En hipertensión pulmonar crónica, la disfunción del ventrículo derecho es el principal factor que determina la severidad de los síntomas y la supervivencia. Sin embargo, la aparición de disfunción ventricular derecha varía sustancialmente entre pacientes, aún en presencia de un grado similar de elevación de las presiones pulmonares o resistencia vascular pulmonar.
Sería muy relevante para la práctica clínica disponer de parámetros capaces de detectar precozmente la afectación del ventrículo derecho en hipertensión pulmonar. En esta línea se han presentado los resultados de un estudio cuyo objetivo “fue identificar parámetros de resonancia magnética cardiaca que se encuentren alterados en estadios precoces de hipertensión pulmonar, antes de la aparición de disfunción del ventrículo derecho”, explica la Dra. Inés García-Lunar, primera autora de la investigación.
“Empleamos un modelo postcapilar porcino de hipertensión pulmonar crónica mediante realización de un banding de venas pulmonares en 76 animales y llevamos a cabo una cirugía control (sham) en otros 14 animales”. Todos ellos se siguieron mensualmente con cateterismo cardiaco derecho y resonancia magnética cardiaca inmediatamente posterior durante un máximo de nueve meses.
“Los estudios de resonancia magnética cardiaca incluyeron secuencias de T1-mapping para cuantificar el volumen extracelular en los puntos de inserción del ventrículo derecho y parámetros de flujo en la arteria pulmonar”, detalla la cardióloga, quien añade que “se compararon parejas de cateterismo cardiaco derecho y resonancia magnética cardiaca en los controles y en animales con hipertensión pulmonar con fracción de eyección del ventrículo derecho preservada (FEVD≥55%), y reducida (FEVD<55%) utilizando el test de ANCOVA con corrección de Bonferroni”.
Los resultados del estudio indican que, en presencia de hipertensión pulmonar confirmada hemodinámicamente y fracción de eyección del ventrículo derecho preservada, “se observó una hipertrofia significativa del ventrículo derecho y aumento del T1 nativo y volumen extracelular, a pesar de que los volúmenes ventriculares y parámetros de flujo en la arteria pulmonar todavía se encontraban conservados. En estadios avanzados de la enfermedad, se produjo desacoplamiento ventrículo-arterial y reducción de la pulsatilidad arterial pulmonar, junto con dilatación y disfunción de cavidades derechas”.
Así, “concluimos que la hipertrofia del ventrículo derecho y el aumento del volumen extracelular son mecanismos precoces en la adaptación del ventrículo derecho a la hipertensión pulmonar postcapilar; por su parte, la dilatación del ventrículo derecho y de la arteria pulmonar, el desacoplamiento ventrículo-arterial y la reducción en la pulsatilidad ocurren en estadios avanzados coincidiendo con la disfunción sistólica del ventrículo derecho”.
“Si nuestros resultados se confirman en estudios clínicos, los parámetros derivados del T1-mapping mediante resonancia magnética podrían convertirse en un marcador precoz de afectación cardíaca derecha subclínica en hipertensión pulmonar, lo que sería de gran utilidad para el seguimiento clínico de los pacientes con hipertensión pulmonar crónica e incluso, eventualmente, a la hora de indicar y/o monitorizar el efecto de tratamientos específicos”, valora la Dra. García-Lunar. La repercusión del ventrículo derecho es crítica, por ejemplo, a la hora de indicar el tratamiento de comunicaciones intracardiacas de moderado tamaño o el implante de asistencias ventriculares izquierdas.