Coincidiendo con las AHA Scientific Sessions 2011, celebradas del 12 al 16 de noviembre en Orlando, la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la American Heart Association (AHA) y la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIC) han llevado a cabo estos días una sesión conjunta en la que han participado como moderadores el Dr. Vicente Bertomeu, presidente de la SEC; el Dr. Valentín Fuster, representante de la AHA y el Dr. Daniel Piñeiro, presidente de la SIC.
Para el presidente de la SEC, el Dr. Vicente Bertomeu, “Esta sesión conjunta con la AHA y la SIC es una ocasión excepcional para el intercambio de conocimientos entre profesionales de distintos países. Se trata de un encuentro que no sólo nos permite relacionarnos sino también plantear puntos de interés común para mejorar el reto diario que supone la práctica clínica de la Cardiología”.
Tratamiento de la fibrilación auricular
En el encuentro de las tres entidades se ha puesto de manifiesto la necesidad de detectar y tratar la fibrilación auricular (FA), la arritmia más frecuente en España, de manera precoz, cuando es de reciente comienzo y aún no ha afectado a la estructura del corazón, dañando las aurículas y las paredes del miocardio.
Lamentablemente, tan sólo el 20% de los enfermos de FA detectan su arritmia y deciden tratarse mientras que ésta es aún paroxística (intermitente) y el defecto predominantemente eléctrico. En este caso, la ablación consigue la supresión total de la arritmia o la mejora notable de los síntomas en el 90% de los casos.
La ablación permite lesionar los focos productores de arritmia con una corriente de energía (radiofrecuencia) mediante unos catéteres que se introducen a través de las venas o arterias de la ingle, para llegar hasta el corazón.
Si los síntomas (palpitaciones frecuentes e irregulares) no son detectados a tiempo o el paciente decide resignarse a vivir con una enfermedad como ésta, que deteriora su calidad de vida y aumenta significativamente su riesgo de embolia al formarse coágulos, la fibrilación auricular puede convertirse en persistente, lo que dificultará su tratamiento y reducirá las posibilidades de una curación exitosa a un 50%.
“Actualmente, el foco de atención de los especialistas en arritmias se sitúa en la fibrilación auricular que se encuentra en una fase avanzada, pues conocemos mucho menos acerca de este tipo de patología que sobre la fibrilación auricular paroxística, lo que implica que debemos de quemar una zona de tejido más amplia con ablación”, explica el Dr. Julián Pérez Villacastín, miembro de la SEC y director de la Unidad de Arritmias del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. “A pesar de los esfuerzos, existe un 40% menos de casos de éxito en la ablación de la fibrilación auricular persistente que en la ablación de la paroxística”, aclara el especialista.
La fibrilación auricular se origina cuando se pierde el ritmo normal del corazón (denominado ritmo sinusal), que pasa a ser irregular y descoordinado, y se altera la frecuencia cardíaca o velocidad del corazón, es decir, el número de veces que el corazón se contrae por minuto.
Mientras que en condiciones normales el corazón realiza entre 60 y 100 latidos por minuto, en el caso de la fibrilación auricular, las aurículas llegan a latir entre 300 y 450 latidos por minutos, resultando en una aceleración del pulso, que es variable, hasta 150 o 180 latidos por minuto, que es además irregular.
Actualmente, alrededor de un 5% de la población mayor de 50 años sufre algún tipo de arritmia en España, de la que la gran mayoría (aproximadamente el 90%) lo hace a causa de la fibrilación auricular, llegando a afectar a 650.000 españoles.
Nuevas técnicas de detección y control del riesgo cardiovascular
Otro de los temas enfatizados durante la sesión conjunta ha sido la necesidad de conocer los factores de riesgo cardiovascular de la población (tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, alteraciones de los lípidos y obesidad) antes de que aparezcan manifestaciones clínicas para poder iniciar estrategias de prevención primaria a tiempo.
En los últimos años, se han desarrollado varias técnicas, básicamente de imagen, como la tomografía computariza o la ecografía, que permiten detectar afectación vascular subclínica.
La tomografía computarizada (scaner) permite estudiar la presencia de calcio en las arterias coronarias relacionándolo con la aterosclerosis avanzada. Por otro lado, el grosor íntima-media carotídea permite evaluar, mediante ecografía, el daño vascular a nivel de la arteria carótida, muy accesible en el cuello.
