El e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular ha dedicado una sesión a la estimulación fisiológica. En ella, el Dr. Pablo Moriña Vázquez ha reflexionado sobre una pregunta clara: ¿Es ya una alternativa real la estimulación hisiana frente a la terapia de resincronización cardiaca clásica (TRC)?
El especialista explica que, a día de hoy, la técnica clásica de resincronización mediante estimulación del ventrículo izquierdo, a través de electrodos implantados en ramas del seno coronario, sigue siendo con diferencia la técnica más utilizada. Sin embargo, apunta que “en los centros con más experiencia en estimulación hisiana, esta técnica de resincronización está sustituyendo a la clásica”. En la Unidad de Arritmias de su hospital, el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménz de Huelva, la técnica de elección es la TRC mediante estimulación hisiana, que supone el 80% del total de casos realizados.
Y es que, “la estimulación hisiana o del sistema de conducción cardiaco permite corregir la asincronía cardiaca en hasta el 85% de los pacientes que la presentan y, por tanto, puede llegar a sustituir a la TRC clásica en la mayoría de los casos”, asegura el Dr. Moriña.
Según su criterio, la TRC mediante estimulación hisiana es la técnica más fisiológica de resincronización porque permite utilizar el propio sistema de conducción cardiaco. Además, los resultados de los estudios existentes hasta la fecha avalan esta afirmación. “A primera vista se consiguen mejores resultados y con un menor coste, al precisar menos electrodos y generadores de marcapasos convencionales”, dice el cardiólogo.
Ausencia de estudios a gran escala
El Dr. Pablo Moriña indica que la única controversia que existe actualmente es la ausencia de estudios a gran escala, aunque los resultados actuales y el conocimiento fisiopatológico de la asincronía avalan esta técnica. “En cualquier caso, existe un grupo de pacientes en los que la asincronía es debida fundamentalmente a una alteración más generalizada del músculo cardiaco y del sistema de conducción. En estos casos, la técnica clásica sería la única posible”, aclara.
En todo caso, el especialista se muestra convencido de que la estimulación hisiana va a ser la técnica de elección en la marcapasoterapia y que todas las unidades de arritmias deben incorporarla a su cartera de servicios.
“Como objetivo a medio plazo, debemos también comprometernos en la formación de otros profesionales no cardiólogos implicados en la estimulación cardiaca para garantizar una marcapasoterapia homogénea y de calidad para toda la población que la requiera”, añade el Dr. Moriña. Si esta opción que plantea no fuera posible, el especialista cree que es necesario centralizar el implante de marcapasos solo en aquellas unidades que apliquen técnicas de estimulación fisiológica, independientemente del servicio responsable.