La Sociedad Española de Cardiología (SEC) celebra en Córdoba la VIII Reunión de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante, a la que asistirán más de 200 especialistas en este campo, entre cardiólogos, internistas, enfermeros y cirujanos.
En el encuentro se presentarán los resultados del Registro Español de Trasplante Cardiaco 2010, que computan 243 implantes de corazón realizados en España durante el pasado año. Esta cifra va reduciéndose de manera gradual año tras año, pues cada vez existe un menor número de donantes. Esta realidad se debe a la implantación de las nuevas políticas de seguridad vial que han conseguido reducir notablemente los accidentes en nuestras carreteras, así como al perfeccionamiento de las unidades de traumatismos, que consiguen salvar la vida de gran parte de los accidentados.
“Este hecho no sólo disminuye el número de donantes, sino que también hace que el perfil de éste esté cambiando a uno de edad más avanzada”, comenta el Dr. Luis Almenar, presidente de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la SEC, “no obstante, la edad no tiene por qué suponer un problema mientras que la capacidad de contracción del corazón sea buena y el volumen del miocardio sea similar al que tenía inicialmente el receptor”, aclara el especialista.
Para corroborar que esta contractilidad no esté afectada por la edad avanzada del donante o por otras patologías que pueda sufrir el mismo, se suele realizar una ecocardiografía al corazón del difunto. Asimismo, tras confirmar que el grupo sanguíneo del donante es totalmente compatible con el del receptor, se comprueba que el peso de ambos sea similar, pues el volumen del músculo del corazón varía en concordancia con el peso de cada persona.
Otro de los datos que se expondrán acerca del último Registro Español de Trasplante Cardiaco es la media de días que debe de esperar un enfermo en nuestro país para ser trasplantado. Existe un protocolo que clasifica a los cardiacos dependiendo del nivel de gravedad y de la esperanza de vida, de manera que el trasplante será considerado “urgente” o “programado” según estos criterios. En el primer caso, la lista de espera actualmente es de 10 días, mientras que en el segundo, resulta de 99 días. Afortunadamente, y gracias a la solidaridad de los españoles, la más alta de Europa en este sentido, las listas de espera son más cortas que en el resto de países. Gracias a ello, el 80% de los enfermos consiguen sobrevivir hasta la fecha de la intervención. Para lograrlo, cada vez se están desarrollando más los dispositivos de asistencia ventricular, que consiguen hacer que un paciente sobreviva entre dos y tres semanas más, a la espera de que llegue un corazón sano y compatible. Con estos dispositivos electromecánicos, que se implantan en el corazón del enfermo en una pequeña operación, se logra mejorar la contracción del miocardio, expulsando la sangre del ventrículo izquierdo (la zona afectada) hasta la aorta.
Una vez realizado el trasplante, la esperanza de vida a doce años vista es del 50%. Pasado este tiempo, si el paciente sobrevive, suele ser necesario realizar un nuevo trasplante.
Últimas novedades en telemedicina
Otro de los temas más relevantes de la reunión será la mesa donde se presentarán las últimas tecnologías aparecidas en España para el manejo del paciente con insuficiencia cardiaca (IC), una enfermedad crónica que impide al corazón bombear sangre a un volumen adecuado para mantener las necesidades del cuerpo humano, generando debilidad respiratoria y mermando su calidad de vida.
El 5% de los españoles mayores de 45 años (cerca de 950.000 personas) padece insuficiencia cardiaca. Aún así, en nuestro país existen menos de un centenar de unidades de IC, lo que no permite dar asistencia altamente especializada a tal cantidad de pacientes. Además, una tercera parte de los que sufren esta enfermedad no pueden desplazarse al hospital para realizar un seguimiento adecuado de su enfermedad, por razones de dependencia, edad avanzada, lejanía o barreras arquitectónicas, entre otros motivos.
Hasta ahora, la mayoría de estudios de telemedicina únicamente abordaban la medición diaria de las constantes vitales desde casa del paciente, lo que permitía detectar aumentos bruscos y repentinos de peso (síntoma de una retención de líquidos previa a una descompensación), la hipertensión o hipotensión y cambios en la frecuencia cardiaca.
Los nuevos proyectos españoles pretenden reducir notablemente los 80.000 ingresos hospitalarios que causa anualmente en nuestro país esta enfermedad, mejorando la telemedicina actual con diversos complementos.
Para ello, sugieren añadir a la telemonitorización vídeos educativos que aborden la visión general de la enfermedad, la medicación, las visitas del médico, la prevención de recaídas, el control del colesterol, la hipertensión, el estilo de vida, la nutrición, las vacunaciones y el consumo de alcohol. Asimismo, proponen ofrecer a los pacientes videos con entrevistas a otros pacientes reales y enviar cuestionarios en momentos preestablecidos, utilizando para ello su televisor.
Otra de las grandes novedades presentadas para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de estos pacientes ha sido la combinación de la telemonitorización con la teleintervención, realizando las visitas médicas por videoconferencia. De este modo no sólo se pretende reducir un 25% los eventos no fatales de insuficiencia cardiaca, sino que también se intenta lograr una futura integración de las historias clínicas electrónicas del hospital y de atención primaria.
El Dr. Josep Comin Colet, miembro de la SEC y del Servicio de Cardiología del Hospital de Mar de Barcelona, asegura que “la sustitución de las visitas presenciales por videoconferencias permite realizar visitas más largas y regulares con el paciente, lo que ayuda a optimizar la medicación, modificando adecuadamente las dosis en el momento preciso, y reforzar la insistencia en la educación del paciente para que reconozca los signos de alarma ante una descompensación por insuficiencia cardiaca, así como se hace con los vídeos educativos”.