Los beneficios clínicos y de supervivencia de la revascularización de las lesiones coronarias tipo oclusión crónica total (OCT) no son bien conocidos. El ICP de estas lesiones ha demostrado mejorar la función ventricular segmentaria y global además de reducir la isquemia miocárdica. Sin embargo, no se conoce si esta mejoría se traduce en un beneficio clínico y si mejora la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes. Este estudio español llevado a cabo por cardiólogos del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau analiza estos aspectos en pacientes sometidos a ICP exitosa de OCT valorando su evolución clínica, la presencia de isquemia inducible residual y su calidad de vida.
Se trata de un estudio observacional prospectivo monocéntrico que incluyó a 47 pacientes consecutivos con OCT recanalizada percutáneamente de forma exitosa desde Septiembre de 2012 hasta Diciembre de 2013. La tasa de éxito del procedimiento, entendida como estenosis residual menor del 30% y flujo distal TIMI III fue del 90,4% (47 de 52 pacientes). Se les realizó a todos los pacientes cardiorresonancia magnética nuclear (CRM) de estrés con perfusión de adenosina, test de 6 minutos y cuestionario de salud SF-36 para valorar la calidad de vida antes del ICP y 6 meses después. Los resultados de la CMR se valoraron con un índice de carga isquémica global realizado con la suma de la puntuación de cuatro parámetros valorados en cada segmento del ventrículo izquierdo: extensión de isquemia, persistencia de isquemia inducible, transmuralidad de la misma y disfunción contráctil segmentaria indecible. El 61,7% fueron lesiones en la coronaria derecha, el 21,3% en la circunfleja y el 17% en la descendente anterior.
En el seguimiento a 6 meses los pacientes mostraron mejoría significativa de su capacidad funcional, estado de salud físico y mental y distancia caminada en 6 minutos total y libre de angor. Además, el índice de carga isquémica en la CMR con perfusión de adenosina mejoró significativamente. Los pacientes con mayor índice isquémico en esta prueba antes del ICP mostraron una mejoría mayor en el test de 6 minutos a los 6 meses.
Los autores concluyen que la recanalización percutánea exitosa de OCT conduce a una reducción de la carga isquémica, incrementa la tolerancia al ejercicio, reduce la frecuencia de angina y mejora la calidad de vida. Los pacientes con más isquemia inducible en la CMR antes de la recanalización de la OCT mostraron una mejoría más acentuada de la tolerancia al ejercicio.
Comentario
Aunque las guías actuales recomiendan con un nivel IIa-B el ICP de OCT cuando ésta produce síntomas, hay evidencia de isquemia inducible y miocardio viable en el territorio irrigado por el vaso ocluido, el impacto de este intervencionismo, que es complejo y laborioso en la mayoría de ocasiones, sobre la capacidad funcional del paciente no es bien conocido. Para su análisis, estos investigadores llevan a cabo un trabajo en el que es hay que destacar el abordaje integral al paciente: se analizan aspectos clínicos, de calidad de vida, de situación funcional y presencia de isquemia mediante estudio de perfusión con CMR.Los hallazgos de este estudio complementan la evidencia disponible sobre el tratamiento de las OCT, aunque el tamaño muestral es reducido y el tiempo de seguimiento es a medio plazo. Estos autores muestran una tasa de éxito del ICP en OCT muy alta (90.4%) en comparación a la mayoría de estudios publicados (51-74%).
La capacidad funcional es un factor determinante para el estado de salud global del paciente y condiciona su rehabilitación. Por ello, es importante conocer qué repercusión tienen nuestras intervenciones sobre la enfermedad en términos de calidad de vida y situación funcional. En este caso, la mejoría de la tolerancia al ejercicio y el incremento de la calidad de vida junto con la reducción de isquemia inducible ratifican el ICP en OCT. Además, este trabajo demuestra la reducción de episodios de angor tras el ICP en OCT y apoya así la indicación actual de la recanalización de estas lesiones la cual se realiza por la reducción de síntomas más que por el beneficio sobre la supervivencia.
Referencia
- Rossello X, Pujadas S, Serra A, Bajo E, Carreras F, Barros A, Cinca J, Pons-Lladó G, Vaquerizo B.
- Am J Cardiol. 2016; 117: 720-726.