Trabajos premiados en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares
El Dr. Borja Ibáñez, coautor de uno de los trabajos ganadores del primer premio en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares (Bilbao, 2008), comenta cuáles son las líneas de investigación en Cardiología que el grupo de investigación en el que participa está desarrollando.
El Dr. Ibáñez -en la imagen- ha realizado un periodo de formación post-doctoral de 3 años en el Mount Sinai de Nueva York-USA con los Doctores Juan Badimón y Valentín Fuster. Durante este periodo de formación en investigación traslacional, ha participado en múltiples trabajos relacionados con la estabilización de la placa de ateroma, HDL-colesterol, y daño por reperfusión. Recientemente ha regresado a España, donde compagina las tareas asistenciales en el laboratorio de Cardiología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz con la investigación clínica y experimentación animal.
La línea de investigación en la que participa en estos momentos se centra en dos campos concretos de la Cardiología:
- El daño por reperfusión en el infarto agudo de miocardio. En un modelo porcino de oclusión-reperfusión con catéter de angioplastia, se está testando la eficacia de diferentes terapias para aumentar la cardioprotección mediante una disminución del daño inducido por la reperfusión en sí misma. Una de las drogas que se están re-evaluando son los betabloqueantes, que parece actúan directamente disminuyendo este tipo de muerte celular. Además, en el laboratorio de cardiología intervencionista, se están realizando protocolos de cardioprotección aplicados a pacientes en el momento de la reperfusión mediante angioplastia primaria.
- El efecto del HDL y sus diferentes sub-tipos en la estabilización de la placa de ateroma y del paciente de alto riesgo. De nuevo, estos estudios se llevan a cabo tanto en un modelo animal, como en pacientes de alto riesgo (fundamentalmente angina inestable antes del intervencionismo coronario).
En su opinión, la investigación en general, y en Cardiología en particular, tiene la imperiosa necesidad de acercar a los investigadores básicos con los clínicos. En una época de gran desarrollo tecnológico y de súper-especialización -explica el Dr. Ibáñez- existe el riesgo de volcar los esfuerzos en áreas de conocimiento muy circunscritas, sin conexión con las colindantes y mucho menos con la clínica.
"La figura del investigador traslacional (bien con bagaje clínico que se acerque a la investigación básica o bien el camino opuesto) es fundamental para hacer que todos los grandes avances científicos redunden en una mejor atención a nuestros pacientes (fin último de la biomedicina)", indica.
A la espera de nuevos paradigmas que cambien radicalmente nuestro concepto de la enfermedad Cardiovascular, el gran reto de la investigación en Cardiología para este siglo que comienza es esta comunión entre la investigación básica y la atención clínica a los pacientes.