Son varios los motivos que le han llevado a realizar este proyecto a través de la Agencia de Investigación de la SEC, pero la razón primordial es que “actúa como un catalizador que desde el punto de vista del investigador facilita mucho las cosas”. A esta razón se le suman diferentes causas que destaca el Dr. Gómez Lara, coordinador del proyecto, “la gestión de la Agencia de Investigación de la SEC es excelente, con una respuesta inmediata que les acredita como gestores muy eficientes. A ello hay que añadirle el coste asequible para el investigador comparado con las distintas agencias que existen. Y por último, es una sociedad científica reconocida a nivel internacional”.
Este nuevo estudio aleatorizado, que incluye a 150 pacientes diabéticos con lesiones sencillas que serán estudiados en 15 centros españoles, se ha puesto en marcha en diciembre de 2016 y trata de comprobar la eficacia de dos tipos de stents en pacientes diabéticos: stent metálico farmacológico (ESS) frente stent bioabsorbible farmacológico (BVS). “Se quiere demostrar la no inferioridad de los dispositivos bioabsorbibles con el tratamiento estándar en este tipo de pacientes en cuanto al volumen de neointima valorado con tomografía de coherencia óptica (OCT)”, explica el doctor.
Por lo tanto, a estos pacientes se les hará un seguimiento médico durante 9 meses, y una vez finalizado, tendrán que acudir a un control de cateterismo con OCT. “El objetivo del estudio es comprobar la cantidad de cicatrización que haya dentro de los stents a los 9 meses”, señala el Dr. Gómez Lara.
“Los stent bioabsorbibles son unos dispositivos relativamente nuevos que pueden ofrecer beneficios teóricos en pacientes diabéticos. Es conocido que en pacientes diabéticos existe mayor extensión de enfermedad arteriosclerótica y mayor progresión de la enfermedad coronaria que en pacientes no diabéticos. El uso de dispositivos bioabsorbibles permite evitar la presencia permanente de gran cantidad de metal dentro de las arterias coronarias y permite el uso de cirugía de revascularización coronaria (incluso dentro del segmento tratado) en caso de progresión de la enfermedad”, remarca el Dr. Gomez-Lara.
El proyecto, que se halla monitorizado por la CRO (Clinical Research Organization) Adknoma y cuenta con el análisis de los datos angiográficos y de OCT por un Core-lab (BARCICORE-LAB), se encuentra en su etapa inicial. “Tras superar el Comité de Ética del Hospital de Bellvitge que actúa como comité central, ahora falta extenderlo al resto de los 15 hospitales. De esta forma, terminaríamos con el proceso regulatorio para comenzar con la inclusión del primer paciente, que está prevista en abril”, concluye el Dr. Gómez Lara.