La Sección de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha presentado en el marco de su reunión anual, la guía “Gestión del paciente ambulatorio en Cardiología” elaborada por sesenta jefes de Cardiología de toda España.
El documento está avalado, además de por la SEC, por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
“El año pasado, desde la Sociedad Española de Cardiología, tuvimos la iniciativa de realizar una serie de recomendaciones sobre cómo tratar de manera consensuada las cardiopatías desde los distintos niveles asistenciales: médicos de familia y cardiólogos, etc. Tras reunirnos 60 jefes de Cardiología, representantes de todas las comunidades autónomas, elaboramos un documento que presentamos ayer en nuestra reunión anual”, anuncia el Dr. Gonzalo Barón y Esquivias, presidente de la sección de Cardiología Clínica de la SEC.
“El documento recoge hasta el 90% de los protocolos que normalmente utilizamos en la asistencia a nuestros pacientes”, destaca el Dr. Domingo Marzal, uno de los autores de la guía, miembro de la SEC y jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Mérida, “y su principal objetivo es el de estandarizar la asistencia de las enfermedades cardiovasculares y mejorar la integración entre los servicios de Cardiología y Atención Primaria, evitando, a su vez, costes innecesarios derivados muchas veces de la repetición de pruebas médicas o del número de visitas que debe realizar el paciente”.
La guía, diseñada como herramienta de consulta para tratar a aquellos pacientes que, o están diagnosticados de alguna enfermedad cardiovascular, o presentan algún síntoma cardiaco, estará disponible a lo largo de este año en formato papel y como aplicación móvil. “Eso sí, esta guía tiene la vocación de ser abierta y de renovación constante, siempre bajo la intención de ofrecer la mejor calidad asistencial a nuestros pacientes”, señala el Dr. Marzal.
Así, por ejemplo, el documento establece unos pasos a seguir en el tratamiento de la fibrilación auricular: una primera valoración cardiológica, la decisión de si el seguimiento del paciente debe realizarlo Atención Primaria o Cardiología, el número de visitas necesarias, y cuándo Atención Primaria debe desviarlo a otra especialidad.
Otros aspectos tratados durante la reunión
Los distintos grupos de trabajo de la sección presentaron ayer las principales novedades de su área, “nuestra reunión está diseñada para que en 8-9 horas, los cerca de 150 cardiólogos asistentes hagan una puesta al día completa de los avances más destacados del año en la cardiología clínica”, afirma el Dr. Barón y Esquivias.
Así, el Dr. Tomás Ripoll, miembro de la SEC y jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca, fue el encargado de presentar, mediante casos prácticos, la utilidad de la genética en el diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares, especialmente las familiares y las que no presentan síntomas previos como la muerte súbita.
“Todavía existen muchos cardiólogos que se muestran escépticos ante la utilidad de las técnicas genéticas, como es el caso de la ultrasecuenciación masiva, una técnica que ofrece 100 veces más información que las técnicas actuales y que se calcula que podrá averiguar la causa subyacente de hasta el 80% de los casos de muerte súbita que ahora no tienen explicación”, explica el Dr. Ripoll. “Desde el Grupo de Trabajo de Cardiopatías Familiares de la sección, pretendemos dar a conocer las enormes posibilidades que ofrecen este tipo de técnicas, combinadas con las de diagnóstico convencional como síntomas, electrocardiogramas o ecografías”.
“En pocos años, veremos cómo este tipo de técnicas se utilizan cada vez más, ya que aunque son aparatos de un elevado coste inicial, el ahorro en seguimientos y pruebas diagnósticas es incalculable”, concluye el Dr. Ripoll.
“Otro aspecto relevante que hemos tratado en la reunión de este año es la utilidad de los nuevos antiagregantes en el tratamiento del síndrome coronario agudo como es el ticagrelor. Actualmente este tipo de fármacos están teniendo una lenta incorporación en la práctica clínica, ya que aunque han demostrado que son beneficiosos, también son más caros que los clásicos. No obstante las guías europeas de cardiología avalan su utilización con una recomendación clase I y un nivel de evidencia A, por lo que esto hará que se modifique la práctica clínica progresivamente”, puntualiza el Dr. Barón y Esquivias.