La Sociedad Española de Cardiología (SEC) advierte de que, aunque la fibrilación auricular (FA) es muy frecuente entre los pacientes que acuden a centros de Atención Primaria (AP) con el 6.1% de prevalencia, existe una alarmante infrautilización del tratamiento con anticoagulantes orales.
Así lo ha demostrado el estudio Val-FAAP (Caracterización y Evaluación de los pacientes con fibrilación auricular atendidos en consultas de Atención Primaria) elaborado por el Grupo de Atención Primaria de la sección de Cardiología Clínica de la SEC y publicado en la última edición de Revista Española de Cardiología (REC).
El estudio epidemiológico, descriptivo y transversal de ámbito nacional, ha incluido a 119.526 pacientes y a 836 investigadores y se ha dividido en dos fases. La primera fase ha cuantificado el número de pacientes que asisten a los centros de AP y a los que se les diagnostica FA. La segunda fase ha evaluado las características clínicas de los pacientes que ya contaban con un historial clínico previo de la enfermedad.
Tras analizar a los 3.306 pacientes que han formado parte de la segunda fase, los investigadores han podido constatar, además de que la FA es muy frecuente entre los pacientes que acuden a AP, que el 92% de los pacientes tenían antecedentes de hipertensión arterial, el 70% hipercolesterolemia, el 53.7% sedentarismo, el 21% sufría además de insuficiencia cardiaca, y otro 21% de cardiopatía isquémica. Igualmente, más de la mitad de pacientes con FA tenían hipertrofia ventricular izquierda.
Otro hecho que destacan los investigadores ha sido constatar que la prevalencia de FA aumenta considerablemente con la edad. Así, el porcentaje de personas de 62 años que padecen esta enfermedad es del 7%, mientras que las que la sufren cuando ya han rebasado los 80 años es del 18%. “Este dato no hace sino corroborar, todavía más, la importancia que tiene controlar los factores de riesgo de la aparición de fibrilación auricular, ya que debido al progresivo envejecimiento de la población, los datos de prevalencia de esta enfermedad aumentarán de forma preocupante en los próximos años”, afirma el Dr. Vivencio Barrios, coordinador del estudio y miembro del grupo de Atención Primaria de la Sección de Cardiología Clínica de la SEC.
Uno de los aspectos más interesantes y novedosos del estudio es la evaluación del perfil clínico de los pacientes en que la FA evolucionó a FA permanente, en comparación con el perfil de los pacientes en los que no ocurrió. Así, los dos tipos de FA más frecuentes en el momento del diagnóstico fueron la FA permanente (45,3%) y la FA de reciente diagnóstico (24,8%). En la mayoría de los pacientes con FA de reciente diagnóstico, ésta evolucionó a FA permanente (57,4%). “Según nuestros resultados, los factores que se asocian con la fibrilación auricular permanente son la edad avanzada, la presencia de una valvulopatía o de una enfermedad cardiovascular o renal. Para disminuir el riesgo de aparición de fibrilación permanente, probablemente es importante tratar enérgicamente los diversos factores de riesgo y enfermedades cardiovasculares asociadas a la FA desde las fases iniciales”, explica el Dr. Barrios.
Finalmente, lo que más ha llamado la atención de los investigadores ha sido averiguar que los pacientes que acuden a AP con diagnóstico de FA no siempre están bien tratados. “Nuestros resultados han demostrado que la mayoría de pacientes tenían una clara indicación de anticoagulantes orales, pero prácticamente un tercio de estos pacientes no estaba anticoagulado. Además, casi la mitad de pacientes con bajo riesgo de ictus, en los que no está indicada la anticoagulación, sí que estaban tomado este tipo de medicación”, constata el Dr. Barrios.
“Estos resultados no sólo indican la necesidad de controlar los factores de riesgo, especialmente la hipertensión, sino que también parece necesario mejorar la formación de los médicos de Atención Primaria acerca de las indicaciones adecuadas de la anticoagulación en pacientes con fibrilación auricular”, concluye el Dr. Barrios.