Un reciente estudio epidemiológico realizado en la población Sueca ha observado que mientras se está reduciendo la incidencia de insuficiencia cardiaca (IC) entre los individuos mayores de 55 años de edad, se está incrementando entre los menores de 45 años.
La obesidad es un factor de riesgo de IC y su incremento en la población joven es un hecho, no solo en Suecia, sino en todos los países occidentales.
El objetivo de este estudio fue analizar la relación entre el índice de masa corporal (IMC) en hombres jóvenes y el riesgo de una hospitalización precoz por IC. Se trata de un estudio de cohortes prospectivo, a partir de los datos antropométricos, valoración cognitiva, pruebas físicas y constantes (tensión arterial, frecuencia cardiaca) de varones registrados para el servicio militar de 1968 al año 2005.
Más de 1 millón y medio de varones (1.610.437) de 18,6 años de edad media, fueron seguidos de 5 a 42 años, durante una media de 23 años.
Fueron identificados 5.492 varones que presentaron una primera hospitalización por IC con una media de edad al diagnostico de 46,6 años (+ 8 años). Un 12,8% presentaban una enfermedad congénita o adquirida valvular, el 49,7% cardiopatía isquémica, diabetes o hipertensión y el 14,6% por miocardiopatía.
El 79,6% de los varones valorados presentaron un peso normal (IMC de 18,5 a 25 kg/m2) frente a un 10% que tenían sobrepeso y un 2,3% que fueron obesos. El riesgo de presentar IC por enfermedad coronaria, diabetes o hipertensión era especialmente elevado en los pacientes con IMC superior a 30, aunque el aumento de peso se relacionaba con cualquier causa de IC.
Comparando los hombres con IMC entre 18,5 y 20 kg/m2 con aquellos con IMC entre 20 y 22,5 presentaron un riesgo relativo de 1,22 (95% IC, 1,1-1,35), después de ajustarlo por edad, año de servicio militar, comorbilidades en el momento de la inclusión, educación de los padres, presión arterial, fuerza muscular y forma física.
El riesgo aumentó progresivamente según aumentaba el IMC de tal manera que los hombres con un IMC de 30–35 kg/m2 presentaban un riesgo ajustado de 6,47 (95% IC, 5,39-7,77) y aquellos con un IMC superior a ≥35 kg/m2 alcanzaron un riesgo de 9,21 (95% IC, 6,57-12,92).
El análisis ajustado multivariable del riesgo de sufrir IC mostró que por cada unidad de incremento del IMC en varones con IMC superior a 20, se asociaba un riesgo de presentar IC por enfermedad valvular de 1,06 (95% CI, 1,02-1,11), y de 1,2 (1,18-1,22) para los casos asociados con enfermedad coronaria, diabetes o hipertensión.
El trabajo encuentra una estrecha relación entre el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca precoz y la masa corporal durante la juventud, que es detectable incluso en el rango de peso normal, incrementándose hasta cerca de 10 veces en las categorías de mayor peso.
Los autores concluyen que como consecuencia de la actual epidemia de obesidad, la insuficiencia cardiaca en jóvenes puede incrementarse sustancialmente en el futuro.
Comentario
La relación entre la obesidad y la IC ya ha sido descrita y en su origen se implican factores hemodinámicos, neurohormonales e inflamatorios entre otros.
El principal factor limitante del estudio es que no se conoce la evolución del peso y de los factores de riesgo durante el tiempo de seguimiento. Probablemente la mayoría de los que presentaron peso elevado en la juventud, lo continuaron teniendo durante la edad adulta y en el momento de debutar la IC. Un mayor peso en la juventud es un predictor de sobrepeso/obesidad en la edad adulta y de mayor probabilidad de enfermedad cardiovascular.
Lo realmente relevante de este estudio es que aumentos de peso durante la juventud dentro del rango de lo que se considera normal (IMC <25) se hayan relacionado con un mayor riesgo de IC en la edad adulta.
Este estudio demuestra que la prevención de la enfermedad cardiovascular debe empezarse lo antes posible y el cambio de hábitos (alimentación y ejercicio) es un pilar básico. No deberíamos limitarnos exclusivamente al control del peso de nuestros jóvenes, ya que otros factores como una alimentación saludable tienen gran relevancia en todas las etapas de la vida.
Junto al envejecimiento de la población y la mayor supervivencia a las enfermedades cardiacas agudas (causas de la epidemia de IC que ya sufrimos), la presencia de obesidad entre nuestros jóvenes va a ser un factor adicional que va a aumentar la presencia de IC en nuestros hospitales y consultas a edades más tempranas.
Referencia
- Annika Rosengren, Maria Åberg, Josefina Robertson, Margda Waern, Maria Schaufelberger, Georg Kuhn, David Åberg, Linus Schiöler, Kjell Torén.
- Doi:10.1093/eurheartj/ehw221