Su sueño es crear un fármaco que prevenga el desarrollo de la aterosclerosis. Con más de 300 publicaciones en revistas científicas y directora del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares es una clara defensora de la mujer ya que considera que todavía queda mucho por conseguir sobre todo en el aspecto de alcanzar cotas de poder importantes.
Nací en Barcelona, en 1953. ❚ He realizado más de 300 publicaciones en revistas científicas. ❚ Dirijo el Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares. ❚ Sueño con crear un fármaco que prevenga el desarrollo de la ateroesclerosis.
SEC ¿Ha leído El padrino?
LINA BADIMÓN ¿...? No, pero he visto la película.
SEC Lo digo porque Valentín Fuster, que la llevó al hospital Mount Sinaí (EE.UU.) cuando acabó su postdoctorado, es eso para usted...
L.B. Valentín es más que mi padrino, es mi mentor.
SEC El padrino no, pero sí ha leído a Flauvert, y dice que su Madame Bovary le hizo ser investigadora...
L.B. La leí de jovencita y me convenció de lo que no quería tener: una vida aburrida como la suya.
SEC También ha devorado todos los libros de Jane Austen... ¿Para criticarlos?
L.B. Esos libros, que se consideraron novelas rosas, son en realidad una severa crítica a la sociedad victoriana y al papel en ella de la mujer, que debía estar reducida a su casa y no tener una actividad pública.
SEC Hablando de crítica, ¿las mujeres siguen discriminadas en la ciencia como entonces?
L.B. Las mujeres están discriminadas en general. Hay muchas universitarias muy bien consideradas en sus trabajos, pero la mujer aún no ha alcanzado cotas de poder importantes.
SEC Pero, ¿progresamos adecuadamente?
L.B. Sí, aunque lentamente.
SEC En Nueva York trabajó con su hermano Juan José. ¿Cómo fue la experiencia?
L.B. Mi hermano es más joven que yo. Él trabajaba en la Clínica Mayo y lo reclutamos para el Mount Sinaí. Fue estupendo.
SEC Incluso crearon una cámara con su apellido, la cámara de Badimon...
L.B. Es lo primero que hice en la Clínica Mayo. Es un reactor de flujo para estudiar las interacciones de las células con la pared vascular, la formación de trombos y testar fármacos frente a la trombosis.
SEC Alimentación sana, ejercicio y revisiones es el mantra de cardiólogos. ¿En qué falla usted?
L.B. Mi dieta es sana, con mucha fruta y verduras. Debería hacer más ejercicio, pero intento andar 30 minutos al día. Y las revisiones... ¡fatal!
SEC ¿Es que no conoce a ningún buen cardiólogo...?
L.B. [Ríe] Un estudio dice que los profesionales de la salud somos los que menos controlamos nuestro estado.
SEC Tras 15 años en EE.UU. volvió a España a dirigir el Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona. Otros españoles que emigraron no van a tener tanta suerte, ¿verdad?
L.B. Las condiciones en España son muy difíciles. Los que están fuera no van a volver y los que siguen aquí, si quieren tener una carrera de éxito, tendrán que irse.
SEC ¿No es triste que España forme científicos y luego los 'regale'?
L.B. Es un problema muy grave hoy y para el futuro, porque la gente valiosa no va a volver y porque para formar nuevos profesionales se necesita dinero y tiempo.
SEC ¿Nos falta creer en España que la ciencia puede generar dinero?
L.B. En España no se cree en la capacidad de innovar que tenemos.
SEC Pero su trabajo dice lo contrario...
L.B. En el Instituto de Ciencias Cardiovasculares tenemos muchas patentes de moléculas candidatas a convertirse en fármacos. Pero necesitamos, además de agentes capaces de generar ese conocimiento, otros que sean capaces de desarrollarlo. Ese entramado es el que falta en España.