Según los resultados de un estudio recientemente publicado en Revista Española de Cardiología (REC)
Sólo un 7% de las activaciones de las salas de hemodinámica por sospecha de infarto corresponden a falsas alarmas
- Un estudio elaborado por doctores del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) y publicado en REC este mes determina que, según el criterio de definición empleado, únicamente entre el 4% y el 7% de los casos en los que el equipo de cardiología intervencionista es activado por sospecha de infarto de miocardio con elevación de ST corresponden a falsas alarmas
- El estudio, realizado en 1.662 pacientes remitidos para angioplastia primaria entre enero de 2003 y agosto de 2008 a la Unidad de Cardiología Intervencionista del CHUAC, también revela que la mayoría de los casos de falsa alarma corresponden a pacientes con otras patologías cardiovasculares cuya presentación clínica simula un infarto agudo de miocardio
- Según este trabajo, el riesgo de que el clínico incurra en una falsa alarma al laboratorio de Hemodinámica es mayor en pacientes menores de 45 años, mujeres, pacientes con antecedentes de infarto de miocardio previo y pacientes con bloqueo de rama izquierda preexistente
- El estudio también pone de manifiesto la baja tasa de falsas alarmas en los casos en los que el equipo de cardiología intervencionista es activado directamente desde el medio extrahospitalario por facultativos del 061
Según un estudio publicado en la última edición de Revista Española de Cardiología (REC) y realizado por cardiólogos del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), alrededor de entre un 4% y un 7% de los casos en los que el equipo de Cardiología Intervencionista se moviliza por una sospecha clínica de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST corresponden a falsas alarmas.
El estudio se llevó a cabo tomando de referencia todos los casos en los que se realizó una coronariografía emergente por sospecha de infarto agudo de miocardio con elevación de ST en la sala de hemodinámica del CHUAC entre enero de 2003 y agosto de 2008. En total, se registraron 1.662 pacientes que fueron remitidos para realización de angioplastia primaria. De ellos, 948 (57%) procedían del Servicio de Urgencias del propio hospital, 451 (27,1%) procedían de servicios de urgencias de hospitales sin laboratorio de Hemodinámica y 263 (15,9%) fueron trasladados desde el medio extrahospitalario por UVI Móviles del 061.
Del total de 1.662 pacientes, en 120 (7,2%) no se identificó ninguna lesión coronaria que pudiese considerarse responsable del cuadro de supuesto infarto con elevación de ST. De ellos, 104 (6,3%) recibieron al alta hospitalaria un diagnóstico retrospectivo diferente a infarto con elevación de ST, 91 (5,5%) no presentaban evidencia de enfermedad coronaria significativa y 64 (3,8%) presentaron marcadores de daño miocárdico negativos. En la mayoría de los casos de falsa alarma, los pacientes presentaban enfermedades cardiovasculares de bajo riesgo con una presentación clínica similar a la del infarto de miocardio (pericarditis, miocarditis, discinesia apical transitoria o dolor torácico atípico con alteraciones electrocardiográficas no concluyentes).
Otro dato a destacar es que la prevalencia de falsas alarmas fue mayor entre las mujeres, los pacientes menores de 45 años y los pacientes con antecedentes de infarto de miocardio previo ó bloqueo de rama izquierda. La presencia de estos factores en un paciente con dolor torácico agudo dificulta el diagnóstico de infarto de miocardio y puede favorecer, por tanto, que el clínico incurra en una falsa alarma al laboratorio de Hemodinámica.
Los autores han estudiado además la prevalencia de falsas alarmas en función del tipo de servicio sanitario al que pertenece el facultativo que activa el laboratorio de Hemodinámica. Según este análisis, la prevalencia de falsas alarmas es significativamente mayor cuando la activación se realiza desde hospitales periféricos en los que no existe un cardiólogo clínico de guardia que evalúe al paciente antes de la llamada a Hemodinámica.
Según el Dr. Eduardo Barge Caballero, miembro del Servicio de Cardiología del CHUAC, “este resultado es en cierto modo esperable, no sólo porque en los hospitales periféricos de nuestra área no exista un cardiólogo de guardia, sino también porque generalmente no hay disponibilidad inmediata de otras técnicas diagnósticas como el ecocardiograma que puedan ayudar en casos de duda y porque la decisión de activar o no el sistema ha de ser muy rápida para evitar un incremento exagerado del retraso hasta la reperfusión”. “En todo caso”, y en palabras del Dr. Barge Caballero, “una tasa de falsas activaciones del 10% es completamente aceptable y, de hecho, se encuentra por debajo de la mayoría de las series publicadas previamente en la literatura”. Según el Dr. Barge, “hay que recordar que, en casos de duda, es en general preferible incurrir en una falsa alarma al laboratorio de Hemodinámica antes que negar la terapia de reperfusión a un paciente que en realidad presenta un infarto de miocardio”.
Otro dato interesante es la baja tasa de falsas alarmas observada en los casos en los que el laboratorio de Hemodinámica se activa directamente por facultativos del 061 (7,2%). En la opinión del Dr. Barge, “este resultado nos llena de satisfacción, y confirma nuestra idea de que la activación prehospitalaria del equipo intervencionista por facultativos del 061 y el traslado inmediato del paciente a la sala de Hemodinámica es, probablemente, la mejor estrategia para facilitar el acceso a la terapia de reperfusión en el infarto agudo de miocardio”. En este sentido, cabe destacar que el mismo grupo publicará en próximas fechas en Eurointervention los resultados un estudio en el que se demuestra que la transferencia directa de pacientes con infarto de miocardio con elevación de ST desde el medio extrahospitalario al laboratorio de Hemodinámica por equipos del 061 reduce el retraso hasta la reperfusión y mejora la supervivencia.
Ver el artículo en la web de la Revista Española de Cardiología