Recientemente se ha publicado en Revista Española de Cardiología (REC) un editorial sobre la posición de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en referencia a la atención a los pacientes con patologías críticas y agudas cardiovasculares. El documento fue realizado a instancias del Comité Ejecutivo de la SEC y revisado por diversas instancias de la SEC y del Acute Cardiac Care (ACCA) europeo.
Antes de manifestar nuestro posicionamiento, se hizo un estudio de la situación cuyos resultados más relevantes fueron los siguientes:
- A diferencia de los países de nuestro entorno, más de la mitad de los pacientes críticos cardiovasculares en nuestro país no son atendidos por cardiólogos en los hospitales con acreditación para la formación de residentes.
- La distribución de las Unidades de Críticos y Agudos Cardiacos (UCyAC) llevadas por cardiólogos es muy heterogénea según Comunidades Autónomas, pero es muy llamativo que en la mayoría coexisten ambos modelos, lo que demuestra que no existe un mandato político determinado, sino que la voluntad e iniciativa de los profesionales juega un papel importante.
- La mortalidad ajustada por riesgo de los pacientes con infarto agudo de miocardio, resultó significativamente inferior en los hospitales donde la UCyAC es llevada por Cardiología.
- Según el estudio CARDIOMIR2, la formación de los residentes de Cardiología es menos completa cuando no se realiza en centros con UCyAC llevada por Cardiología.
En resumen, las claves para asumir la atención a los pacientes agudos y críticos cardiacos son tres:
- Concienciación de todo el colectivo cardiológico.
- Formación de excelencia de los profesionales.
- Desarrollo de equipos de trabajo.
Obviamente, las competencias para este fin no se adquieren durante la residencia de cardiología ni de cualquier otra especialidad. En consecuencia, el documento defiende que aquellos que vayan a tener responsabilidad directa sobre las UCyAC se sometan a la acreditación del ACCA mediante un examen y la demostración de haber adquirido unas exhaustivas competencias prácticas durante un periodo de al menos dos años. Todo ello en línea con la larga tradición que tiene la SEC en la acreditación de sus profesionales (hemodinamistas, electrofisiólogos, imagen cardiaca), con excelentes resultados de calidad.
La tercera es la forma y momento de llevar a la práctica el proyecto en cada centro una vez que el convencimiento y la formación son sólidos. De entrada, aquellos servicios de cardiología que actualmente no asumen estos pacientes deben iniciar un mayor acercamiento a los servicios de Medicina Intensiva, estrechar lazos y favorecer equipos mixtos. También es deseable la creación de Unidades de Cuidados Intermedios lideradas por cardiólogos, que con el tiempo necesario y coyunturas favorables desemboquen en una auténtica UCyAC. En cualquier caso, cada centro tiene que individualizar su tiempo y forma, como una acción que en ningún caso se plantea contra nadie sino como un proceso natural, por el bien del paciente. Existen múltiples experiencias positivas en nuestro país y es la regla en los de nuestro entorno.
Referencias
- Fernando Worner, Alberto San Román, Pedro Luis Sánchez, Ana Viana Tejedor, José Ramón González-Juanatey.
- Rev Esp Cardiol. 2016;69:239-42.
CardioMIR. Estado de la especialidad, 2013
- Agustín Fernández Cisnal, Iván J. Núñez Gil.
- Sociedad Española de Cardiología. CTO Editorial, 2015. ISBN:978-84-16153-87-9.