener patología cardiaca al llegar a los 40 años de edad era del 11% (intervalo de confianza del 95% entre 9,5% y 12,7%). Tomando como referencia a los niños que no habían recibido ni antraciclinas ni radioterapia el riesgo de presentar patología cardiaca se multiplicaba por 18,4 veces (IC 95% 7,1-48) en niños que habían recibido antraciclinas y se disparaba a 60,4 veces para niños que habían recibido una dosis de radiación cardiaca superior a 30 Gy y 61,5 veces en niños que habían recibido antraciclinas y una dosis de radiación superior a 30 Gy. El problema cardiaco más frecuente fue el desarrollo de insuficiencia cardiaca.
Comentario
Cada vez tenemos más datos sobre la relación tan estrecha que existe sobre el cáncer y la patología cardiovascular. Aunque ya desde el principio podemos pensar que los datos de este estudio son antiguos porque los protocolos de tratamiento actuales de los tumores en niños probablemente no tienen nada que ver con los que se empleaban hace 30 años, el estudio aporta datos muy interesantes sobre la relación entre el tratamiento oncológico y el desarrollo de patología cardiaca.
La conclusión es obvia. El tratamiento de un cáncer durante la infancia se asocia con un riesgo muy elevado de desarrollar patología cardiaca. Además, el riesgo aumenta de forma desproporcionada con la edad, lo que es más que preocupante dado el largo recorrido vital que le queda en teoría a estos pacientes. Los pacientes que han sobrevivido a un cáncer en la infancia necesitan un seguimiento a largo plazo de su situación cardiaca y deben ser informados de forma específica para evitar otros posibles factores de riesgo cardiovascular.
Referencia
Cardiac Diseases Following Childhood Cancer Treatment
- Haddy N, Diallo S, El-Fayech C, Schwartz B, Pein F, Hawkins M, Veres C, Oberlin O, Guibout C, Pacquement H, Munzer M, N'Guyen TD, Bondiau PY, Berchery D, Laprie A, Scarabin PY, Jouven X, Bridier A, Koscielny S, Deutsch E, Diallo I, de Vathaire F.
- Circulation. 2016 Jan 5;133(1):31-8.