El pasado día 6 de marzo falleció D. Vicente López Merino. Quienes le conocieron recordarán su conversación amena que traslucía sus amplios conocimientos y su capacidad intelectual, que le permitía integrarlos e interrelacionarlos con rigurosidad e imaginación en sus múltiples proyecciones, siempre con una base racional sólida y precisa.
También recordarán su humanidad que se plasmaba en su respeto a los demás aunque sus opiniones fueran discrepantes, todo ello impregnado de su visión realista y un tanto irónica de la vida y de los numerosos sinsentidos que la caracterizan, que con cierta frecuencia eran objeto de análisis en sus disquisiciones.
Su consideración de los múltiples factores que pueden influir en el desarrollo de los acontecimientos y su capacidad para predecir las consecuencias de actuaciones, circunstancias o hechos concretos, le permitieron abordar de manera brillante tareas muy diversas que abarcaron desde el desarrollo de líneas de investigación en ámbitos variados de la ciencia, hasta la práctica cotidiana de la Medicina, actividad que tan bien ejerció y que definió y resumió de manera profunda en su discurso de entrada en la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana.
El Dr. Vicente López Merino presidió la SEC entre 1989 y 1991.
El doctor López Merino se licenció en Medicina en la Universidad de Valencia en 1953 y se doctoró en la misma realizando su tesis sobre "Mecánica Cardiaca". Su formación complementaria tuvo lugar en el Hospital Clínico Universitario de Valencia (Prof. M. Beltrán Báguena) y en las universidades de Colonia, Marsella y Groningen. Desarrolló su actividad docente en la Universidad de Valencia, primero como profesor ayudante, después como profesor adjunto de Patología Médica y como profesor agregado de Cardiología, ocupando desde 1981 la primera Cátedra de Cardiología en España, actividad que compaginó con la de jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Profesó un gran respeto por las instituciones a las que siempre consideró que debían prevalecer sobre los individuos, y este respeto le llevó a ejercer con dignidad numerosos cargos de responsabilidad en sociedades científicas y de investigación y en el ámbito académico, entre los que se encuentran la presidencia del Instituto Médico Valenciano (1978-1986), del Instituto Valenciano pro Corazón (INSVACOR) (1985-1988), de la Sociedad Valenciana de Cardiología (1983-1985), de la Sociedad Española de Cardiología (1989-1991) o de la Unidad de Investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia (1990-2000), así como la dirección de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Valencia (1981-1984). También fue miembro directivo de la Sociedad Española de Medicina Interna (1966-69), de la Sociedad Española de Alergia (1969-71) y de la Sociedad Española de Patología de Aparato Respiratorio (SEPAR) (1972 y 1979-82), y formó parte de la Comisión Nacional de Cardiología (1984-1998) y del equipo decanal de la Facultad de Medicina de Valencia (1979-1982).
Se le otorgaron múltiples premios y distinciones, aunque probablemente su mayor satisfacción fue comprobar que muchos de los proyectos que impulsó en ámbitos diversos han tenido continuidad y vida propia. Entre los premios y distinciones que recibió se encuentran la medalla de la Universidad de Valencia (2003), el premio “reconocimiento a toda una vida profesional” de la Fundación del Colegio Oficial de Médicos de Valencia (2006) y la medalla de oro de la Sociedad Española de Cardiología (2008). Esta última la recibió de manos de la entonces presidenta de la SEC, la Dra. María Jesús Salvador, que tuvo la gentileza de desplazarse hasta Valencia para hacerle entrega de la misma y a quien el profesor D. Vicente López Merino recordaba con aprecio, al igual que al personal y a los numerosos socios de la SEC que conoció en su larga trayectoria profesional y con los que compartió inquietudes muy diversas en las facetas asistencial, docente e investigadora, actividades que hoy recordamos agradeciéndole con afecto su generosidad, dedicación y magisterio.