Desde ayer, y a lo largo del día de hoy, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Boehringer Ingelheim celebran el segundo Cardio Academy Meeting, con el objetivo de posicionar a la Cardiología española como un referente a nivel mundial. Para ello, reputados especialistas españoles participan en este encuentro internacional, que está teniendo lugar en el Massachusetts General Hospital Heart Center (Boston).
“Esta reunión tiene como eje central el desarrollo y el tratamiento de la arritmia más frecuente, con diferencia, a nivel universal, la fibrilación auricular, que en España afecta a entre 600.000 y un millón de ciudadanos. Esta alteración del ritmo cardiaco conlleva muchas complicaciones a los pacientes que la sufren, exponiéndolos a desarrollar una embolia. Aún siendo tratados con anticoagulantes, el riesgo de embolia, aunque se reduzca, persiste, sumándose al peligro de padecer alguna hemorragia. Es por ello que resulta fundamental la búsqueda de nuevos medicamentos que presenten más efectividad y más seguridad”, comenta el Dr. Carlos Macaya, presidente de la SEC.
¿Con qué fármaco conviene anticoagular?
A lo largo del encuentro internacional, se debatirán los beneficios de los últimos anticoagulantes aparecidos. La función principal del tratamiento anticoagulante es hacer que la sangre sea más líquida, empleándose para prevenir la formación de coágulos y evitar así el riesgo de embolias a causa de la fibrilación auricular.
A pesar de la eficacia en el 80% de los casos de los fármacos anticoagulantes actuales, éstos presentan grandes problemas de variabilidad, ya que no existe una dosis fija del fármaco, sino que ésta debe ajustarse a cada persona en función de una analítica que se debe practicar regularmente (cada cuatro o cinco semanas) y que exige un gran control por parte del facultativo.
Además, su efecto puede verse influido por cambios producidos en la dieta del paciente (determinados alimentos que contienen elevadas cantidades de vitamina K, como los vegetales de hoja verde oscura, algunas legumbres, como los garbanzos, o el chocolate pueden neutralizar o potenciar el efecto), la interacción con otros medicamentos o un desajuste en la dosis, pudiéndose producir una hemorragia en caso de una dosis mayor o una reducción significativa de los efectos del fármaco, en caso de un menor consumo del necesitado, con el consecuente riesgo de formación de coágulo o embolia.
Hace aproximadamente unos dos años, apareció una alternativa estos fármacos, el conocido dabigatrán. “Actualmente el dabigatrán sólo se comercializa en nuestro país para su uso en la prevención de trombos venosos tras la cirugía ortopédica de rodilla o cadera, pero confiamos que las autoridades del Ministerio de Sanidad y la compañía que ha desarrollado este fármaco lleguen a un acuerdo para su comercialización como tratamiento de la fibrilación auricular antes de finales de este año”, explica el Dr. Macaya.
“En un principio, se estima que solamente hagan el cambio a dabigatrán , aquellos que no están bien anticoagulados, pero con el tiempo, es probable que lo acaben usando casi todos los pacientes”, opina el Dr. Julián Pérez-Villacastín, secretario general de la SEC, “además de todas las ventajas que supone este nuevo tratamiento, su importancia radica, especialmente, en que sólo es el primero de una serie de tratamientos que van a cambiar la forma de proceder, tanto en lo que se refiere al facultativo, de quien no exigirá tanto control, como especialmente para el paciente, para el que supondrá una mayor comodidad y calidad de vida”, aclara el especialista. No obstante todas estas ventajas tendrán que confirmarse con la experiencia clínica, cuando muchos más pacientes y durante un tiempo prolongado, utilicen los nuevos fármacos.
Nuevas guías de FA
Otro de los temas que se están abordando en la cita internacional es la reciente aparición de las guías europeas para el manejo de la fibrilación auricular, con el objetivo de mejorar la estrategia para el tratamiento de estos pacientes.
Hasta ahora, las últimas guías, publicadas en 2006, tenían en cuenta solamente la escala CHADS2, que valoraba el riesgo de padecer un embolismo según si se sufría uno o más factores de riesgo de tromboembolismo (hipertensión, diabetes, edad avanzada, insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular previo). Se estimaba que los pacientes que no sufrían ninguno de estos factores, no debían ser tratados con anticoagulantes; a aquellos que padecían uno, había que administrarles aspirina; y los que tenían más de un factor de riesgo debían ser anticoagulados.
Las nuevas guías europeas (septiembre de 2010) no sólo tienen en cuenta esta gradación mejorada (CHA2DS2VASc), sino que también se toma en consideración el índice HAS-BLED para medir el riesgo de hemorragia, sumando puntos de riesgo a partir de diversos factores (hipertensión, funciones renal y hepática alteradas, accidente cerebrovascular, sangrado, InR lábil, edad avanzada y fármacos o alcohol).
“Estas guías están cambiando la práctica clínica de los cardiólogos que atendemos a pacientes con FA, facilitándonos el abordaje de esta enfermedad de una manera mucho más práctica”, apunta el Dr. Ignacio Fernández Lozano, presidente de la sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, “estas nuevas guías indican el tratamiento anticoagulante con un riesgo de tromboembolismo menor, lo que aumenta aproximadamente en un 25% el número de pacientes a los que se les prescriben anticoagulantes”, explica el especialista.
“Otro de los cambios significativos de este documento es que se reconoce el mayor riesgo de tromboembolismo entre las mujeres”, concluye el Dr. Fernández Lozano.
El ictus de origen en la fibrilación auricular
En este encuentro, los expertos destacarán, también, el desencadenante más temible de la fibrilación auricular: el ictus. Las posibilidades de padecer un accidente cerebrovascular entre los pacientes con FA que no han sido anticoagulados, son de entre el 1 y el 15% anual, dependiendo de si sufren uno o varios factores de riesgo.
“Existe la falsa creencia de que el ictus cardioembólico de origen en la fibrilación auricular es de poca importancia, pero éste conlleva muchas más secuelas y resulta más mortal que un accidente cerebrovascular que no está asociado a un problema cardiaco”, aclara el Dr. Enrique Galve, miembro de la SEC y responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
El ictus de origen en la FA puede causar invalidez, con alteraciones motoras tanto del habla como musculares. No todos aquellos que lo han sufrido consiguen recuperarse, por lo que suelen acarrear un internamiento prolongado del paciente. Este tipo de accidente cerebrovascular asociado a la FA muestra unas estadísticas de mortalidad del 20% en los primeros días tras el episodio, además estas cifras van incrementándose con el tiempo, llegando hasta el 50% en los 180 próximos días, el doble que con un accidente cerebrovascular de origen no cardiaco.
Por ello, resulta de vital importancia que los pacientes con fibrilación auricular tengan un control adecuado de la velocidad de las aurículas cardiacas, a través de betabloqueantes. Asimismo, si los enfermos reúnen los criterios de riesgo de ictus (casi la totalidad de los mayores de 65 años), es esencial que sean tratados con anticoagulantes.
La FA cada vez es más incidente y más prevalente en nuestra sociedad, aumentando entre la población del mismo rango de edad, de manera que, se sospecha que la causa, además del envejecimiento de la población, es la creciente tendencia a seguir un estilo de vida poco saludable que nos lleva a la mala alimentación, el sedentarismo, la obesidad…