¿De qué se trata?
En la última década se han utilizado medios de contraste ecocardiográficos para optimizar la calidad de imagen. Esto ha demostrado mejorar la valoración de la función ventricular, la detección de trombos intraventriculares y disminuir la variabilidad en la interpretación. El trabajo actual investiga el impacto de esta técnica sobre el manejo clínico del paciente, así como su seguridad y coste efectividad. Se trata de un estudio prospectivo en 632 pacientes con estudios ecocardiográficos de mala calidad (dificultad para valorar >2 segmentos miocárdicos desde cualquier ventana ecocardiográfica) o no interpretables (no visualización de >50% del miocardio así como imposibilidad de estimar la función ventricular de modo fiable).
Journal of the American College of Cardiology, 2009; 53:802–10
En estos pacientes, tras el estudio convencional se utilizó contraste ecocardiográfico, reduciéndose la tasa de estudios de mala calidad del 86,7% al 9,8%; y los no interpretables, del 11,7% sl 0,3% (p<0,0001). El número de segmentos visualizados también se incrementó significativamente, desde un 68% de visualización miocárdica inicial hasta el 98,8% del miocardio tras el contraste, mejorando al mismo tiempo la estimación de la función ventricular. Por último, de 35 pacientes con sospecha de trombo apical, el contraste consiguió confirmar su presencia en cinco y descaratarla en 29 pacientes. Toda esta información se tradujo en la reducción de la necesidad de más técnicas diagnósticas en el 32,8% de los pacientes, así como en el cambio de decisiones médicas sobre el paciente en un 10,6% de los casos. En un análisis coste-efectividad se comprobó que el uso de la ecografía con contraste conseguía ahorrar 122 dólares por paciente. Todos estos parámetros analizados eran más evidentes en los pacientes críticos.
Comentarios
Desde hace tiempo sabemos que el contraste utizado en la ecografía mejora la calidad de imagen y permite una adecuada visualización de los segmentos miocárdicos y estimación de la función ventricular. La novedad de este artículo es que pone de manifiesto no solo la utilidad para mejorar la imagen sino también para tomar decisiones diagnósticas o terapéuticas con el paciente. En concreto, la inormación obtenida con la ecografía de contraste consiguió reducir la realización de más pruebas y modificó las órdenes terapéuticas en lo que respecta al uso de fármacos vasoactivos o anticoagulantes (suspensión de anticoagulación tras descartar la existencia de un trombo sospechado en la ecografía convencional). Todos estos beneficios son superiores en el grupo de pacientes críticos, que generalmente son los que tienen mala ventana ecocardiográfica.
Por otro lado, el uso de contrastes en pacientes de estas características es polémico desde que aparecieron alertas de posibles complicaciones con su uso, especialmente en pacientes inestables. En este artículo se examina también la seguridad del contraste y no se observó ningún problema de seguridad con el contraste, a pesar de utilizarlo principalmente en pacientes hospitalizados y en unidades de críticos.
Referencia
- Mustafa Kurt, MD, Kamran A. Shaikh, MD, Leif Peterson, PHD, Karla M. Kurrelmeyer, MD, FACC, Gopi Shah, MD, FACC, Sherif F. Nagueh, MD, FACC, Robert Fromm, MD, Miguel A. Quinones, MD, FACC, William A. Zoghbi, MD, FACC
- J Am Coll Cardiol 2009;53:802–10