El uso de estas técnicas no está aún extendido, tanto por razones de coste como porque todavía no hay bastante evidencia de que su aplicación generalizada y las medidas terapéuticas derivadas se traduzcan en una mejoría significativa del pronóstico. La tomografía computarizada tiene ciertas limitaciones, aparte del coste, pues provocan una radiación equivalente a 30 radiografías simples de tórax. En el caso de la ecografía, aunque se trata de una técnica más barata y sin radiación, tiene mucho menos valor predictivo que el calcio coronario.
Aun así, en las guías de práctica clínica más recientes se contempla el uso de estas técnicas en algunos pacientes determinados, aquellos considerados de riesgo intermedio por los factores clásicos, pero en los que el hallazgo de daño vascular antes de que provoque síntomas obligará a un tratamiento más intensivo de sus factores de riesgo, lo que se traduce en una clara mejoría del pronóstico.
Aunque estas técnicas resultarán de gran utilidad, en la actualidad existen datos para mejorar el análisis del riesgo real de los pacientes que con frecuencia no se tienen en cuenta, como por ejemplo la insuficiencia renal y, en el caso de las mujeres, los cambios hormonales a partir de la menopausia o el antecedente de haber presentado diabetes o hipertensión arterial en el embarazo.
“Aunque es evidente que en los próximos años asistiremos a un cambio en el cálculo del riesgo cardiovascular, hasta entonces debemos aprovechar y utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para intentar que no pasen desapercibidos los pacientes que necesitan de nuestra intervención”, apunta la Dra. Pilar Mazón, miembro de la SEC y coordinadora de la asistencia ambulatoria y encargada de la formación continuada en el Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela.
En caso de que el paciente ya haya presentado síntomas clínicos cardiovasculares o se conozca una enfermedad silente, deberán aplicarse medidas de prevención secundaria para evitar nuevas manifestaciones clínicas. Además de un estricto control de los factores de riesgo, serán necesarios algunos fármacos específicos según el territorio vascular afectado e incluso intervenciones de revascularización.
“La asignatura pendiente de los españoles es la modificación del estilo de vida, hacia unos hábitos más saludables. Desgraciadamente, en los últimos años estamos asistiendo a todo lo contrario: aumento de forma alarmante del sedentarismo y de la obesidad, y con ello, la prevalencia de diabetes; también el hábito de fumar se está incrementando en la población más joven”, explica la Dra. Mazón. “Muchos de los logros de los últimos años por los avances de la medicina se verán contrarrestados si no mejoramos nuestra dieta, hacemos ejercicio físico regular y desde luego, suprimimos por completo el tabaquismo”, concluye la especialista.
International Lunch Forum
En esta edición, España ha sido uno de los diez países elegidos por la AHA para presentar un International Lunch Forum, con el objetivo de que los miembros de la SEC expongan los cinco mejores abstracts presentados durante 2011.
“Ésta resulta una excelente oportunidad para intercambiar sensaciones y lograr que los participantes de la reunión conozcan la investigación de calidad que se está realizando en España”, comenta el Dr. Ángel Cequier, vicepresidente de la SEC.
La segunda parte del fórum ha constado de una presentación didáctica por parte de la Dra. Magda Heras, redactora jefe de Revista Española de Cardiología, en la que se ha analizado el estudio TRIANA (TRatamiento del Infarto Agudo de miocardio eN Ancianos).
El estudio, publicado en European Heart Journal, se realizó en 23 hospitales españoles entre marzo de 2005 y diciembre de 2007. Se analizaron a aquellos pacientes mayores de 75 años que acudieron a las unidades coronarias con infartos agudos de miocardio con elevación del segmento ST de menos de seis horas de evolución, y que eran candidatos óptimos para la fibrinólisis. La conclusión que se extrajo es que la angioplastia primaria resultó ser la mejor alternativa, pues goza de una gran capacidad para abrir la arteria coronaria, con aproximadamente un 90% de éxito. En contraposición, la fibrinólisis sólo logró abrirla en un 70% de los casos y, además, en un 10- 20% de las ocasiones volvió a cerrarse posteriormente.
La angioplastia primaria (ACTP1ª) trata la oclusión de la arteria coronaria mediante la destrucción mecánica del coágulo para, a continuación, implantar un stent (una especie de malla metálica) que resuelva la estrechez subyacente.
La fibrinólisis consiste en la administración de fármacos que disuelven el coágulo, desobstruyendo el vaso tapado.