En España se implantan entre 4.000 y 4.500 desfibriladores automáticos anualmente, un 25% menos de los que se hace en Europa.
Los desfibriladores automáticos externos deberían estar presentes en todos los lugares públicos en los que se producen aglomeraciones de personas (polideportivos, estadios, aeropuertos, centros comerciales…) y pueden ser utilizados por cualquier persona sin que sea necesaria una formación sanitaria.
Zaragoza ha acogido la VII Reunión Anual de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en la que se han reunido más de 500 cardiólogos
Más de 500 cardiólogos han debatido la situación actual, las novedades y las necesidades que atraviesa el campo de la arritmología en nuestro país, con motivo de la VII Reunión Anual de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y sus Grupos de Trabajo (Desfibrilador Automático Implantable y Síncope) y de Resincronización Cardíaca, que se ha celebrado la semana pasada en Zaragoza y que ha contado con la participación del grupo de Arritmias Cardíacas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
El desconocimiento por parte de la población de las arritmias –alteraciones en el ritmo del corazón- es uno de los principales problemas a los que se enfrenta este colectivo médico, motivo por el que quieren trasladar su realidad a la sociedad, de manera que la prevención cardiovascular se extienda al campo de las arritmias cardíacas.
El hecho de que la muerte súbita en España se cobre la vida de más de 40.000 personas es más que suficiente para que una gran parte de la reunión anual se haya centrado en esta patología.
En opinión del presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, el Dr. Fernando Arribas, “las autoridades sanitarias deben tomar mayor conciencia de las vidas que se podrían salvar si se emplean los métodos adecuados para evitar, en la medida de los posible, la muerte súbita”.
Una de las iniciativas por las que apuesta este colectivo médico pasa por aunar posturas entre los arritmólogos a la hora de optar por la opción terapéutica de la implantación de desfibriladores automáticos implantables (DAI), “tras una identificación y valoración del riesgo real del paciente”, apunta el Dr. Ignacio Fernández Lozano, secretario de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC.
“En España se implantan entre 4.000 y 4.500 desfibriladores anualmente, un 25% menos de los que se hace en Europa”, señala el Dr. Arribas, “lo que hace necesarias reuniones como esta en las que consensuemos posturas en este sentido”, matiza.
Desfibriladores automáticos externos
Por otra parte, la implantación de desfibriladores automáticos externos (DAE) en lugares públicos, como ya ocurre en el entorno europeo, se hace cada día más necesario. Estos dispositivos pueden reconocer los ritmos alterados del corazón, capaces de producir una parada cardíaca, y determinar si es necesario o no aplicar una descarga eléctrica.
Estos aparatos pueden ser empleados por cualquier persona con un mínimo entrenamiento sobre su funcionamiento, sin que sea necesario ser médico o personal sanitario. Su fácil manejo resulta clave para que esté presente en todos los lugares públicos en los que se produzcan concentraciones de personas (aeropuertos, centros comerciales, polideportivos, estadios…).