La manera de ayudar al clínico a indicar un tratamiento percutáneo de la insuficiencia mitral (IM), cuándo hacerlo y los avances en resultados son los aspectos que se han abordado en el simposio moderado por el Dr. Antonio Serra. La IM es la segunda patología valvular más común tras la estenosis aórtica. Sin intervención, el pronóstico es pobre en pacientes con insuficiencia mitral severa sintomática.
Las guías de práctica clínica recomiendan la cirugía de reparación valvular para pacientes con IM primaria o degenerativa en los que la causa de la regurgitación asienta en una anomalía de la propia válvula. Sin embargo, casi la mitad no se operan por tener alto riesgo quirúrgico.
Por otro lado, en la insuficiencia mitral secundaria o funcional, la regurgitación no se debe a enfermedad del aparato valvular, sino a la dilatación y cambios de geometría del VI, muchas veces de causa isquémica. En estos pacientes la corrección quirúrgica de la insuficiencia mitral es controversial debido a la elevada mortalidad de la intervención, la alta tasa de recurrencia de la IM y escaso impacto en la reducción de la mortalidad.
“En este escenario, el desarrollo de técnicas de reducción de la IM por vía percutánea pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes con IM severa sintomática sin opción quirúrgica. Aunque son varios los dispositivos que han aparecido en el mercado -como los dispositivos de anuloplastia percutánea directa (Cardioband) o indirecta (Carrillon)-, el que ha tenido una mayor difusión es el sistema MitraClip que remeda la técnica quirúrgica de Alfieri, dividiendo el orificio mitral en dos para reducir la IM”, destaca.
El estudio EVEREST II comparó la eficacia del tratamiento percutáneo de la IM con MitraClip frente a cirugía convencional. El seguimiento a 5 años muestra que, aunque la reparación quirúrgica es superior al tratamiento percutáneo en reducir la severidad de la IM, el clip es efectivo en mejorar los síntomas, disminuir la regurgitación y favorecer el remodelado del VI a 5 años de la intervención.
“Además, no se observaron diferencias significativas en la mortalidad a 5 años. Casi el 80% de los pacientes de este estudio tenían una IM degenerativa y, tras estos resultados, la FDA aprobó en 2013 el uso de MitraClip en la IM degenerativa sintomática, con alto riesgo para la cirugía convencional”, recuerda.
Por lo que respecta a la IM secundaria o funcional se han llevado a cabo en Europa diversos registros que confirman la reproducibilidad de la técnica. Como recalca, “el implante es seguro, con baja tasa de morbimortalidad; el éxito de la técnica se observa en el 95% de los casos, con franca mejoría de los síntomas de insuficiencia cardíaca en el seguimiento. En la actualidad, 4 estudios clínicos en fase de reclutamiento de pacientes (COAPT, RESHAPE, MITRA-FR) estudian la eficacia de la técnica de Mitraclip frente a tratamiento médico óptimo”.
La indicación de MitraClip en pacientes con IM severa sintomática primaria o degenerativa se reserva para aquellos pacientes en los que el Heart Team considera que no son operables o tienen un alto riesgo para la cirugía. En estos pacientes, la reparación quirúrgica es siempre la primera opción si no existe contraindicación. En los pacientes con IM secundaria el clip se indica en pacientes que el Heart Team considera no operables o de alto riesgo quirúrgico, que son mayoría en este tipo de IM. La indicación se realiza cuando los síntomas persisten a pesar del tratamiento médico óptimo.
“En ambos casos, las características anatómicas de la válvula tienen que ser favorables para la técnica del Mitraclip, esencialmente que el jet de IM sea central y que se pueda englobar suficiente tejido en los brazos del clip”, concluye.